Congresistas demócratas piden a Biden “compasión” para regímenes de Maduro y Castro
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El esfuerzo, liderado por la representante Veronica Escobar, copresidenta de la campaña de reelección de Biden, establece un enfrentamiento con otro demócrata influyente, el senador Robert Menéndez.
Redacción | Primer Informe
Los demócratas liderados por legisladores de la Cámara de Representantes de los estados fronterizos están instando al presidente estadounidense Joe Biden a poner fin a las sanciones de la era Trump a Cuba y Venezuela que han golpeado las economías de esos países y han contribuido a una oleada de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos.
El empuje desde dentro del propio partido del presidente se produce cuando la administración de Biden espera una afluencia significativa de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México tras la expiración el jueves del Título 42.
El esfuerzo, liderado por la representante Veronica Escobar (demócrata de Texas), copresidenta de la campaña de reelección de Biden, establece un enfrentamiento importante con otro demócrata influyente, el senador Robert Menéndez (Nueva Jersey), el presidente de línea dura del Comité de Relaciones Exteriores del Senado que se ha cernido sobre la renuencia de Biden a revocar las sanciones del presidente Donald Trump.
«Los expertos coinciden ampliamente en que las amplias sanciones estadounidenses -ampliadas a un nivel sin precedentes por su predecesor- son un factor que contribuye de manera destacada al actual aumento de la migración», escribieron los legisladores de la Cámara en la carta a Biden. «Le instamos a actuar con rapidez para levantar las sanciones económicas fallidas e indiscriminadas que impuso la administración anterior».
Otros firmantes de la carta incluyen legisladores de estados fronterizos como la representante Nanette Barragán de California, Raúl M. Grijalva de Arizona y Greg Casar de Texas, así como miembros del ala progresista del partido, incluidas la representante Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York y la representante Rashida Tlaib de Michigan.
El gobierno de Biden ha registrado cifras récord de entradas ilegales a través de la frontera sur desde que el presidente asumió el cargo, y el secretario de Seguridad Nacional de Biden, Alejandro Mayorkas, dijo que espera que tales cruces aumenten aún más en los próximos días a medida que terminen las restricciones por la pandemia.
Los funcionarios estadounidenses han dicho que un gran número de migrantes en la frontera provienen de Venezuela, donde las amplias sanciones financieras y sectoriales de Trump han contribuido a «dificultades en el acceso a los alimentos, el deterioro de los servicios sociales y los bienes públicos, desde la atención médica hasta la energía y el agua; retrasos en la importación de vacunas esenciales; aumentos en la pobreza y la desnutrición» y otros resultados negativos, argumentan los autores de la carta.
«Poner fin a estos regímenes de sanciones económicas indiscriminadas es una parte indispensable para abordar la crisis migratoria», afirman los autores.
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Negociaciones en marcha
El Gobierno de Biden ha dicho que está dispuesto a levantar algunas sanciones a cambio de medidas que tome el Gobierno de Nicolás Maduro, como no prohibir a los candidatos de la oposición presentarse contra él, pero la mayoría de las sanciones que Biden heredó de Trump siguen vigentes.
Trump, de la mano de su ex asesor de seguridad nacional John Bolton, hizo del cambio de régimen en Venezuela una de sus principales prioridades. En su momento, la oposición del país apoyó una «campaña de máxima presión» de sanciones para forzar a Maduro a abandonar el poder. Pero ahora incluso algunos miembros de la oposición han pedido una relajación de las sanciones estadounidenses para proporcionar alivio a los venezolanos y evitar que Washington sea el chivo expiatorio de los problemas del país.
«Si seguimos por este camino, Venezuela está destinada a ser otra Cuba», dijo Fernando Blasi, el nuevo enviado de la oposición venezolana a Estados Unidos, a Associated Press en abril. «Se convertirá en un problema para que los políticos de Florida ganen elecciones. … Ese sería un destino extremadamente triste para un país».
Ex altos funcionarios de la administración Obama, como Ben Rhodes, también han cuestionado la continuación de las sanciones por parte de la administración Biden, diciendo que «hay algo hipócrita en una política en la que aumentamos tanto estas sanciones en nuestro propio hemisferio que está llevando a toda esta gente a nuestra frontera, y luego cerramos la frontera a esa gente. … Mi sugerencia es que empecemos a deshacer esas sanciones».
La respuesta de Bob Menéndez
El senador demócrata Bob Menéndez, presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, envió ayer 11 de mayo una carta a varios colegas de la Cámara de Representantes oponiéndose con vehemencia a sus llamamientos para que la administración Biden revierta las políticas de sanciones a Cuba y Venezuela.
Menéndez comparte sus preocupaciones sobre la necesidad de ampliar drásticamente los esfuerzos para hacer frente a los factores que obligan a las poblaciones vulnerables a huir de sus países de origen. Pero rechazó la evaluación de sus colegas de que las políticas de sanciones de EE.UU. son los principales contribuyentes a esta crisis, y pidió un enfoque integral para gestionar los flujos migratorios y de refugiados en el Hemisferio Occidental.
«La verdad es que los cubanos y venezolanos están abandonando su patria debido a un simple hecho: están sufriendo bajo el yugo de dictaduras brutales que reprimen violentamente a sus ciudadanos y que han destruido las economías de sus países a través de la mala gestión generalizada y la corrupción», escribió Menéndez.
«Estas acciones, y no las políticas de sanciones de Estados Unidos, son las responsables del actual éxodo de refugiados y migrantes venezolanos y cubanos. Eliminar las sanciones de Estados Unidos a Cuba y Venezuela sólo traicionará nuestros valores democráticos y empoderará aún más a los dictadores criminales. Tal enfoque no haría nada para resolver los factores subyacentes que impulsan estas crisis, ni abordar los desafíos hemisféricos más amplios que están llevando a niveles sin precedentes de migración, incluyendo otra dictadura criminal en Nicaragua, un estado fallido en Haití, el empeoramiento de la actividad criminal en México y América Central, y los desafíos económicos duraderos relacionados con la pandemia COVID-19.»
Al pedir una respuesta más contundente para asegurar las fronteras de Estados Unidos mediante la gestión de la migración y los refugiados en las Américas, Menéndez destacó su Plan Menéndez, publicado recientemente, en el que pide que Estados Unidos tome medidas adicionales para reforzar la asistencia humanitaria, ampliar las vías legales de migración para las poblaciones de migrantes y refugiados, y dedicar recursos financieros adicionales a programas para ayudar a los migrantes a integrarse en las comunidades que los acogen en las Américas.
«Si queremos abordar con seriedad estos urgentes desafíos, no podemos confiar en llamamientos equivocados para el levantamiento unilateral de las sanciones de Estados Unidos a Cuba y Venezuela», añadió Menéndez. «A pesar de nuestro desacuerdo… sé que compartimos el compromiso de abordar nuestros desafíos de migración y refugiados de una manera humana y espero seguir trabajando con usted en la búsqueda de un terreno común para comprometer a la administración Biden en apoyo de estos esfuerzos.»
Con información de Foreign Relations Committee y Washington Post.
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