Lo que hubo detrás de la operación que derribó al globo aerostático que volaba por EEUU
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«China salvaguardará resueltamente los derechos e intereses legítimos de la empresa afectada, y se reserva el derecho a dar nuevas respuestas si es necesario», respondió el gobierno chino.
Redacción | Primer Informe
Un caza estadounidense derribó el sábado un presunto dirigible espía chino sobre el océano Atlántico, frente a la costa de Carolina del Sur, poniendo fin a un espectáculo de tres días que dominó los titulares y creó un incidente internacional.
La operación tuvo lugar por orden del Presidente Joe Biden en el espacio aéreo estadounidense mientras el globo flotaba a la deriva sobre el agua. Altos funcionarios de Defensa dijeron que el globo fue derribado con éxito por un solo misil a las 2:39 p.m. «Les dije que lo derribaran», dijo Biden a los periodistas, durante una parada de viaje en Hagerstown, Maryland, de camino a Camp David.
El derribo del globo, de gran tamaño y lento movimiento, sobre el océano redujo el riesgo de que la caída de restos causara daños o víctimas, una preocupación que los mandos militares tenían a principios de semana cuando se desplazó hacia el este a través del país. Biden dijo que el miércoles dio autoridad al ejército estadounidense para derribar el supuesto globo de vigilancia con órdenes de dispararle una vez que ya no hubiera temor de poner en peligro a los estadounidenses en tierra.
«Nuestra principal preocupación era cómo podemos derribarlo sin crear riesgos indebidos para las personas o los bienes», declaró a la prensa un alto cargo de Defensa.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de China emitió un comunicado a última hora del sábado condenando el ataque. «El uso de la fuerza por parte de Estados Unidos es una clara reacción exagerada y una grave violación de las prácticas internacionales», decía el comunicado. «China salvaguardará resueltamente los derechos e intereses legítimos de la empresa afectada, y se reserva el derecho a dar nuevas respuestas si es necesario».
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Operación certera
La Administración Federal de Aviación restringió el espacio aéreo el sábado por la tarde sobre tres ciudades de Carolina del Norte y del Sur mientras los medios militares se colocaban en posición. El globo volaba a unos 60.000 pies, una altitud aproximadamente el doble de la del tráfico aéreo civil normal. Tras el derribo del globo no tripulado, según las autoridades estadounidenses, la Marina y la Guardia Costera han enviado varios buques para recuperar los restos y obtener información sobre su carga útil de vigilancia, que se describe como una cesta con equipos debajo de la nave.
Según las autoridades, los restos se encuentran esparcidos en un área de 11 kilómetros en el Atlántico, a una profundidad de unos 12 metros. Por el momento se desconoce la duración exacta de la misión de recuperación, pero se espera que dure días en lugar de semanas o meses. «Nos aseguraremos de trabajar estrechamente con el FBI en esa cadena de custodia», dijo el funcionario.
El Pentágono no ha revelado qué tipo de tecnología de espionaje lleva el globo chino, sólo que la «gran carga útil» no proporciona a China ninguna capacidad de vigilancia adicional a la que ya puede recoger a través de los satélites espía que actualmente orbitan alrededor de la Tierra.
El globo nunca ha supuesto un riesgo para la seguridad de los estadounidenses, pero sí ha sobrevolado lugares sensibles, un hecho que, según los funcionarios de defensa, les ha proporcionado nuevos conocimientos sobre la verdadera misión del globo. «Hemos aprendido cosas técnicas sobre este globo y sus capacidades de vigilancia», dijo el funcionario. «Y sospecho que si tenemos éxito en la recuperación de aspectos de los restos, aprenderemos aún más».
El gobierno chino confirmó el viernes que el enorme globo era suyo, aunque insistió en que se trataba simplemente de una «aeronave civil» utilizada para investigaciones meteorológicas que entró accidentalmente en el espacio aéreo estadounidense. El Pentágono ha refutado esta descripción benigna, afirmando que la aeronave era sólo la última de una serie de globos chinos que han sobrevolado Estados Unidos y otros países recogiendo información aérea.
El ejército estadounidense rastreó la trayectoria de vuelo del globo sobre las islas Aleutianas y Alaska el sábado pasado, luego a través de Canadá el lunes, y finalmente en los Estados Unidos sobre Idaho el martes, dijeron funcionarios. Biden pidió al Pentágono que presentara opciones en relación con el globo y los militares consideraron la posibilidad de derribarlo el miércoles mientras sobrevolaba Montana. En este estado se encuentra la base aérea de Malmstrom, una de las tres bases que albergan campos de misiles balísticos intercontinentales con cabeza nuclear. Al final, los mandos militares recomendaron no intentar un derribo por temor a que tal acto pudiera provocar la caída de escombros que pusieran en peligro a las personas en tierra.
Biden dio luz verde a los militares para derribarlo en cuanto fuera seguro. La noticia de la presencia del globo sobre Estados Unidos se conoció a última hora del jueves, cuando el Pentágono dijo que lo estaba vigilando al tiempo que denunciaba al gobierno chino por penetrar ilegalmente en el espacio aéreo estadounidense. El viernes, el Secretario de Estado Antony Blinken canceló un viaje a Pekín horas antes de partir, subrayando la seriedad con la que la Casa Blanca considera el incidente. Blinken habría sido el funcionario de más alto rango de la Administración Biden en visitar China y el primer secretario de Estado estadounidense en viajar a Pekín en seis años.
Mientras tanto, el globo seguía sobrevolando tranquilamente el centro de EE.UU., provocando que los habitantes del Medio Oeste alzasen el cuello con la esperanza de ver el inmenso avión blanco. Los republicanos del Congreso se dieron cuenta y pidieron que fuera derribado. El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, exigió una reunión informativa para la «Banda de los Ocho», un término coloquial para referirse a los líderes republicanos y demócratas del Congreso a los que el poder ejecutivo mantiene informados sobre asuntos clasificados de inteligencia.
El sábado, el globo llegó a la costa este y el ejército estadounidense dispuso aviones de ataque en posición. La Fuerza Aérea envió aviones de combate furtivos F-22 desde la Base Conjunta Langley-Eustis en Hampton, Virginia, junto con aviones de combate F-15 desde la Base de la Guardia Nacional Aérea Barnes en Westfield, Massachusetts. Por la tarde, según las autoridades, uno de los F-22 alcanzó una altitud de unos 58.000 pies y disparó un misil AIM-9X Sidewinder contra el globo que flotaba a menos de 10.000 pies de altura.
El misil supersónico aire-aire, que buscaba el calor, chirrió sobre el Atlántico, reventó el globo y lo lanzó al mar.
El Secretario de Defensa, Lloyd Austin, declaró en un comunicado que el derribo fue legal y correcto, dada la intrusión en el espacio aéreo estadounidense «para vigilar emplazamientos estratégicos en el territorio continental de Estados Unidos». Austin dijo que todas las acciones se llevaron a cabo en coordinación con el gobierno canadiense, que ayudó a vigilar y rastrear el globo en su tránsito por Norteamérica. Sin embargo, aún no está claro cuánto daño diplomático ha causado este incidente y si las acciones militares eran necesarias o una demostración de fuerza que marcará el comienzo de una era más polémica.
Información de TIME.
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