La propuesta es el resultado final del trabajo de un consejo predominantemente conservador que, utilizando como base un borrador inicial preparado por un grupo de expertos, trabajó para redactar la nueva propuesta de constitución.
Redacción | Primer Informe
El Consejo Constitucional de Chile presentó el martes el texto finalizado de un proyecto de constitución al presidente de extrema izquierda del país, Gabriel Boric, un borrador escrito por un cuerpo de legisladores de mayoría conservadora que puede reemplazar la constitución actual.
Boric inmediatamente hizo el llamado oficial a un Plebiscito Nacional, una votación popular sobre la adopción del documento.
La propuesta constitucional conservadora estará sujeta a aprobación mediante un referéndum nacional obligatorio el 17 de diciembre. Si se aprueba, el texto reemplazará la actual estructura legal central de Chile, implementada en 1980 durante la dictadura de Augusto Pinochet y enmendada 31 veces en los últimos 43 años.
La propuesta es el resultado final del trabajo de un consejo predominantemente conservador elegido en mayo que, utilizando como base un borrador inicial preparado por un grupo de expertos y legisladores, trabajó para redactar la nueva constitución propuesta.
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El próximo plebiscito de diciembre marcará el segundo intento consecutivo de reemplazar la llamada “Constitución de Pinochet” después de que Chile rechazara abrumadoramente una propuesta constitucional de extrema izquierda en septiembre de 2022.
Chile ha sido sometido a una larga campaña izquierdista de varios años para reemplazar su constitución actual. La campaña comenzó originalmente durante la administración del expresidente de “centroderecha” Sebastián Piñera en 2019. En ese momento, grupos de alborotadores de izquierda tomaron las calles para protestar violentamente contra un aumento propuesto del cuatro por ciento en las tarifas del transporte público. Aunque los planes de aumento de las tarifas del transporte público fueron rescindidos, sus demandas finalmente escalaron hasta exigir una nueva constitución para Chile.
Piñera finalmente cedió a las demandas izquierdistas de una nueva constitución, iniciando un proceso de dos años marcado por continuas protestas violentas y disturbios. El proceso constitucional continuó bajo la actual administración del presidente de extrema izquierda Gabriel Boric, quien apoyó abiertamente la campaña de los manifestantes.