La incómoda carta de los sacerdotes católicos cubanos que desafía al régimen castrista
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Los representantes de la iglesia critican abiertamente las acciones del régimen castrista en lo político, social y económico. También llaman al pueblo a ejercer sus derechos.
Redacción | Primer Informe
En Cuba, los cambios sociales experimentados en los últimos meses han significado una oposición más vigorosa y abierta de varios sectores hacia el régimen. A través de una extensa misiva, los sacerdotes católicos cubanos se unieron a esta nueva realidad en la isla.
Los religiosos se unen al rechazo que han hecho públicos varios sectores como el desafiante Movimiento San Isidro. Artistas y los tradicionales opositores tienen nuevos apoyos en una nueva era sin miedo de la comunidad cubana.
Las palabras de los sacerdotes católicos cubanos incomodaron a las altas esferas del castrismo.
“Deseando, como José Martí, una República donde se rinda culto a la dignidad plena de todo hombre y mujer, independientemente de sus pensamientos, de sus posturas e incluso de sus pecados personales”, reza parte de la carta.
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El llamado al pueblo cubano
Refiriéndose a pasajes del libro del Éxodo de la Biblia, señalan que la liberación no es obra solo de Dios. “Es obra también de un pueblo que se une en torno a la fe y al ansia de libertad. El pueblo tiene que co-implicarse, ponerse en camino, y aprender a vivir en libertad a través de un inmenso desierto que le supone numerosas renuncias”.
Señalan que el presente y el futuro de la isla también está en manos de los ciudadanos.
“Pero Dios trabaja con nosotros, y nos pide, como a Moisés, actuar nuestra parte de responsabilidad y libertad. Decía San Agustín: ‘El Dios que te creó sin ti, no te salvará sin ti’”.
Reconocimiento a la oposición
Los sacerdotes católicos cubanos, hacen una mención especial de quienes no comulgan con el régimen castrista.
“Cuba también es diversa desde el punto de vista político e ideológico», escribieron. «Hay numerosos sectores en la sociedad civil con otras orientaciones ideológicas que, aunque no son reconocidas oficialmente, están presentes”.
También hacen mención al uso que han dado al internet para quebrar la barrera estatal que evitaba el flujo de información y la capacidad del cubano para generarla.
“Precisamente este creciente fenómeno de comunicación social manifiesta que existe una diferencia entre la opinión pública y la opinión oficialmente publicada. Hay una realidad que no se publica, negándola en nombre de la ideología”, señalan.
El colapso comunista
Señalan que el sistema económico, político y social que rige a Cuba desde 1959 “ha sido incapaz de evolucionar”.
Citan un extracto de lo que la iglesia alertaba desde los años 90. “Más que medidas coyunturales de emergencia, se hace imprescindible un proyecto económico de contornos definidos, capaz de inspirar y movilizar las energías de todo el pueblo”.
Los sacerdotes católicos cubanos critican la nueva medida implementada por el castrismo con el “ordenamiento económico”.
Denuncian que el cubano de a pie vive acosado por el desabastecimiento y por los precios inalcanzables que deben pagar en una moneda extranjera que con mucho esfuerzo no pueden ganar.
“Eta situación lacera el valor del trabajo y con él, la mismísima dignidad humana. Depender de lo que otros manden del fruto de su trabajo, nos coloca inevitablemente en una situación de mendicidad”.
El cambio negado por la represión
“Cuba necesita cambios políticos”, aseguran los sacerdotes católicos cubanos.
Reiteran el compromiso de la iglesia por lograr un cambio pacífico que “lamentablemente, recibe la represión por respuesta”.
“La política necesita escuchar a la realidad y partir de ella, de lo contrario se convierte en ideología. Es un absurdo con terribles consecuencias sacrificar la realidad en el altar de una ideología”, señalan.
“La doble moral y la mentira se han convertido en elementos cada vez más habituales de nuestra cotidianidad. La falta de libertad de pensamiento y la censura estimulan la incoherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace”, señala la misiva.
Critican que todo en Cuba se tenga que mover desde lo prohibido. Que los cubanos deban recurrir al “mercado negro” para poder sobrevivir y que el ambiente en la isla sea movido por “el robo, el soborno y hasta el chanteje”.
También rechazan, “el ambiente de ‘sálvese quien pueda’, donde todo vale, muestra una corrupción que permea prácticamente todos los estratos sociales”.
Reconocen que el régimen castrista ha intentado rescatar los valores, pero señalan que no es solamente hablar por hablar.
“No basta decirlo ni amenazar con castigos severos, se necesita poner remedio en las causas, en el origen mismo de la corrupción. Este ‘poner remedio a la corrupción’ pasa, necesariamente, por proteger a la familia y renovar el sistema educativo”, argumentan.
La carta fue firmada más de 700s sacerdotes y laicos católicos cubanos el 24 de enero y se sigue difundiendo por toda la Isla.
Con información de Pensemos Juntos.
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