Análisis

INFORME: Así es como la dictadura venezolana usa como arma la crisis fronteriza de EEUU

[jp_post_view]
INFORME: Así es como la dictadura venezolana usa como arma la crisis fronteriza de EEUU

«Se necesita una estrategia de política exterior y de seguridad para hacer frente a la instrumentalización de la inmigración por dictaduras como las de Cuba, Nicaragua o Venezuela, pero también se necesitan acciones para prevenir la aparición de nuevas tiranías».

Arturo McFields* | The Hill

La dictadura venezolana, con 25 años en el poder, sigue apostando por el aumento de la migración forzosa como estrategia útil para chantajear a la administración del presidente Biden contra la reimposición de sanciones contra el régimen.

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, ha amenazado con revocar inmediatamente los vuelos de repatriación de migrantes y revisar cualquier mecanismo de cooperación bilateral existente en el caso de que vuelvan las sanciones. La amenaza proviene de un régimen que tomó la economía más próspera de América Latina y obligó a más de 7 millones de sus propios ciudadanos a emigrar en la más absoluta pobreza y desesperación.

En el último año, Estados Unidos había relajado muchas de las sanciones contra el oro, el gas y el petróleo venezolanos en un intento de garantizar elecciones libres y ayudar a estabilizar la deteriorada economía de la nación. Parecía una propuesta razonable, pero la dictadura no está dispuesta a arriesgar dos décadas de chavismo y las ganancias mal habidas resultantes.

El mes pasado, el Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el régimen de Nicolás Maduro, prohibió a la principal líder de la oposición, María Corina Machado, presentarse a las elecciones durante 15 años. La sentencia cerró las puertas a cualquier posibilidad de cambio democrático y reavivó el deseo de emigrar entre sus 28 millones de ciudadanos.

La militarización de la migración ha formado parte de las viejas herramientas marxistas desde los tiempos de Fidel Castro y el éxodo del Mariel. En 1977, el presidente Jimmy Carter intentó promover el diálogo y la democracia en Cuba, suavizando las sanciones de buena fe. Mientras tanto, Fidel Castro aumentaba la represión y la corrupción en la nación caribeña.

Esta historia parece repetirse.

LEA TAMBIÉN: Un video viral puso en evidencia a las bandas de migrantes venezolanos de Nueva York que gastan dinero en otros estados

El año pasado, los regímenes comunistas de Cuba, Nicaragua y Venezuela llevaron a cabo masivas operaciones conjuntas para promover la emigración irregular a EEUU. Cuba proporcionaba los emigrantes, Venezuela la aerolínea Conviasa y Nicaragua la puerta de entrada para iniciar el viaje hacia el norte, hacia la frontera estadounidense.

Aunque este esquema migratorio se redujo debido a la oportuna respuesta estadounidense, la dictadura nicaragüense ha abierto otras rutas para llevar migrantes a la frontera. Incluso el pasado diciembre, un vuelo chárter que se dirigía a Nicaragua fue sorprendido traficando con 276 ciudadanos indios en un aeropuerto internacional de Francia.

Manuel Orozco, investigador del Diálogo Interamericano, ha dicho que el dictador nicaragüense Daniel Ortega quería abrir la válvula migratoria a 100.000 personas, obteniendo millones cada mes en impuestos sobre las remesas. Se trata de un negocio arriesgado pero rentable.

En todo el mundo, el modelo comunista ha sido un estrepitoso fracaso. Pero los emigrantes que huyen de los sistemas comunistas han generado un éxito rotundo. En Nicaragua, durante los seis primeros meses de 2023, el régimen de Ortega recaudó más de 2.000 millones de dólares en remesas. Cuanto peor es el tirano, mejor es la emigración forzosa para su economía.

En Venezuela, está claro que la hemorragia migratoria requiere algo más que muros para detenerse. Se necesita una estrategia de política exterior y de seguridad para hacer frente a la instrumentalización de la inmigración por dictaduras como las de Cuba, Nicaragua o Venezuela, pero también se necesitan acciones para prevenir la aparición de nuevas tiranías o de Estados fallidos como Haití.

Recientemente hemos visto un extraordinario ejemplo de liderazgo en Ecuador. El país aún no ha salido de la crisis provocada por el narcotráfico y las bandas, pero está recibiendo la cooperación internacional oportuna para evitar un desastre total. Incluso un Congreso estadounidense dividido presentó una declaración bipartidista.

Otro ejemplo positivo fue la respuesta inmediata a la crisis de gobierno en Guatemala. Los grupos de poder corruptos querían impedir el traspaso del liderazgo al nuevo presidente, Bernardo Arévalo. La fuerte presión internacional y el liderazgo de Estados Unidos evitaron allí una tragedia. Estos han sido buenos ejemplos recientes de lo que se puede hacer para evitar nuevas crisis migratorias.

Si nos limitamos a creer que la crisis migratoria se resuelve en la frontera, sólo estamos abordando una parte del problema: los síntomas, pero no la enfermedad. Las dictaduras, los narcoestados y la corrupción son cuestiones que requieren una respuesta urgente y global. Es fundamental que Estados Unidos se ocupe de su llamado patio trasero, promoviendo la democracia, la seguridad y la prosperidad. No se trata de un gasto, sino de una inversión.

*Arturo McFields Yescas es periodista exiliado, ex embajador de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos y antiguo voluntario del Cuerpo de Paz de Noruega.

 

Si quieres recibir en tu celular esta y otras noticias de Venezuela y el mundo descarga Telegram, ingresa al link https://t.me/primerinforme y dale click a +Unirme.

Si te gustó la nota compártela
Más noticias de Crisis Migratoria o similares.
Últimas Noticias: