Los nuevos retos de la OTAN se discutirán en una cumbre cargada de tensiones bélicas
[jp_post_view]
Los 30 estados miembros de la alianza militar de gobiernos quieren demostrar su utilidad contra la agresión rusa en Ucrania.
Redacción | Primer Informe
Los líderes occidentales se reunirán en la capital española, Madrid, del 28 al 30 de junio en lo que muchos esperan que sea la cumbre más importante de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en las últimas décadas. Apenas unos meses después de la invasión de Ucrania, aliada de la OTAN, los 30 Estados miembros de la alianza militar intergubernamental están dispuestos a demostrar su unidad contra la agresión rusa.
Se espera que los líderes que asistan a la conferencia de dos días desvelen un enfoque «transformador» de su estrategia de seguridad y defensa como no se había visto desde la Guerra Fría, según su Secretario General, Jens Stoltenberg. La cumbre se centrará en reforzar el apoyo militar de la OTAN en Europa del Este, en reafirmar el apoyo a Ucrania y en la creciente influencia global de China. Los analistas señalan a TIME que la cumbre podría brindar la oportunidad de que la UE tome la iniciativa de ampliar la presencia militar aliada en Europa, que históricamente ha sido impulsada por Estados Unidos, dada la guerra en Ucrania.
Sin embargo, habrá cuestiones difíciles de resolver, especialmente la oposición de Turquía a las propuestas de Finlandia y Suecia de unirse a la alianza, y la necesidad de equilibrar el gasto en defensa con los presupuestos nacionales en medio de la creciente inflación y el temor a la recesión.
A continuación, lo que se puede esperar de la cumbre de la OTAN:
¿Qué es la cumbre de la OTAN y quiénes asistirán?
Los líderes de los 30 miembros de la OTAN se reúnen al menos una vez al año en un Estado miembro para coordinar la estrategia defensiva, discutir la nueva política y la respuesta de la alianza a las amenazas a la seguridad. Además de Estados Unidos y Canadá, asistirán los líderes de 28 Estados miembros europeos y nórdicos, entre ellos el Reino Unido, Alemania y Dinamarca.
La OTAN fue creada en 1949 por Estados norteamericanos, europeos y nórdicos para comprometerse a prestarse asistencia militar mutua en caso de ataque de la Unión Soviética. Desde entonces ha ampliado su número de miembros y sus competencias desde la disolución de la Unión Soviética, y ha participado en operaciones militares -desde el mantenimiento de la paz hasta la formación y el combate- en los Balcanes, África y Oriente Medio.
En la cumbre de este año en Madrid, asistirán como observadores los líderes mundiales de países que no son actualmente miembros de la OTAN, como Corea del Sur y Japón, además de Finlandia y Suecia, que han solicitado su ingreso en la alianza.
LEA TAMBIÉN: La clave que da un excomandante de la OTAN para acabar con Putin
¿Qué pasa con Finlandia y Suecia?
Menos de tres meses después de la invasión de Ucrania, Finlandia y Suecia solicitaron su ingreso en la OTAN el 18 de mayo. La agresión rusa en un Estado vecino no perteneciente a la OTAN tuvo un efecto sin precedentes en el sentimiento público de estos dos países históricamente neutrales -Finlandia comparte una frontera de 830 millas con Rusia-. Los dos países han estado estrechamente alineados con la OTAN durante años, colaborando en operaciones de mantenimiento de la paz en los Balcanes y Oriente Medio.
El presidente Recep Tayyip Erdogan dijo que el país no podía aprobar la solicitud de dos países que, según él, albergaban «terroristas», en referencia a los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que actualmente está en conflicto con el gobierno turco en su intento de conseguir una mayor autonomía para los kurdos de Turquía, la mayor minoría étnica del país. Aunque la U.E., incluyendo Suecia y Finlandia, designó al PKK como organización terrorista, los líderes occidentales han apoyado al ala siria del grupo, el YPG, en la guerra contra el ISIS. Suecia y Finlandia, junto con otros países de la UE, han prohibido la venta de armas a Turquía desde la incursión del país en 2019 contra el YPG en Siria.
Ankara también ha acusado a Suecia y Finlandia de albergar a los partidarios de una secta religiosa que se cree ampliamente que ha estado detrás de un intento de golpe de Estado en 2016 en Turquía.
Actualmente, Turquía es el único miembro de la OTAN que bloquea la adhesión de Suecia y Finlandia, pero los analistas señalan a TIME que el estancamiento diplomático en torno a esta cuestión podría persistir durante algún tiempo. Según Alissa de Carbonnel, subdirectora de programas para Europa y Asia Central del International Crisis Group, un centro de estudios con sede en Bruselas, Turquía está aprovechando la oportunidad para abordar los antiguos agravios que tiene con Estados Unidos y no con las naciones nórdicas.
«Ankara se ha enfurecido, francamente, con el apoyo de Estados Unidos a los grupos kurdos en el norte de Siria en la lucha contra el ISIS», dice de Carbonnel. Otro tema es la negativa de Washington a extraditar a Fethullah Gülen, un clérigo musulmán al que Ankara culpa del intento de golpe de Estado de julio de 2016 y que vive en Estados Unidos desde 1999.
¿Se hablará de Ucrania y Rusia?
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se dirigirá a los líderes de la OTAN y a sus aliados por videoconferencia durante la cumbre. En anteriores discursos en actos culturales y diplomáticos, el presidente ucraniano ha pedido que se endurezcan las sanciones y se establezca una zona de exclusión aérea sobre Ucrania, petición que hasta ahora ha sido denegada por Estados Unidos y la OTAN por temor a que la guerra con Rusia se intensifique más allá de las fronteras de Ucrania. Sin embargo, se espera que los líderes de la OTAN presenten en la cumbre una mayor ayuda militar para Ucrania, incluyendo equipos para combatir los drones rusos y para asegurar las comunicaciones.
La invasión de las fronteras con Ucrania por parte de Rusia, su invasión el 24 de febrero y las posteriores denuncias de violaciones de los derechos humanos en el país han obligado a una rápida transformación del enfoque de los países europeos en materia de defensa en la región. Se espera que los líderes de la cumbre de la OTAN anuncien la ampliación de la unidad de defensa y respuesta a las crisis de la organización, con 40.000 efectivos, y el refuerzo de la presencia militar en los países de Europa del Este que limitan con Rusia, como Estonia, Letonia y Lituania.
Antes de la cumbre, el Secretario General de la OTAN, Stoltenberg, dijo que la alianza está estudiando cómo estar mejor equipada para responder a una amenaza rusa. Esto podría incluir una presencia adicional de tropas en las fronteras con Rusia, así como fuerzas de reserva estacionadas en otros países de la OTAN, como Alemania, a las que se podría recurrir cuando fuera necesario. Los Estados miembros de la OTAN tendrán que sopesar los elevados costes que supondría el despliegue de tropas de forma permanente -algo que buscan especialmente los países bálticos- en un contexto de inflación creciente y de crisis generalizada del coste de la vida como consecuencia de la guerra de Rusia.
Los analistas señalan a TIME que esto podría brindar la oportunidad de que Estados Unidos pase parte de la responsabilidad militar de asegurar a los países europeos a la UE, que ha tomado la iniciativa de coordinar una respuesta aliada a la guerra. En términos de proporción de su PIB, Estados Unidos gasta más que cualquiera de los otros 29 estados miembros de la OTAN en defensa, lo que, según Ben Friedman, director de políticas del grupo de expertos en defensa con sede en Washington D.C., significa que Estados Unidos ha actuado como un «padre helicóptero» al decir a los países europeos cuánto deben gastar en defensa. Pero, según Friedman, los aliados de Estados Unidos han demostrado que son más que capaces: el mes pasado Alemania se comprometió a invertir 100.000 millones de euros en su infrafinanciado ejército y a aumentar el gasto en defensa hasta el objetivo de la OTAN del 2% del PIB.
Giuseppe Famà, responsable de asuntos de la UE en el International Crisis Group, afirma que la cumbre demostrará que la OTAN se está «europeizando», con la alianza siguiendo el ejemplo del Comité Militar de la Unión Europea, que coordinó los suministros de armas del bloque a Ucrania. El aumento de la responsabilidad de la U.E. sobre la OTAN podría ser algo positivo para la seguridad, dice Famà, ya que reduce el riesgo de entrar en una confrontación más global con Rusia. «Una respuesta más contundente de la OTAN en Ucrania habría creado un mayor potencial de escalada, porque Rusia habría respondido a una presencia estadounidense con mucha más fuerza», dice a TIME.
Qué más se puede esperar de la cumbre
Se espera que los 30 Estados miembros de la OTAN desvelen una versión revisada de un documento político clave que no ha sido modificado en más de una década y que está algo anticuado dados los cambios en las amenazas a la seguridad mundial, como el aumento de la influencia de China, la ciberguerra y la crisis climática.
Según Friedman, el argumento central es el desplazamiento del poder hacia Asia. «El Concepto Estratégico que se escribió en 2010 veía el mundo como un corralito para que Estados Unidos y sus aliados de la OTAN difundieran la democracia e intervinieran militarmente, y eso ya no es así», dice a TIME.
Quizá por eso, por primera vez, Corea del Sur y Japón asistirán a la cumbre de la OTAN, aunque como observadores. Su asistencia no sólo indica la preocupación de estos países por Rusia -con la que Japón comparte una frontera marítima-, sino también la creciente asertividad global de Pekín, que se ha negado a condenar a Moscú por la guerra de Ucrania.
–
Este artículo fue publicado originalmente por TIME, con el título ‘The 2022 NATO Summit Could Be the Most Important in Recent Decades. Here’s Why‘.
Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/primerinforme y dale click a +Unirme.
Si te gustó la nota compártela
