Un segundo buque con gasolina iraní de dudoso octanaje llega a Venezuela
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La casi inexistente producción de combustible de las refinerías venezolanas mantiene largas filas de conductores en las estaciones de servicio de Venezuela.
Redacción | Primer informe
El tanquero iraní Fortune entró hoy a aguas venezolanas, continuando el auxilio que Teherán ofrece a sus socios chavistas. El régimen de Maduro sigue siendo incapaz de reactivar la arruinada empresa petrolera, paralizada tras años de gestión corrupta.
El buque sigue la misma ruta que el Forest, embarcación que atracó en el puerto de El Palito el lunes para descargar combustible, según informó Refinitiv Eikon.
La flotilla, compuesta por tres embarcaciones, se completaría a finales de la semana con la llega del Faxon. En total, los tres tanqueros cargan aproximadamente 820.000 barriles de gasolina.
Pero, la calidad del combustible que transportan es cuestionada.
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De acuerdo con pruebas de laboratorio realizadas en el complejo refinador de El Palito, se determinó que el octanaje de la gasolina iraní que descarga el Forest es inferior a los 90 octanos, reportó el portal El Pitazo.
Una gasolina de mayor octanaje puede ayudar a los motores de los automóviles a funcionar de manera más eficiente. Sin embargo, la situación crítica de escasez de combustible obliga a dejar de lado el control de calidad, afirmaron trabajadores de la refinería.
Técnicos de PDVSA, indicaron que el Forest, una embarcación relativamente pequeña; trajo una carga de 270 mil barriles de gasolina. El volumen es insuficiente para cubrir la demanda total del país, añadieron.
Los 270 mil barriles que descarga ese tanquero en El Palito,(42 millones 930 mil litros) solo podrían abastecer la demanda local de gasolina por un mes, eso si se mantienen los severos esquemas de racionamiento en la venta.
Trabajadores de la estatal petrolera venezolana indicaron que si las refinerías locales estabilizaran sus labores de producción de gasolina, se podría mezclar con el combustible iraní para obtener un producto con estándares mínimos de calidad.
Los regímenes de Venezuela e Irán han fortalecido su alianza con intercambios de crudo, condensados, combustible, equipos para refinerías, oro y alimentos. También se sospecha que existe un comercio secreto de materiales con capacidades nucleares.
En los últimos días se han incrementado las protestas en poblados y caseríos por la falta de gasolina y servicios básicos como agua, electricidad y gas para cocinar que se han extendido por meses, según organizaciones que monitorean el conflicto social en Venezuela.
Con información de Reuters y El Pitazo.
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