Como en Venezuela, el kirchnerismo encontró el método para neutralizar a la oposición argentina en el Congreso
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La ciudadanía rechazó el avasallamiento de las instituciones republicanas con el uso de las medidas de contingencia aplicadas a propósito de la COVID-19.
Redacción | Primer Informe
Esta semana el kirchnerismo avisó que avanzará en sus planes como sea y parece haber encontrado una manera de neutralizar a la oposición en el Congreso.
El martes, la Cámara de Diputados argentina sancionó leyes de Turismo y Pesca sin los votos del bloque opositor de Juntos por el Cambio, que a pesar de estar presentes físicamente en la sesión, no pudieron votar.
El legislativo argentino sesiona de forma mixta, (virtual y presencial) pero el protocolo que se había establecido para esa metodología se venció y no hubo consenso para extenderlo.
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Los opositores habían pedido una prórroga, sesión por sesión o por 30 días con temas específicos. Pero pidió no abordar temas sobre la Justicia y sobre previsión social y movilidad jubilatoria.
El presidente del interbloque de diputados nacionales de Juntos por el Cambio, Mario Negri, dijo: «No hubo posibilidades, el bloque del oficialismo no quiso incorporar estas excepciones para la prórroga y como no hay consenso en la sesión de hoy no es válida, con protocolo caído estamos frente a una sesión presencial como rige el reglamento».
Aún así, el presidente de la cámara, el peronista Sergio Massa, avaló la extensión de las sesiones remotas e impidió que los diputados opositores, presentes en la sala de sesiones, votaran. El precedente se creó.
La mayor preocupación de la oposición al kirchnerismo es que con esa estrategia puedan neutralizarlos y avanzar con una reforma judicial, un proyecto muy cuestionado.
Los opositores han denunciado que en las sesiones virtuales se les silencia el micrófono y los oficialistas dan quórum con las cámaras apagadas.
También los gremios, afines al kirchnerismo, anunciaron que no permitirán sesiones presenciales en el Congreso mientras dure la pandemia.
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El mismo Negri lo ha calificado como un asalto al Poder Judicial y un ataque a la libertad de expresión. “No es una reforma judicial, es una disputa con Comodoro Py”, en referencia a los tribunales federales donde se llevan las causas de corrupción contra Cristina Kirchner.
El propio Alberto Fernández ha salido a aclarar la iniciativa sin disipar las dudas. «La reforma no es la que quiere Cristina», dijo el presidente este miércoles en una entrevista televisiva. Añadió que todos los casos «siguen en manos de los jueces que hoy los tienen».
Patricia Bullrich, presidenta del partido Propuesta Republicana (PRO, la agrupación de Mauricio Macri), dijo: “Todo el proyecto de reforma judicial del kirchnerismo es espurio, pero quizás lo más llamativo es la posición en la que dejan al periodismo: licuar la libertad de expresión para sentar a los periodistas en el banquillo de los acusados. Jueces denunciando periodistas. Clarito, ¿no? ”, Sostuvo la titular del PRO, Patricia Bullrich, en su cuenta de Twitter.
Con información de Vía País, Diario Uno, y Ámbito.
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