Así es como Cuba financia y mantiene al narcoterrorismo colombiano
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Fuentes aseguraron que la atención médica para el narcoterrorismo colombiano siempre fue gratuita y todo corría por cuenta del gobierno cubano.
Redacción | Primer Informe
La isla de Cuba históricamente ha sido el centro médico y santuario para el narcoterrorismo colombiano, tanto para atender enfermedades de sus integrantes como para refugiarse mientras se desarrollan negociaciones una vez con el permiso del gobierno colombiano y otras de manera clandestina.
Lo cierto es que la dictadura castrista siempre fue uno de los pilares del narcoterrorismo colombiano, en especial del ELN.
Este movimiento guerrillero colombiano nació a rebufo de la revolución para desalojar a Fulgencio Bautista y al mundo capitalista, si bien, en sus últimos años de vida, Fidel Castro afirmó que no tenía sentido persistir en la lucha armada, señala la información de El Mundo.
Y lo que decía Castro no estaba tan alejado de la realidad porque los subversivos nunca conquistaron la Casa de Nariño. Por el contrario, aprovechando las bondades de la democracia triunfaron los regímenes totalitarios de izquierda en Venezuela y Nicaragua.
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La relación del narcoterrorismo colombiano con Cuba
“Cuba ha tenido dos etapas en su relación del ELN. Hasta mediados de los 90, era un apoyo a la acción armada y en ese contexto, recibía heridos y le ayudaba en toda la atención médica». Esto lo relata León Valencia, ex integrante de la dirigencia del ELN de la que se desmovilizó en 1994,
«Luego, una segunda larga etapa donde Fidel dijo: apoyamos negociaciones de paz y no más accionar militar; era muy radical en que la lucha armada ya no tenía vigencia en América Latina”, señala el ex guerrillero.
En ese contexto, Cuba recibía a las delegaciones del ELN y atendían la salud de los enfermos como una contribución a las negociaciones, según el ahora analista y director de la ONG Paz y Reconciliación.
Alias Gabino el último en recibir atención cubana
Según El Mundo el último jefe máximo del narcoterrorismo colombiano del ELN en recibir atención médica de Cuba, fue Nicolás Rodríguez Bautista, alias Gabino.
Gabino, lideró al ELN desde la muerte del cura Pérez, en 1998, el misionero español que cambió los hábitos por los fusiles, hasta el pasado mes de junio.
El pasado 24 anunció que dejaba el cargo. Bajo su mando completó un extenso prontuario de homicidios, secuestros, extorsión, actos de terrorismo, reclutamiento de menores de edad, desaparición forzosa y amenazas.
«Me encuentro en un tratamiento de salud, que debo continuar», adujo en su comunicado de renuncia.
Alias Gabino aterrizó en La Habana en 2018. La administración de Juan Manuel Santos le dio luz verde «por razones humanitarias» para unos días de julio y luego extendieron la autorización una semana más, hasta el 6 de agosto.
Su arribo a Cuba fue antes de la toma de posesión de Iván Duque, para que pudiera «realizarse un chequeo médico periódico en una institución de salud de Cuba», según rezaba la solicitud de los terroristas.
Aquella vez salió por Caracas y el chavismo asumió el transporte hasta la isla.
En Cuba aprovechó su estancia para asistir, en 2018, a las exequias en La Habana de Luisa Viviana Madero, alias Paula. Esta terrorista no pudo superar un accidente cardiovascular tras pasar veinte días ingresada en la UVI.
La atención médica para el narcoterrorismo colombiano era gratis
Un diplomático colombiano que pidió la reserva de su identidad por cuestiones de seguridad, aseguró a El Mundo que “todos los miembros del COCE (máximo órgano directivo del ELN) y sus amigos tenían atención médica en Cuba y corría por cuenta del
«Es una colaboración cubana con ellos porque el castrismo prácticamente cofundó el ELN. Gabino iba periódicamente a exámenes. Siempre ha tenido un vínculo importante con ellos, mucho más que con las FARC, con las que hubo divergencias», dijo la fuente.
Las posiciones se acercaron durante las negociaciones de paz entre Santos y las FARC. En ese momento la dictadura cubana se convirtió en un médico privado para sus comandantes.
Su jefe máximo, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, que había sido atendido por los cubanos con anterioridad por un problema coronario, voló de Bogotá a La Habana para recibir un largo tratamiento en el Centro de Investigaciones Médico Quirúrgicas (Cimeq).
Las razones médicas que llevaron a Timochenko a Cuba fue «un ataque isquémico transitorio (AIT)». Para entonces el paciente lideraba la Fuerza Alternativa del Común, el partido de las antiguas FARC.
«Venir a Cuba es llegar a mi segundo hogar. El aporte a la paz de su gobierno y su pueblo lo agradeceremos por siempre», escribió en ese momento Timochenko.
También aquel año Oscar Montero, alias El Paisa, e Iván Márquez, recibieron asistencia sanitaria en La Habana. Ambos fundaron más adelante unas nuevas FARC-Ep, aliadas del chavismo, que en la actualidad siembran el terror en diversas zonas de Colombia y Venezuela.
Contrario a su antecesor, Iván Duque ha pedido a Cuba que extradite a los comandantes del ELN por sus atentados, pero es improbable que la dictadura cubana acate la demanda.
A fin de cuentas, la isla siempre fue un aliado de vieja data del narcoterrorismo colombiano y protege a sus comandantes.
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