Esta es la solución del «papa negro» para Venezuela
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El sacerdote venezolano Arturo Sosa, superior general de la Compañía de Jesús, analiza la situación política en su país y señala que Nicolás Maduro es un dictador.
Redacción | Primer Informe
Los últimos movimientos políticos en Venezuela han devuelto el interés en la posibilidad de una salida a la terrible situación económica, política y humanitaria de ese país suramericano.
El sacerdote católico venezolano Arturo Sosa, hizo un análisis de la situación actual de su país en un entrevista con el diario argentino La Nación. Sosa es superior general de la Compañía de Jesús. Al ser cabeza de esa importante congregación, la más numerosa en la iglesia Católica, se le conoce como el papa negro.
Sosa, quien lamenta la deplorable situación de su país de la que culpa al chavismo, piensa que la salida solo puede ser política. Sin embargo, su análisis de los intentos de negociación entre la clase política venezolana es demoledor.
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El fracaso de los diálogos en Venezuela
Asegura que han fracasado, básicamente porque el chavismo las ha manipulado para reforzar su poder mientras que las fuerzas democráticas acuden a los procesos sin visión política de largo plazo.
Sosa no vacila en calificar al chavismo como un «régimen dictatorial» del que «Maduro es la cabeza. Aclara que todo forma parte de un sistema que instauró Hugo Chávez. Ese sistema es más fuerte que las personas que lo puedan dirigir en un momento determinado.
«Chávez tenía una concepción de poder que se le reforzó con la relación con Fidel Castro. Era la idea de un poder absoluto y armó un sistema», explica el papa negro. Además, detalla que la base ideológica del chavismo es la misma que la del fascismo.
«En Venezuela, como en la Argentina, fue muy poderosa la teoría positivista en el final del siglo XIX y comienzos del XX. Y uno de los mayores pensadores positivistas venezolanos, Laureano Vallenilla Lanz, formuló la teoría del ‘César democrático’… una de las primeras cosas que dije yo de Chávez es que estaba repitiendo la teoría del ‘César democrático’, en el modo de justificar su presencia en el gobierno cuando ganó las elecciones en el 1999».
Resalta que los partidos políticos democráticos que están representados en el gobierno de Juan Guaidó son: «uno de los ingredientes que está ahí… una corriente que se ha hecho un espacio en la vida pública venezolana, es algo de lo que no se puede prescindir».
La oportunidad en la crisis
La grave situación humanitaria de Venezuela es para Sosa un escenario en el que obligadamente tiene que surgir una solución consensuada.
«Creo que precisamente por las condiciones tan adversas el análisis de las situaciones, por parte de los políticos tiene que estar más centrado en la gente y las propuestas a largo plazo. «Si se propone únicamente como una lucha por el poder o por ganar elecciones, no se arregla», advierte Sosa.
«Arrancando de ahí y viendo la carencia de medios económicos y políticos que hay en este momento, no nos queda más remedio que entendernos, que buscar juntos una vía. Una vía que sea inclusiva, porque el tema no es ‘quítate tú pá ponerme yo’, sino cómo incluimos y cómo negociamos para incluirnos», detalla el sacerdote.
La intervención internacional en Venezuela
La cabeza de los jesuitas también se refiere a «la ilusión de que es posible una invasión». Dice que se trata de algo imposible e indeseable. «Eso no sería una solución, sería cambiar de problema».
De la misma forma, reivindica la intervención de otros países en la salida política a la crisis venezolana.
«La negociación se va a hacer con apoyo internacional, como unas elecciones que sean creíbles tienen que ser con transparencia internacional. Creo que el Papa primero por una parte descarta un tema de invasión para sanar y que sean otros que solucionen el problema», afirma Sosa.
Pero la solución al problema tiene que ser de los venezolanos y que «sin acompañamiento es mucho más difícil» encontrar esa salida, sostiene.
Para el papa negro, los problemas de Venezuela no son aislados en América Latina. Pero tienen un vínculo especial con el tema colombiano. «O sea los tropezones del proceso de paz en Colombia tienen una repercusión directa en Venezuela. Y viceversa: la solución de los problemas de Venezuela ayudarán a la paz de Colombia, sin duda», dice.
Con información de La Nación.
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