Narcotráfico

La gran operación del cartel de Sinaloa con narcojets de Texas

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La gran operación del cartel de Sinaloa con narcojets de Texas

Mientras la cocaína alcanza niveles récord de producción las organizaciones narcotraficantes amplifican sus capacidades para transportar la droga.

Redacción | Primer Informe

Una empresa basada en el estado de Texas, en una pequeña ciudad sin aeropuertos, registró al menos una docena de aeronaves para el cartel de Sinaloa.  

Aircraft Guarantee Corp (AGC) y sus empresas afiliadas vendieron y arrendaron a narcotraficantes las aeronaves. Algunas fueron después encontradas cargadas con toneladas de cocaína. Otras fueron abandonadas en pistas clandestinas.

Algunas de las aeronaves fueron identificadas en países como  Belice, Guatemala, Honduras y Venezuela, conocidas rutas de transito. Otros dos jets los detectaron antes de que despegaran con varios kilos de droga en México y Colombia. 

Sin embargo, la mayoría fue capturada en Guatemala. Ese país, con la selva más grande América Central, es escala obligada en la ruta de los narcojets.

Una corte federal de Texas afirma que AGC hizo sus negocios sabiendo que los aviones terminarían en poder de miembros de carteles.

Los socios de la empresa ganaron fortunas borrando de sus registros el rastro de los narcos. Los traficantes, al mismo tiempo, lograron mover cargas millonarias en unidades que tenían una codiciada matrícula con la letra ‘N’. Eso indica que está registrada en EEUU y por eso es menos susceptible a ser investigada en otros países.

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La justicia estadounidense señala a ocho dueños, ejecutivos y socios de AGC de varios delitos relacionadas con lo que describe como “una compleja conspiración internacional de tráfico de drogas” y lavado de dinero.

Las acusaciones

Todos los acusados, incluso la dueña de AGC, Debbie Mercer, fueron arrestados por agentes federales. Podrían llegar a obtener una condena de cadena perpetua.

El caso describe alrededor de 350 millones de dólares en presunta actividad criminal desde 2016. Se alega que los clientes de AGC usaron las ganancias por la venta de droga para comprar más aviones y cocaína. Los adquirían haciendo transacciones de bancos a corporaciones fantasmas en EEUU.

“El uso de aeronaves registradas en Estados Unidos por estas organizaciones criminales y sus redes de asociados representa un peligro claro y presente para la seguridad de nuestro país”, advirtió sobre este caso el fiscal federal Nicholas J. Ganjei, en un comunicado.

Mientras la producción de cocaína se mantiene en niveles récord en América del Sur, la tendencia a usar narcojets también crece. Así lo establece un estudio de la Administración para el Control de Drogas (DEA) de EEUU.

La producción de cocaína pura llegó, en 2019, a  1.886 toneladas métricas en Bolivia, Colombia y Perú. Esos tres países son los que dominan ese mercado ilícito. De Colombia, el mayor productor, salieron 936 toneladas de la droga ese año.

En un aeropuerto de Bogotá, la Policía colombiana arrestó en enero de 2020 a varias personas que abordaban un jet con matrícula N777EH, otro avión gestionado por la empresa texana AGC. Al registrar el equipaje encontraron casi 200 kilos de cocaína. Se dirigían a la ciudad de Tapachula, en el estado mexicano de Chiapas.
Narcojets capturados

Uno de los primeros narcojets gestionados por la empresa texana AGC fue identificada en Venezuela. Pero nunca salió de ese país. La aeronave, con siglas N241CW.  Llevaba 1.2 toneladas de cocaína cuando se estrelló en Venezuela a finales de 2018.

Un año antes, el empresario Carlos Rocha Villaurrutia lo había comprado a través de la empresa TWA, socia de AGC. Lo registró en la Administración Federal de Aviación (FAA) para volarlo desde Phoenix (Arizona)  hacia Ciudad Juárez (México).

El 7 de enero de 2019, un mes después del choque en Venezuela, TWA trató de deslindarse solicitando una cancelación para exportar la unidad a México. Rocha Villaurrutia, radicado en Texas, es uno de los implicados en este caso.

Otro avión usado por el cartel tenía la matrícula N311BD. El dueño era Heriberto Gastelum Calderón, un narcotraficante sinaloense. Pero Kayleigh Moffett, una ejecutiva de AGC, transfirió ese jet a la flotilla de su empresa. Luego solicitó un permiso para volar la unidad en México el 16 de diciembre de 2019.

De esa manera, el mafioso quedó fuera del radar incluso teniendo antecedentes por distribución de drogas en EEUU. Lo habían arrestado en diciembre de 2007 en Cleveland, Ohio.

El FBI l lo encontró con 14 kilos de cocaína valorada en más de dos millones de dólares, más de $80,000 en efectivo.

Con información de Univisión.

 

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