Crisis alimentaria obliga al régimen cubano a recurrir al uso de transgénicos
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La precaria agricultura cubana apenas puede cubrir un tercio de la demanda de alimentos en la isla.
Redacción |Primer Informe
En medio de una grave crisis alimentaria, el régimen cubano aprobó el uso de cultivos transgénicos. La medida pretende estimular la producción local de rubros clave como el maíz y la soja, en momentos en que la isla enfrenta las consecuencias económicas de la pandemia.
Esa medida forma parte de una serie de reformas que ha emprendido la isla con la intención de reavivar su economía.
En un reporte de El Espectador se especifica que desde el 23 de julio quedaron autorizados por decreto la investigación, la producción, el uso y el comercio internacional de organismos genéticamente modificados (OGM).
El empleo de cultivos transgénicos será controlado a través de una comisión Ambiental del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA).
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Cuba importa alrededor dos terceras partes de la comida que necesita. Lo que implica un costo anual de 2.000 millones de dólares. A esto se suma otros productos claves como fertilizantes, maquinaria y alimentos para animales.
Informes periodísticos señalan que el país gasta más de USD 500 millones en la importación de materias primas para alimento animal y concentrados (solo en maíz más de USD 200 millones)
El colapso de la economía venezolana ha privado al régimen cubano de una de sus principales fuentes de ingreso que provenían de sus negocios con Venezuela. Y la crisis del coronavirus he disminuido de forma drástica los ingresos provenientes del turismo, actividad que se encuentra virtualmente paralizada.
La caída de los ingresos se ha reflejado en una reducción en la importación de alimentos. La misma situación también ha impactado en la producción agrícola nacional.
Productos como arroz, tomate y la carne de cerdo, entre otros, se produjeron en menor cantidad en 2019. La producción de arroz, por ejemplo se redujo en un 18%, mientras que la de carne de cerdo e un 8%.
Aunque, Cuba llevaba décadas de experimentación con los cultivos transgénicos, la isla no ha podido convertirlos en una alternativa viable para reducir su dependencia externa de importaciones de alimentos.
El freno al uso de los OGM se debe en parte a la estigmatización hecha por Fidel Castro, quien no consideraba que los alimentos provenientes de semillas transgénicas eran aptos para el consumo humano.
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