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Emergen nuevos detalles sobre asesinato del bebé venezolano en Trinidad y Tobago

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Emergen nuevos detalles sobre asesinato del bebé venezolano en Trinidad y Tobago

El abogado que representa a los migrantes venezolanos solicitará al gobierno les permita permanecer legalmente en la isla caribeña.

Humberto Andrade | Primer Informe

Tras el asesinato de un bebé venezolano de nueve meses por parte de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago, quedan muchas cosas por aclarar. Sin embargo, nuevos detalles sobre el trágico hecho han salido a la luz pública.

Un informe del medio Trinidad Express cita a testigos del homicidio del bebé que aseguran que los guardias costeros hicieron al menos 20 disparos contra la embarcación. El bote transportaba a 37 ciudadanos. Entre ellos, había 20 niños.

De acuerdo con el relato de algunos de los pasajeros del bote, la embarcación contaba con dos motores. Pero uno de ellos fallaba constantemente y se apagaba con frecuencia.

Eso habría sucedido desde que zarparon desde la localidad de Tucupita, capital del estado venezolano de Delta Amacuro, en el extremo nororiental de Venezuela.

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Ya casi llegando a Trinidad y Tobago el motor falló por completo y no volvió a encender. Eso dificultó más el viaje. Mientras avanzaban lentamente, escucharon una fuerte voz seguida de dos bengalas.

“Se disparó una bengala al aire y la otra bengala se disparó contra su bote. Poco después de que notaron las bengalas, escucharon fuertes golpes y se dieron cuenta de que el barco que se acercaba disparando las bengalas estaba disparando contra su bote”.

Auxilio tardío

Luego se dieron cuenta de que era el barco de la Guardia Costera. La embarcación transportaba a unos seis oficiales. «Todas las personas intentaron buscar refugio en el bote después de que se dispararan aproximadamente 20 tiros”, relató uno de los testigos.

Cuando los guardias costeros se acercaron al bote de los migrantes entendieron que le habían disparado al bebé. Llamaron a una segunda embarcación mucho más grande que ayudó a evacuar a los pasajeros.

«…primero sacaron a la madre del niño fallecido del barco, sola y la colocaron en su barco. Luego, los oficiales comenzaron a sacar a los migrantes restantes del bote y los colocaron en su embarcación. Todo mientras el bebé fallecido permaneció en el bote en el que fue asesinado”.

Los testimonios citados por la prensa de Trinidad fueron aportados por Luis Alexis Ramírez Cabral, Katiuska Daniela Gutiérrez y Lesbia Margarita Saavedra.

Más irregularidades

La Guardia Costera defendió su actuación en el caso alegando que los oficiales actuaron en defensa propia. La persecución de la embarcación de los migrantes la efectuó un bote inflable de caso rígido que viaja a bordo del patrullero TT Scarborough Cape Class.

El bote inflable tiene un motor de alta velocidad. Las autoridades de Trinidad aseguran que el barco de migrantes había intentado embestir el bote inflable. Habría utilizado «maniobras agresivas».

“El esfuerzo de embestida de la embarcación sospechosa, que era más grande que el bote del barco, hizo que la tripulación temiera por sus vidas y, en defensa propia, dispararon contra los motores de la embarcación sospechosa en un intento de detenerla”, dice un comunicado de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago.

El abogado que ha asumido la representación de los migrantes, CJ Williams, negó esa versión. También aseguró que no había armas de fuego a bordo de la nave de los migrantes. Dijo que escribirá al ministro de Seguridad Nacional, Fitzgerald Hinds, para que los 36 migrantes tengan permiso ministerial para permanecer en Trinidad.

Dijo que la carta también volverá a enfatizar que los migrantes son todos testigos de hecho. «…la integridad del caso debe protegerse asegurándose de que los testigos den declaraciones adecuadas para que inmigración no los deporte subrepticiamente».

Reunidos con el padre

Yermis Santoyo, el padre del bebé asesinado, se reunió con su hija, Danna Isabella Santoyo Sarabia. La pequeña fue liberada del Helipuerto de Chaguaramas al cuidado de su padre. Antes, fue a reconocer el cuerpo de su hijo en la morgue de St. James. El resto de los migrantes permanecen en cuarentena en el Helipuerto.

Danna viaja junto a su hermano Yaelvis, quien murió a causa de los disparos. La madre, Darielvis Sarabia, quien resultó herida en el hecho, está hospitalizada en el hospital Sangre Grande. El padre de los niños llegó a Trinidad hace ocho meses y su familia desafió los mares para reunirse.

[email protected]

Con información de Trinidad Express.

 

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