Manipulación en elecciones internas de Podemos pone en jaque a Pablo Iglesias
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El chavismo español eligió su cúpula partidista usando el mismo sistema que un juez anuló hace pocos días por irregularidades.
Redacción | Primer Informe
En España, la sospecha sobre el voto telemático usado en las elecciones internas de Podemos reactivó la demanda contra la elección de Pablo Iglesias como líder máximo de la agrupación de izquierda radical.
El rival que tuvo Iglesias en esas elecciones se encuentra puliendo una demanda civil ante los juzgados de Madrid por los resultados de las elecciones internas de Podemos.
Esto es parte de lo sentenciado por un juzgado que dio la razón a un militante de base en la localidad de Collado Villalba, donde decidieron anular las primarias en esta agrupación política por manipulación de resultados.
En ambos procesos se usó el mismo sistema telemático de participación.
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Irregularidades a la vista
La reelección de Iglesias en mayo como líder del partido, contó con el 92% del apoyo en medio de una asamblea que registró la menor participación de su historia.
La votación, además, ya venía de un aplazamiento en marzo debido a la pandemia del covid-19.
Por esto se decidió que la Tercera Asamblea Ciudadana se celebró de forma telemática, pero además sin discusiones sobre los documentos que se votaban, ni entre los candidatos que aspiraban a formar parte de la nueva dirección.
El portal de noticias español Vozpópuli recogió declaraciones de Fernando Barredo, quien impulsaba una lista que se opuso a Iglesias, en las que confirmó que preparan una demanda.
«La sentencia sobre las primarias de Collado Villalba nos sirve de precedente a una demanda civil que estamos preparando y que vamos a presentar porque damos por agotado el plazo de espera para que por alguna vía interna tenga a bien el aparato del partido contestarnos a todo lo que hemos demandado», dijo Barredo.
Iglesias incumple Código Ético
Según el precedente establecido por la Fiscalía, en las elecciones internas de Podemos se «“vulneró el artículo 23.2 de la Constitución, manipulando el resultado de las urnas, no solo controlando el censo y la acreditación de los votantes, sino los tiempos en los que las urnas estaban abiertas, provocando de esa manera la alteración de los resultados”.
El citado artículo de la Constitución reconoce el «derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos».
Barredo ya pidió en marzo de forma cautelar que se paralice la Tercera Asamblea donde iban a renovar los cargos orgánicos del partido.
En su demanda original erguía una denuncia contra Pablo Iglesias y otros podemitas de su lista, de incumplir el Código de Ética al ocupar varios cargos institucionales además de su cargo en Podemos.
Se refería a Irene Montero, pareja de Iglesias, Ione Belarra y Noelia Vera Ruiz.
Barredo pedía medidas cautelares sin dar audiencia a Podemos «para evitar la elección fraudulenta».
Esta resolución de medidas cautelares se encuentra a la espera de resolución del Juzgado de Primera Instancia número 6 de Toledo, aunque sin sentido pues ya la asamblea se celebró.
Sin embargo, el juez trasladó la demanda a Podemos, pese a la pretensión del demandante.
Lo que respondió Podemos
La abogada de Iglesias, Marta Flor Núñez, defendió que la candidatura de Iglesias respetaba el Reglamento de Incompatibilidades, según el cual se puede ser parte del Gobierno y diputado.
Además acusó a Barrado de actuar con mala fe poniendo en riesgo la organización de una asamblea valorada en 150 mil euros.
Pero en el detalle de los gastos remitidos a la justicia, se revela el programa informático usado para votar.
Según el escrito, el software nVotes fue contratado por 20 mil euros.
Este mismo sistema fue el usado en las primarias de Collado Villalba, anuladas por un juez tras escuchar al responsable informático de Podemos quien afirmó que se «podía acceder a la votación y conocer quien había emitido el voto, y a favor de quién».
Según otro testigo, el desarrollador del programa nVotes informó que habían participado en cerca de treinta procesos electorales de Podemos.
Éste testigo dijo que la empresa podía conocer quién había votado pero no la preferencia de su elección.
Sin embargo especificó que el control de la votación lo ostentaba el partido, que tenía acceso al canal de participación y podía tomar conocimiento de los detalles.
Lea el informe completo de Vozpópuli, aquí.
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