El Sebin: Una policía de inteligencia dedicada al terror
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Una policía política particular. El Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin), se ha convertido en pieza fundamental para el régimen de Nicolás Maduro.
Fue creado en 2010, en sustitución de la antigua Dirección de los Servicios de inteligencia y Prevención (Disip), y desde la muerte de Hugo Chávez en 2013, ha significado un gran aliado para la gestión de Maduro, quien le ha destinado presupuesto y equipo con tecnología avanzada para que este grupo pueda desenmascarar de forma pública los planes de conspiración.
En el ojo del huracán
Desde el pasado 30 de abril, en Venezuela se presentó un alzamiento militar que contó con la liberación del dirigente político, Leopoldo López, quién tenía arresto de casa por cárcel, él en su declaración ese mismo día, dejó saber que su liberación fue por orden del presidente encargado, Juan Guaidó, y también sirvió de mucho la colaboración de sus custodios asignados por el Sebin. Se presume que el director de ese cuerpo, el general Manuel Cristopher Figuera, fue personalmente a ejecutar su liberación, lo que en ese momento encendió las alarmas del gobierno.
Ante la creciente sospecha, Maduro no tardó en mover sus fichas, y resurgió el nombre del Gustavo González López, como nuevo director del servicio de inteligencia, esta sería la segunda gestión en el ente de López, quien también se desempeñó como ministro del Relaciones, Interiores, Justicia y Paz, entre 2015 y 2016, para luego de una ausencia notable en la dinámica política del país, resurgir como Consejero de Seguridad e Inteligencia de la Presidencia de la República, cargo que le fue asignado por Delcy Rodríguez.
Con estas acciones Figuera, ha sido marcado como un traidor a al gobierno de Maduro, teoría que se reafirmó con un comunicado que salió a la luz emitido por el mismo General, que expresaba su inconformidad con los ideales y formas de actuación de los funcionarios.
Violación a los Derechos Humanos
González López, destacó su gestión por perseguir a funcionarios, políticos y periodistas, además de infiltrar una gran cantidad de sus uniformados en instituciones del Estado, con la fiel premisa de depurar esos espacios de adeptos a la derecha o de cualquiera que no profese ideales revolucionarios.
Bajo su dirección, el Sebin aplicó las torturas mas sádicas y aberrantes jamás escuchadas en la historia venezolana, lo que le creó al cuerpo de inteligencia una fama que originó temor en la población, pues quien esté en contra del régimen puede esperar la visita de estos uniformados de negro, sin mediación alguna, solo con la esperanza de implorar justicia.
Otro mito que ronda, es la renombrada “Tumba”, celdas totalmente selladas, sin luz o ventilación que sirven de espacio de confinamiento, para que los capturados se desorienten, estos calabozos se encuentran en la sede ubicada en Plaza Venezuela, edificación que antes era ocupada por el Metro de Caracas.
El concejal del partido Primero Justicia, Fernando Albán, fue una de las lamentables víctimas, de este servicio político, en octubre del 2018 el dirigente se encontraba detenido en la sede de la institución y se convirtió en noticia internacional luego de que medios informaran su muerte, tras caer al vacío desde la ventana de un décimo piso del edificio sede del Sebin, en Caracas.
La versión el gobierno sobre el caso del Concejal, fue el suicidio, pero esto fue desestimado de manera inmediata por la derecha venezolana, alegando que era un hecho imposible, y apuntaron que fue un interrogatorio que se salió de control y el cuerpo de Albán fue arrojado desde el décimo piso para crear una fachada.
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