Armada Bolivariana intenta actualizarse sin ayuda de China, Rusia o Irán
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La actualización y modernización de la flota militar venezolana recae totalmente en personal venezolano sin ningún tipo de asistencia extranjera.
Redacción | Primer Informe
Sin la ayuda de sus principales proveedores de armas, Rusia y China, el régimen de Nicolás Maduro emprende una modernización en parte de la flota perteneciente a la Armada Bolivariana de Venezuela.
Este componente de las fuerzas militares venezolanas es el que ha recibido menor inversión y menor dotación. Si se compara con la modernización y adquisición de equipos de la Aviación Militar venezolana, es notorio el relegamiento de la Armada.
Mientras la asistencia rusa y china es abundante en el Ejército y la Aviación, «esta ha sido muy específica en la naval, pues la misma se concentra en los sistemas de armas de la Infantería de Marina y de la Aviación Naval», informa el portal Defensa.com.
La escasez de medios y tecnología nacional implica una severa minusvalía para conseguir una actualización importante de la flota.
La Armada venezolana se enfrenta con una carencia de unidades de superficie, submarinas y aéreas operativas. Esto ocurre pues desde su llegada al poder hace casi 20 años, el chavismo cortó sus lazos de cooperación militar con los países occidentales.
Es precisamente de estas naciones de donde provienen casi todas las unidades de la Armada. Adicionalmente, restricciones a la venta de armas y tecnología militar por parte de EEUU, desde tiempos de George W. Bush, hacen casi imposible modernizar las unidades existentes con la asistencia de los fabricantes.
Aún así, el componente naval intenta importantes programas de actualización y mantenimiento de sus sistemas de armas.
Actualización endógena
Ahora, los astilleros de Diques y Astilleros Nacionales C.A. (DIANCA), la Unidad Naval Coordinadora del Servicio de Carenado de la Armada (UCOCAR) y PDVSA Naval, ejecutan mantenimientos profundos en varias embarcaciones.
Tres patrulleros oceánicos de vigilancia, un buque de vigilancia litoral, a una patrullera de combate, están recibiendo esos mantenimientos. También cerca de una docena de unidades de menor calado de los comandos de Escuadra y Guardacostas.
Pero todo ese trabajo es ejecutado por personal venezolano sin ningún tipo de asistencia extranjera.
Desarmados en el mar
Actualmente, la Armada Bolivariana de Venezuela tiene dos submarinos. Ambos se encuentran en mantenimiento. En consecuencia Venezuela no tiene flota submarina activa. Es decir, carece de ese componente crítico de la disuasión marítima y de las operaciones estratégicas.
En cuanto a los buques de superficie, la punta de la lanza son las fragatas clase Mariscal Sucre, construidas en Italia en la década de 1980 por Cantieri Navali. De seis embarcaciones de este tipo que funcionaban solo están operativas tres: General Urdaneta (F-23), General Salom (F-25) y Almirante García (F-26).
También están activas las patrulleras clase Constitución y Federación, de construcción británica, fabricadas en la década de 1970. El resto de la flota está compuesta por una variedad de buques de transporte, buques logísticos y embarcaciones auxiliares.
En la última década, la Armada adquirió los patrulleros de altura clase Guaiquerí, fabricados en España por Navantia. Estos son el Guaiquerí (PC-21), Warao (PC-22), Yecuana (PC-23) y Kariña (PC-24)
Venezuela también es un paria militar en la región por lo que la Armada venezolana tiene pocos socios con los que entrenar y mejorar su capacidades.
Con información de Defensa.com.
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