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Los grandes negocios de China en Venezuela (I)

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Los grandes negocios de China en Venezuela (I)

Si bien ha sido un aliado estratégico de Nicolás Maduro, China en Venezuela tiene como su principal motivación los grandes negocios de los que ha disfrutado en tan diversas áreas como petróleo, energía eléctrica, minería, industria militar, tecnología digital, agricultura e infraestructura. Ello le ha proveído de 300 mil barriles diarios de crudo y contratos para sus empresas que suman miles de millones de dólares.

Francisco Olivares

Twitter: @folivares10

En su visita a la embajada de China en Venezuela, el pasado mes de junio, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez recordaba  el impulso que Hugo Chávez le dio a esa alianza mundial en la que incluía a China, Rusia, Cuba e Irán entre otros países, la cual Chávez la entendía como un nuevo mundo multipolar.

Su heredero Nicolás Maduro consolidó dicho vínculo con China con al menos 10 visitas y 500 nuevos convenios que aproximadamente se le sumaron a los 730 de años anteriores. Y haciendo énfasis en la profundización de esa relación, Rodríguez, desde la embajada asiática recordó la reciente expresión de Maduro al señalar que: “todo el petróleo que China necesita está en Venezuela”. En su último viaje a ese país el presidente venezolano firmó 28 nuevos convenios en materia de energía, minería, finanzas, industrias, ciencias y tecnología, cultura y educación que se sumaron a su condición como el primer porveedor de armas para Venezuela; su principal comprador en Latinoamerica.  Junto a los convenios, Maduro se trajo un nuevo préstamo por 5 mil millones de dólares.

Aunque la nación asiática ha dado apoyo político a Maduro en este conflicto geopolítico contra la alianza de países democráticos, sus intereses económicos en EEUU, América Latina y Europa han sido clave en su crecimiento de los últimos 25 años.

Fondo de Financiamiento

Una de las fórmulas aplicadas en Venezuela por China para manejar importantes operaciones, a través de sus empresas, en las distintas áreas de la industria fue el sistema de préstamos a cambio del suministro de petróleo. Con Venezuela se firmaron al menos 6 convenios de financiamiento a partir de 2008 por un total de 44 mil millones de dólares.

El primero de ellos fue el Acuerdo sobre Cooperación y financiamiento a largo plazo. El segundo el Fondo de Financiamiento Conjunto China-Venezuela y el tercero fue la Creación del Fondo de Financiamiento Conjunto Chino-Venezolano y el otorgamiento del primer préstamo en 2008. Adicionalmente se establecieron varios convenios de enmienda para el otorgamiento de nuevos préstamos que llevaron la deuda por encima de 50 mil millones de dólares.

El 10 de septiembre de 2010 se suscribió el acuerdo entre el Gobierno de Venezuela y el de China sobre la cooperación para financiamiento a largo plazo, aprobado por la Asamblea Nacional, entonces con mayoría oficialista.

Ese acuerdo se estableció entre las instituciones financieras China Developmen  Corporation, de China y sus partes asociadas (Banco de Desarrollo de China BDCh, el prestamista) y el Banco de desarrollo Económico y Social (BANDES, el prestatario) de Venezuela. A trevés de las entidades para el comercio: China National United Oil Corporation (CNUOC) el comprado y PDVSA, el vendedor.

La cooperación para el financiamiento a largo plazo, las partes convinieron que el prestamistas (BDCh) extendiera el préstamo al prestatario (Bandes) dos líneas de crédito, una por 10 mil millones de dólares y otra por 70 mil millones de yuanes, equivalentes a 10 mil millones de dólares.

En el convenio se establecía que PDVSA, en un plazo máximo de 10 años vendiera al comprador (CNUOC) 200 mil barriles diarios de petróleo (MBD) en 2010;  en 2011 se llevaría a 250 MBD y en el año 2012 y hasta la fecha, 300 MBD.

El fondo de financiamiento fue aumentado con el tiempo al pactarse sucesivos endeudamientos. De esa manera los recursos del fondo alcanzaron 50 mil millones de dólares. Se estima que los envíos actualmente están en el orden de 330 MBD. Pero a través de este tipo de convenios las empresas chinas tuvieron prioridad para acceder en los más importantes contratos en el área petrolera, en el sistema eléctrico nacional, en minería y otras áreas de la industria, así como la importación de alimentos, de tecnología e insumos y establecimiento de plantas automotrices, entre otros negocios.

Cabe destacar que esos fondos estaban pensados para proyectos de gran magnitud, pero en la práctica, por exigencias desde la Presidencia de la República, gran parte de los recursos se comenzaron a utilizar para campañas y otras necesidades menores distintas a la razón inicial. Al mismo tiempo, muchos de esos proyectos se financiaron con sobreprecios y pago de sobornos que más tarde desataron investigaciones en terceros países. En otros casos algunos proyectos de magnitud, no sólo en el área petrolera sino en el sistema eléctrico, quedaron inconclusos o a medio camino por el incumplimiento de los recursos de parte del gobierno de Maduro.

China y el petróleo

Desde los primeros años del chavismo, China ha sido favorecida con los más importantes contratos del área petrolera a través de diversas empresas que operan en Venezuela bajo la figura de empresas mixtas.

China National Petroleum Corporation(CNPC). Forma parte del grupo de empresas contratistas. El más reciente convenio se realizó a través de la empresa mixta (CNPC-PDVSA Petróleos de Venezuela (PDVSA) denominada Sinovensa, que opera fundamentalmente en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde cuenta con importantes concesiones para el procesamiento de crudo pesado. En este último proyecto convenido se realizó con el propósito de elevar la producción de esta concesionaria a 230 MBD, de 105 MBD, que según cifras oficiales produce actualmente. En este convenio también participa otra empresa China Huanqiu Contracting & Engineering Corporation (HQC).

Este plan de expansión se inició en 2013 con un aporte inicial de inversión del Banco de Desarrollo de China (BDC) de 4.015 millones de dólares.

El área que maneja Sinovensa en la Faja Petrolífera con sus socios chinos es el segundo campo de mayor participación extranjera en el país y el propósito de la nueva inversión es contrarrestar la caída drástica de la producción que ha sufrido el país en los últimos años.

Pero Sinovensa trabaja en otras áreas petroleras. Como parte  de esa expansión que busca el gobierno de Maduro, se estableció otro reciente contrato con las mencionadas  empresas chinas en la Planta de Mezcla Jose, en el Complejo Industrial José Antonio Anzoátegui, para elevar la producción. Esta empresa mixta trabaja en el oriente del país también en operaciones de mantenimiento.

Una de las filiales de China Huangiu Conntracting & Engineering Corporation, la empresa china Bohai Drilling Service, S.A., ha firmado también convenios para la aplicación de tecnologías en el proceso de producción. Actualmente Bohai Drilling Service se encuentra operando en el oriente del país y sus operaciones seguirán extendiéndose hacia occidente, según lo han informado las autoridades de PDVSA.

Actualmente, Bohai Drilling Service, S.A., se encuentra operando en el oriente venezolano y se prevé que se extienda hacia el occidente del país.

Sinopec. Es otra empresa china con concesiones en la Faja Petrolífera. La empresa estatal china Sinopec, y PDVSA acordaron  inversiones para desarrollar el campo petrolero Junín 1, en la Faja por 14.000 millones de dólares, en septiembre de 2013. Para ese momento se estimaba que producirían 200 mil barriles diarios. Junín 1 es uno de los bloques de explotación en los que está dividida la Faja Petrolífera del Orinoco, que según cálculos oficiales cuenta con cerca de 300.000 millones de barriles de petróleo, lo que hace que Venezuela posea la mayor reserva de crudo del mundo.

Pero no todas las relaciones con las empresas chinas han sido “solidarias”. Sinopec demandó a PDVSA en 2017 nada menos que en un tribunal estadounidense, “del mismo imperio” por incumplir un contrato por el suministro de varillas de acero por 43 millones de dólares en 2012, la mitad de los cuales no se cancelaron. PDVSA acordó pagar a Sinopec, 21,5 millones de dólares en 2017. En esa oportunidad, siendo China un importante apoyo financiero para el gobierno de Maduro, esa acción de esta empresa china, con importantes intereses económicos en Venezuela, fue interpretada por analistas como un gesto de que la nación asiática perdía la paciencia ante los incumplimientos de PDVSA en el contexto de la crisis económica que padece la estatal petrolera.

Sinopec ha sido una de las empresas chinas con la que se han establecido los más importantes acuerdos como el estudio para la construcción de una refinería en Cabruta, para procesar 400 mil barriles de crudo pesado de la Faja Petrolífera del Orinoco.

Reconversión en refinería Puerto La Cruz

Wison. Es una empresa china que se destaca por importantes contratos en construcción e ingeniería del sector energético y de alta tecnología. Esta firma ha trabajado en alianza con la surcoreana Hyundai & Engineering and Construction. Esta empresa  junto a la surcoreana son las principales contratistas de la “reconversión profunda” de la refinería de Puerto La Cruz de PDVSA, al norte del estado Anzoátegui, para garantizar el procesamiento del crudo pesado y extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco. Según la promoción, esta refinería sería la más grande e importante de todo el continente latinoamericano. El proceso se inició en el año 2014 y tiene un retraso de dos años. La inversión inicial fue de 8 mil 886 millones de dólares; a los cuales, en la actualidad se agregaron otros 5 mil millones de dólares. Se ha anunciado que ya está casi concluida la primera fase de Ingeniería, Procura y Construcción de las Unidades Auxiliares de la refinería.

Según Bloomberg, Wison Engineering Services ganó la licitación en estos día para recuperar el parque refinador del país, que se encuentra en una situación precaria, obteniendo como pagos productos derivados del petróleo como diesel en trabajos que pueden durar de seis meses a un año. Asimismo, informó que el grupo industrial Sulzer AG se suma a estos planes de recuperación en el área de servicios industriales.

El grupo Sulzer, de 63,4% de capital suizo y 48,33% ruso, del grupo ruso Renova, cuyo presidente es Víctor Vekselberg. Sobre el presidente del grupo Renova pesan sanciones de EEUU desde 2016 por sus vínculos con el presidente Vladimir Putin. Es el noveno hombre más rico de Rusia y apareció implicado también en la trama de presuntos pagos al ex abogado de Donald Trump, Michael Cohen.

En marzo de 2014, Hua Bangsong, el presidente de Wison, fue detenido en Shanghái por presunto soborno, según comunicado de la empresa enviado a la Bolsa de Hong Kong, donde cotiza desde 2012, sin ofrecer más detalles. Desde meses antes colaboraba con las autoridades en la investigación.

Wison se adjudicó además en 2012 la realización de la primera unidad flotante de procesado y almacenamiento de gas natural licuado (GNL) frente a las costas de Colombia.

Varios altos directivos petroleros, incluido el ex presidente de China Petroleum Corp (CNPC), Jiang Jiemin y Liao Yongyuan, ex vicepresidente de Petrochina y de CNPC, fueron sentenciados a 15 años de prisión luego de ser investigados en 2013 por las autoridades chinas, acusados de serias violaciones disciplinarias, un eufemismo habitual en los organismos oficiales para referirse a prácticas de corrupción. Se trata directivos de empresas estatales chinas que tienen importantes negocios e inversiones en Venezuela.

Estos hechos formaron parte de la mayor purga por corrupción en el gigante asiático desde el juicio a la viuda de Mao y la Banda de los 4. A Zhou Yongkang, ex jefe de seguridad de China, ex presidente de CNPC, lo condenaron a prisión perpetua luego de aceptar que recibió en sobornos 19 millones de euros) y se valió de su poder para beneficiar a cinco de sus aliados. Además su familia también fue procesada. Es de destacar que varios de estos directivos tenían además importantes cargos en el Partido Comunista Chino

Refinería Batalla de Santa Inés en Barinas

Otro contrato adjudicado a la empresa Wison de China en alianza con Hyundai Engineering & Construction, Hyundai Engineering y PDVSA, fue la Ingeniería, Procura y Construcción de la primera fase de la refinería “Batalla de Santa Inés” por un monto de 2 mil 310 millones de dólares. Este convenio se firmó en diciembre de 2013. El proyecto se levantaría en 5 terrazas de 142 hectáreas donde estarían las unidades de procesos y servicios industriales, edificios y planta de tratamiento de efluentes del complejo de este centro refinador. En su primera fase estaba previsto la producción de  gasolina regular, diesel y fuel; en la segunda fase de operaciones del complejo se ampliará a gasolina premium, querosén, jet A1, diesel, fuel oil y gas licuado de petróleo (GLP), combustibles que serán comercializados en los estados Apure, Portuguesa, Mérida, Táchira y Barinas.

El acuerdo firmado incluyó la construcción de una vía expresa de 39,8 kilómetros de longitud, desde el Complejo Agroindustrial Santa Inés (Local 004) hasta la carretera Troncal 005, a la altura de la población de El Corozo, ya que era una región que no contaba con vía terrestre de comunicación y para el inicio del proyecto fue necesario transportar materiales pesados por vía fluvial.

Hyundai Engineering & Construction es la empresa más importante de Corea del Sur en construcción general. Establecida en 1947, filial de Hyundai Motor Group.

Hyundai Engineering de Corea del Sur, creada en 1974, también filial de Hyundai Motor Group, que opera principalmente en el sector de infraestructura. Algunos temas relacionados a sus desarrollos son: logística, petróleo y gas, afuera, productos finales, proveedor de ingeniería, puertos y despachos,  aguas profundas,  contratista,  metanol,  contratista constructor,  refinerías y comercio.

Uno de los inconvenientes que se presentaron para llevar adelante este proyecto fue la poca disponibilidad de energía eléctrica en esa zona; sin la cual, una planta de esa dimensión era imposible de hacerla funcionar. Es de recordar que este proyecto ubicado en un zona tan intrincada fue “un sueño” de Chávez ordenado desde uno de sus programas “Aló Presidente”, para satisfacer tan alta inversión en su región natal.

De manera que para solucionar ese inconveniente fue contratada otra empresa china, Sinohydro, para construir la Planta de Generación Eléctrica de 100 MW de Barinas que se requería para la futura planta refinadora de crudo. La planta eléctrica fue construida con el aporte de 316 millones de dólares del Fondo Chino. Según los anuncios, la planta cubrirá las necesidades de energía del Complejo Industrial Santa Inés. La primera fase de la planta fue inaugurada en julio de 2017 y entregada a Corpoelec, paradójicamente por el ministro de Petróleo y ex presidente de PDVSA, hoy en prisión, Eulogio Del Pino, quien destacó el sueño de Chávez y halagó el trabajo de los chinos señalando que: “fue todo un reto para los trabajadores venezolanos y chinos responsables de la obra, ya que para su ejecución se incluyó un traslado fluvial inédito en el mundo de una carga extrapesada”.

Se trataron de 6 motogeneradores, fabricados en Finlandia e Italia, de 288 toneladas de peso cada uno que fueron izados sobre gabarras, especialmente acondicionadas, para que cruzaran las aguas de los ríos Orinoco y Apure. Ingresaron al país por el Delta del Orinoco, en diciembre de 2014 y permanecieron en custodia temporal en el Terminal Alianza de la empresa mixta Vhicoa-PDVSA, ubicado en Ciudad Guayana y posteriormente fueron trasladados a Cabruta, hasta que los ríos Orinoco y Apure, afectados por la intensa sequía que azotó al país en 2015 y 2016, alcanzaran niveles de navegabilidad.

Hasta el momento en el soñado proyecto de Santa Inés lo único que se ha realizado es el movimiento de tierra. Los socios recogieron sus maquinarias, las desmantelaron y se fueron; el personal de PDVSA fue reasignado. Tarek El Aissami, vicepresidente del área económica y ministro para Industrias y Producción, anunció en marzo de 2018 que la planta termoeléctrica Santa Inés entraría en funcionamiento y aportaría energía a esa región.

Sinohydro y sus escándalos

Sinohydro es una empresa china creada en 1950 que ha tenido una importante actividad en el continente, pero al mismo tiempo ha sido acusada de corrupción. Un trabajo publicado por el portal ecuatoriano, Conexiones 4P, destaca que en junio del 2017 el Banco Africano de Desarrollo l incluyó en una lista de empresas corruptas recomendando que no se lE contrate en ese continente por pago de sobornos a funcionarios en Zimbabwe y en Uganda. La empresa china también estuvo durante tres años en una lista de empresas corruptas elaborada por el Banco Mundial. Para salir de esa lista tuvo que pagar más de 6 millones de dólares en multas. Sinohydro también tuvo problemas con temas ambientales en Bolivia y en Honduras.

En marzo de 2018, El País de España, también publicó un informe sobre un escandaloso caso de corrupción de blanqueo de capitales en Andorra, en relación con el empresario venezolano Diego Salazar Carreño, hijo del ex guerrillero, ex constituyentista y miembro fundador del Movimiento Quinta República (MVR), Diego Antonio Salazar Luongo. Es primo de Rafael Ramírez que manejó los ministerios de Petróleo, Energía y Minería junto con la presidencia de PDVSA. Salazar consiguió contratos millonarios de empresas chinas que ejecutaron obras públicas entre 2002-2014. Está preso en el Servicio Bolivarinao de Inteligencia (Sebin) desde 2017.

El informe de la Contraloría en Ecuador en 2018 sobre los 10 proyectos viales y la presa Coca Codo Sinclair destapó un esquema mediante el cual China durante el Gobierno de Rafael Correa entregaba un crédito bajo la condición de que la adjudicación de la obra se hiciera a favor de determinada empresa, sin concurso público y sin transparencia. En casi todos los rubros se detectaron sobreprecios.

En Ecuador Sinohydro fue la empresa insignia de la inversión china al igual que en Venezuela durante la época chavista. De acuerdo a una investigación del diario El Universo, 33.5 % de los créditos chinos los captó Sinohydro, convirtiéndola en la compañía que más dinero recibió en contratos.

En Venezuela entre otros contratos relevantes suscritos con empresas chinas se destacan: un contrato de suministro de crudo y fuel oil entre PDVSA y PetroChina; un convenio para la construcción de 4 buques tanqueros VLCC (Very Large Crude Cargo) para la empresa mixta CV Shipping; un acta para la constitución de la empresa mixta Orinoquia y un memorando de entendimiento entre Petroquímica de Venezuela y China Petrochemical Corporation, Sinopec.

Grandes inversiones sin resultados

La realidad actual de PDVSA es que a pesar de las grandes inversiones realizadas con distintas empresas extranjeras, especialmente de Rusia y China, la producción de crudo, gasolina, derivados, petroquímica han sufrido un declive que no tiene precedentes en el mundo. De tres millones de barriles diarios (MMBD); este último año la producción apenas llega a 750 MBD.

A pesar de la alianza con estos dos países y los miles de millones invertidos para construir refinerías y reconvertir otras, la paralización de algunas unidades, con el funcionamiento de apenas 30% de su capacidad instalada que se registra en las más importantes plantas y las obras inconclusas, han llevado a una situación de colapso a esta industria venezolana.

Altas figuras que manejaron la industria petrolera, allegados al alto gobierno e intermediarios de contratistas, han sido señalados y procesados en tribunales de terceros países en donde se registran cuentas bancarias con cientos de millones de dólares entregados por sobornos y sobreprecios. Es de destacar que varias de estas empresas, chinas y rusas, sancionadas por diversos motivos y con directivos juzgados por corrupción, se han asociado a empresas de países occidentales democráticos para facilitar sus operaciones financieras internacionales.

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