Las fallas del billonario plan de Biden para salvar a EEUU de la pandemia
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Casi 4 billones de dólares planea invertir el Gobierno federal de EEUU en iniciativas asistencialistas y de estímulo para promover la construcción de infraestructura y aumentar la capacidad manufacturera del país.
Redacción | Primer Informe
A propósito de sus primeros cien días en el cargo, el presidente Joe Biden se dirigió al Congreso estadounidense en un discurso que delineó el camino que seguirá su administración.
El núcleo de las ideas planteadas por el mandatario están centradas en la expansión del gasto y las capacidades del Gobierno federal.
Estados Unidos «está emergiendo de nuevo», dijo en un tono optimista. También pidió una expansión de los programas federales para impulsar la economía reportó la agencia AP.
Detrás de esa demanda está el escenario de la pandemia que justificaría extender ampliamente la red de seguridad social en una escala sin precedentes desde hace al menos 40 años.
4 billones de dólares
En concreto, Biden quiere gastar casi cuatro billones de dólares en programas federales de estímulo a la economía. El dinero se destinará a dos iniciativas macro: El American Jobs Plan y el American Families Plan.
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Las dos propuestas son una continuación del Plan de Rescate que ya entregó miles de millones de dólares en ayuda a los estadounidenses.
Con el American Jobs Plan, EEUU llevará el gasto público a una escala que según la propia Casa Blanca no seha visto desde que el país ganó la carrera espacial en la década de 1960.
Propone que creará millones de buenos empleos, reconstruirá la infraestructura física y la fuerza laboral de nuestro país. Además, fomentará la innovación y la industria manufacturera doméstica. EL plan apunta a que EEUU pueda competir con China.
De acuerdo con la propuesta inicial, este plan se financiará en gran parte con un aumento en los impuestos a las grandes corporaciones. Así se recaudarían los 2 billones de dólares que se invertirían a lo largo de una década.
Por otro lado el American Families Plan, que estuvo ayer en el discurso del presidente, es un plan asistencialista. «Es una inversión en nuestros niños y nuestras familias, ayudando a las familias a cubrir los gastos básicos con los que tantos luchan ahora», dice la propuesta de Biden.
Más división política
Para avanzar en sus proyectos, Biden debe lograr un consenso con una parte de partido Republicano en el Congreso. Y a juzgar por cómo va hasta ahora tendrá muchos obstáculos que superar. Incluso algunos miembros de su propio partido han cuestionado el costo de las propuestas.
Desde el bando republicano cuestionan el trasfondo detrás de los planes de Biden. fundamental de las propuestas. En una respuesta al discurso de Biden, el senador Tim Scott acusó a los demócratas el miércoles de dividir al país.
Scott, quien representa a Carolina del Sur, menospreció las prioridades iniciales del nuevo presidente. Dice que son expansiones derrochadoras del gran gobierno.
«Deberíamos ampliar las opciones y oportunidades para todas las familias», dijo Scott. Pero cuestionó que el plan parece atender a una agenda que concuerda con los intereses políticos del partido Demócrata.
“Necesitamos políticas y progreso que nos acerquen más. Pero tres meses después, las acciones del presidente y su partido nos están separando más», agregó Scott.
Planes defectuosos
Las ambiciosas y costosas propuestas de Biden también han generado interés en los analistas. Pues, a pesar de ya haber invertido una gran cantidad de recursos, la recuperación económica estadounidense no es tan fuerte como aparente ser.
El economista español Daniel Lacalle, explicó en un artículo que la calidad de la recuperación económica en EEUU es «extremadamente pobre». Sustenta su argumento con datos.
«Nadie puede hablar de una fuerte recuperación cuando la utilización de la capacidad de la industria está en el 74%, masivamente por debajo del nivel del 80%.», sostiene.
Agrega que también que la participación de la población activa se sitúa en el 61,5%, y está estancada en esa cifra. «El desempleo puede estar en el 6%, pero sigue siendo casi el doble de lo que era antes de la pandemia», agregó.
Y que aunque han disminuido, las solicitudes continuas de subsidio de desempleo se mantienen por encima de los 3,7 millones en abril.
«Estas cifras hay que ponerlas en el contexto de la carrera de gastos sin precedentes y del estímulo monetario. Sí, la recuperación es mejor que la de la eurozona gracias a un rápido y eficaz despliegue de vacunas y al dinamismo del tejido empresarial estadounidense», sostiene Lacalle.
Explica que las cifras muestran que una parte relevante de los planes de estímulo posteriores no han hecho más que perpetuar el exceso de capacidad. También ha mantenido vivas a las empresas «zombis» que tenían problemas financieros antes del covid-19.
Y, por supuesto, ha hinchado el déficit estructural del gobierno y el gasto obligatorio», concluye Lavalle.
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