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Cuaderno de Notas | Casto Ocando: Un banquero en aprietos

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Cuaderno de Notas | Casto Ocando: Un banquero en aprietos

No ha dudas de que los escenarios se le complicaron al banquero Víctor Vargas. Ya no es aquel hombre de negocios desafiante que afirmó en 2008 que había sido “rico toda su vida” en memorable entrevista con el Wall Street Journal.

Ahora es un banquero que luce acorralado, cuya única estrategia consiste en negarlo todo. Todo comenzó con el Orinoco Bank N.V., un banco cuya sede principal se encontraba en un maloliente callejón de Punda, en el centro de Willemstad en Curazao.

Visité personalmente el banco para tratar de conocer su operación, pero no me permitieron el acceso. Sin embargo pude hablar con una empleada local que me confirmó los vínculos de esa entidad con el Banco Occidental de Descuento (BOD).

Desde 2015 recibí el testimonio de personas que llevaban meses tratando de sacar su dinero del banco, sin éxito. Uno de ellos había logrado que le enviaran $5,000 a una cuenta en Bank of America de Miami, gracias al contacto con una empleada del BOD en Venezuela, pero no había logrado sacar el resto, unos $25,000, que constituían los ahorros de toda su vida.

Los denunciantes, que vivían en Venezuela, me pidieron mantener la información confidencial por temor a ser identificados y ser objeto de represalias. Muchos ahorristas de este y otros bancos vinculados a BOD, como el BOI Bank de Antigua-Barbuda, se envalentonaron y conformaron una asociación (Víctimas y Acreedores de los bancos BOI Bank y Banco del Orinoco N.V.) para reclamar su dinero, luego de numerosos intentos a través de reuniones, cartas y mensajes dirigidas al BOD durante dos años que resultaron infructuosos.

“Todas las víctimas quedaron sin la posibilidad de obtener sus ahorros porque el banco se los niega”, declaró el vocero de la asociación, el veterano abogado José Luis Alcalá, conocido por denunciar a los responsables del famoso caso de La Vuelta, en Maracaibo, un esquema estilo Ponzi que afectó a muchos trabajadores de Pdvsa y pequeños inversionistas zulianos. ¿Qué tenían en común las operaciones de captación de dólares del BOD y de la Vuelta? Ambos ofrecían exorbitantes intereses, muy por encima del mercado.

Tras constantes denuncias de los afectados, Vargas negó problemas en su banco curazoleño y atribuyó todo a una perversa campaña en su contra. Hasta que se produjo la intervención del banco por parte de la principal autoridad de control bancario en Curazao.

Como consecuencia de la crisis en Orinoco Bank N.V. y su repentina disolución, vino el anuncio de la intervención en Panamá de otro banco en el portafolio del BOD: AllBank. La reacción de Vargas fue negar que el BOD tuviera relación alguna con esa entidad panameña, pese a haber él mismo anunciado públicamente su fundación en 2012, con una inversión de $13.4 millones., y haber declarado que “hoy (en 2012) más del 30% del flujo comercial de Panamá ocurre con Venezuela, lo cual es la razón de por qué el Grupo Financiero B.O.D. está presente a través de Allbank”.

Poco importa si las medidas anunciadas en Caracas, Willemstad y Panamá son medidas administrativas, temporales o no. El problema no es semántico, sino estructural, con implicaciones en Estados Unidos.

Las operaciones del BOD han estado bajo observación tan cercana en Washington que el Departamento del Tesoro bloqueó el mismo día del anuncio de su intervención por parte de la Superintendencia de Bancos de Venezuela (Sudeban), las transacciones de firmas norteamericanas con el BOD, según reveló una notificación de VISA Inc. a la cual tuve acceso en exclusiva.

Es posible que se trate de un procedimiento standard, que suele suspenderse una vez que concluya la medida de intervención anunciada por Sudeban, y las operaciones vuelvan a la normalidad.

Pero Vargas ha estado en la mirada de Washington desde antes de la llegada de Chávez al poder. En la década de los 80, Vargas adquirió el 21% de un banco en Nueva York, el Capital Bank Corp., que luego fue cerrado bajo acusaciones de fraude. Aunque Vargas no fue acusado de actuar fraudulentamente, fue señalado de haber mentido cuando se enteró de las operaciones fraudulentas.

Tuvo que pagar una multa de $1.15 millones y firmó un acuerdo donde sin admitir ninguna responsabilidad penal, se comprometió a no implicarse en inversiones bancarias sin un permiso por escrito de las autoridades norteamericanas. En 2008, Vargas fue mencionado en informes diplomáticos en relación al caso de las Notas Estructuradas.

Según un cable del Departamento de Estado publicado por Wikileaks con fecha 28 de julio, Vargas participó intensamente y se benefició del famoso proceso de emisión de Notas Estructuradas. Pero una presunta disputa con el operador Moris Beracha (en ese momento un “influyente individuo vinculado al gobierno bolivariano”, según el cable) lo convirtió en un “target” de una medida de Sudeban destinada a atacar particularmente al banquero.

(La medida de Sudeban consistió en obligar a los bancos receptores de notas estructuradas a deshacerse de esos papeles en un plazo de 90 días, lo cual obligaba a poseedores de las notas, entre ellos Vargas, a vender incluso a descuento).

Es llamativa, sin embargo, una nota entre paréntesis de ese cable que deja abierta la posibilidad de que Vargas hubiese participado en transacciones potencialmente cuestionables a los ojos de los gringos: “El gobierno bolivariano de Venezuela vendió esos bienes (notas estructuradas) para favorecer bancos con un descuento, y según afirman muchos observadores, a cambio de sobornos. Vargas, de quien se dice se benefició de estos negocios, es un banquero cuya buena estrella se ha proyectado durante la presidencia de Chávez”, indicó la nota firmada por el entonces embajador en Caracas Patrick Duddy.

Los rumores de que el principal problema de Vargas es un gigantesco “hueco fiscal” de hasta $1,000 millones, no pudieron ser confirmados. Pero una mirada al estilo de vida que Vargas desarrolló principalmente a partir de 2007 en adelante, dan una idea de los costos del banquero para mantener a flote su extraordinario tren de vida.

Ya no tiene propiedades en Estados Unidos, luego que decidió venderlas (un apartamento en Manhattan, una mansión en Palm Beach y una finca para caballos de polo en Wellington, Florida) a partir de 2014, cuando le fue revocada su visa. Pero tiene otras propiedades tanto o más costosas en otros países.

En República Dominicana, tiene la Villa La Serenísima, en Casa de Campo, comprada al empresario Gustavo Cisneros; una finca en Benerito, con 24 caballos de polo y una cancha; y el yate Rompemar de 90 pies de largo, de fabricación italiana. En Venezuela posee la finca Agualinda, en Tucacas, donde tiene ganado, caballos de polo y su propia cancha de polo “sin igual en el país”, según la fuente.

Es propietario de la Villa La Tenería en los Chorros, adquirida a la familia González-Gorrondona, de 15,000 metros cuadrados. También la quinta San Judas en la avenida principal del Country Club. En materia de transporte marítimo y aéreo los gustos no son recatados. Posee el yate Ronin, de 191 pies de eslora, que compró a Larry Ellison, fundador de Oracle.

Ha sido propietario de varios aviones, entre ellos un Gulfstream GV, un Challenger y un Lear Jet. Y de al menos tres helicópteros en Venezuela, uno de ellos un Augusta Turbo.

Entre gastos de mantenimiento, impuestos, seguros, tripulaciones, personal de servicio, jugadores de polo, servidumbre, gasolina, viáticos, derechos de aterrizaje y atracamiento (en puertos) y un equipo de seguridad que algunas fuentes estiman en 100 personas en varios turnos, el costo de la vida diaria de Vargas es exorbitante y multimillonario.

Por ahora, el banquero cuya estrella de “suerte” le acompaño durante años, se mueve “apelando a sus amistades y contactos” para ganar tiempo y encontrar dinero como cubrir el dinero que no aparece en los saldos de los cuentahabientes. Entretanto, se prepara para una potencial batalla legal con las autoridades norteamericanas, para lo cual contrató los servicios del bufete de Washington Hogan Lovells.

Según fuentes federales que he consultado, la fiscalía federal de Houston ha mostrado interés en Víctor Vargas. Incluso se han producido intentos de establecer una relación directa sin intermediarios, pero el banquero se ha negado aduciendo que nunca cometió ningún tipo de irregularidades ni en Venezuela ni en Estados Unidos relacionada al BOD. El desenlace de esta historia está por verse.

El Salario de Vladimir Padrino

Un empresario de Miami que participó en negocios con el ministerio de Defensa de Venezuela para suministrar equipos no militares (de forma legal) es el más reciente testigo en contra de Vladimir Padrino.

Según una persona con conocimiento directo de la información contra el actual ministro de la Defensa, Padrino dirigió y se benefició durante años de una red de operadores que exigían pago de sobornos a cambio de contratos y operaciones de contrabando de todo tipo.

En las operaciones presuntamente aparece implicado un hermano del ministro, Constantino Padrino, residente en Estados Unidos. Una segunda fuente suministró información sobre operaciones de Padrino en bancos de Suráfrica, donde tendría una abultada cuenta escondida a través de firmas de fachada, que las fiscalías de Miami y Houston están mirando

con detalle. La riqueza de Padrino, que no proviene de su magro salario de 13 dólares al més, según un reciente reporte, podría ubicarse en los miles de millones de dólares. Pero su fortuna enfrenta crecientes peligros de ser confiscada.

Empresas de restaurantes y alimentos bajo la lupa

Imágen referencial

Recientes denuncias de que presuntos operadores vinculados al régimen de Nicolás Maduro compraron y administran actualmente una serie de cadenas de restaurantes y firmas de fabricación de alimentos han vuelto a la mesa de investigadores federales para identificar posibles operaciones de lavado de dinero.

El negocio de los restaurantes como vía para blanquear fondos chavistas en el sur de la Florida no es nuevo. Según expertos, los negocios que implican alimentos resultan con frecuencia atractivos para operaciones de lavado de dinero, principalmente porque pueden justificar operaciones en efectivo (cash).

Por ahora, varias cadenas de restaurantes con el mismo nombre o pertenecientes a los mismos dueños están en la lista de las prioridades.

Los sustos de Maduro

Tras recibir la invitación del Secretario General de las Naciones Unidas, Nicolás Maduro planeaba intervenir en la Asamblea General del organismo el 26 de Septiembre en Nueva York. Había preparado hasta un borrador del discurso con un tono desafiante y cínico, por recomendación de sus asesores (o controladores) cubanos.

Pero anunció repentinamente que no asistiría, aduciendo responsabilidades para trabajar “por la patria, para defender la paz de Venezuela”. Sin embargo, Maduro reveló él mismo las razones de fondo: se siente inseguro e intranquilo. No importa que sus escuadrones de la muerte mantienen a cientos de militares detenidos y torturados en centros clandestinos, en abierta violación a los derechos humanos.

La conspiración continúa, indetenible, y Maduro sabe que es una pieza de cambio y negociación. La información de que iba a ser objeto, por enésima vez este año, de un nuevo alzamiento militar, lo mantiene en total paranoia, aseguran militares en Venezuela que están aportando información a agencias de inteligencia extranjeras.

Maduro ha construido nuevos bunkers en los alrededores de Fuerte Tiuna, donde se ha habilitado un centro de comunicaciones satelitales bajo tierra para operar en caso de una emergencia vital. Pero sus movimientos nunca pasan desapercibidos, pese a que los cubanos mantienen la figura de un doble para desviar la atención.

El monitoreo a distancia es intenso, y el problema no es tanto los porcentajes de éxito de un ataque de precisión, sino resolver la complejidad de lo que surja a continuación.

Sigue la línea dura pese a la salida de Bolton

La semana pasada fue un tiempo de cambios radicales en la política exterior de Estados Unidos, particularmente hacia Venezuela, que abren un nuevo capítulo con algunas interrogantes. Tras la salida de John Bolton, se espera que su asistente, nombrado por él mismo, Charles Krupman, también salga de su cargo tan rápido como este lunes 16 de septiembre.

El nuevo asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca será anunciado a principios de semana, y se espera que el candidato que pase el examen sea también un “hardliner” (hombre de línea dura) con trayectoria diplomática o “seniority”.

Lo que parece ser ya una decisión es la salida del actual asesor para América Latina, Mauricio Claver, que operaba estrechamente, mano a mano, junto al embajador Bolton. Se espera además que los próximos asesores hagan equipo con el más reciente funcionario designado por Trump con

responsabilidades en América Latina y Venezuela: Michael Kozak. Este veterano diplomático tiene un historial de considerar todas las opciones, aún las más radicales, para resolver problemas importantes, especialmente cuando se trata de funcionarios o militares que violan los derechos humanos.

Así ocurrió en 1991, cuando Kozak propuso en un cable diplomático enviado al entonces Secretario de Estado para Asuntos Interamericanos, Bernie Aronson, seis opciones para buscar justicia por el asesinato del ex dirigente izquierdista chileno Orlando Letelier en Washington, a cargo del general Manuel “Mamo” Contreras, entonces jefe de la policía secreta de Augussto Pinochet, la famosa DINA (Dirección de Inteligencia Nacional).

Entre esas opciones, Kozak recomendó el secuestro en Santiago del propio general, sin el consentimiento del gobierno chileno presidido por Patricio Aylwin. La operación recomendada por Kozak nunca se realizó, aunque Contreras fue condenado y encarcelado en

Chile dos años después. Después de Kimberly Brier, que renunció a principios de este mes, la llegada de Kozak puede añadir renovados esfuerzos de Estados Unidos para poner fin al régimen dictatorial de Maduro.

Los Rastrojos, Guaido y el cinismo de Tarek y Diosdado

La publicación de imágenes del presidente interino Juan Guaidó junto a buscados criminales de la banda criminal (bacrim) colombiana Los Rastrojos, intentó poner en aprietos a Guaidó pero reveló el alto nivel de cinismo con que actúan los personeros más notables del narco-régimen.

Las fotografías fueron publicitadas por Diosdado como una prueba de los vínculos de Guaidó con grupos criminales colombianos. El siguiente chavista cínico en pronunciarse fue Tarek El Aissami, actual vicepresidente sectorial de Economía del régimen, quien afirmó que “el narcotráfico en Colombia financia” a Guaidó. Ambos, Diosdado y Tarek, han sido acusados en varios tribunales norteamericanos, de operar abiertamente redes de distribución de cocaína con destino a Estados Unidos, y de lavar el dinero producto de la venta de la droga, en coordinación con otros carteles tanto en Colombia como en México.

Las redes de Diosdado y Tarek se alimentan de la droga producida y traficada por carteles colombianos. Esta “actividad” económica es una de las primeras fuentes de ingresos para el narcorégimen de Maduro.

Guaidó ha comentado la veracidad de las imágenes y la explicación e su equipo es que se trató de una de miles de ocasiones en los que la gente le pide una fotografía para conservar. ¿Implica esto que Guaidó efectivamente tiene negocios con Los Rastrojos? La bacrim colombiana opera en una zona fronteriza con Táchira, donde también operan, codo a codo, las bandas armadas del régimen, y el llamado protector del Táchira, Freddy Bernal.

La DEA vs. Hugo Carvajal

El ex jefe de Inteligencia de Hugo Chávez y ex diputado a la Asamblea Nacional, actualmente detenido en España, Hugo Carvajal, lanzó recientemente una estrategia para enfatizar la presunta falta de pruebas en Estados Unidos, que lo acusa de apoyar actividades de narcotráfico y mantener vínculos con el grupo narcoterrorista FARC.

Presentó ante la Audiencia Nacional de España la carta de un ex oficial de inteligencia que trabajó a su lado, y que se encuentra detenido en una cárcel estadounidense, en la cual acusa a Washington de “fabricar” el caso contra Carvajal, y particularmente califica el expediente con las acusaciones de la DEA como “montaje”.

El objetivo es evitar a toda costa su extradición a Estados Unidos. Pero la realidad es completamente distinta. Hugo Carvajal ha estado tratando de negociar la solución a sus problemas criminales con Estados Unidos, que lo sancionó en 2008 designándolo como Capo de la Droga, al menos

desde 2011. Ese año inició contactos en la capital norteamericana a través de abogados y un alto militar venezolano, para ofrecer información presuntamente crucial a cambio de una especie de amnistía. Pero nadie se interesó.

Posteriormente, tras la muerte de Chávez y su efímera captura en Aruba, contrató un nuevo equipo de asesores para retomar las negociaciones, aterrorizado por el prospecto de huir el resto de su vida de una larga temporada en una prisión norteamericana. Segundos y terceros intentos fueron infructuosos.

“Básicamente nadie quiere negociar un perdón para Carvajal a cambio de información”, me dijo uno de los abogados que lo asistió y que se reunió infructuosamente con varias agencias federales y los Departamentos de Justicia y Estado para ofrecer información importante para comprometer a Nicolás Maduro en el narcotráfico. “Si quiere conversar con nosotros, que venga primero a Estados Unidos”, me dijo el abogado que ha sido la

respuesta. Una fuente de la DEA familiarizada con el caso Carvajal me dijo que la evidencia en su contra es tanta que ya dejaron de aceptar más testigos y evidencias. Como consecuencia de la estrategia de Carvajal de intentar probar su “inocencia”, la DEA decidió filtrar una parte importante del expediente de acusación federal para que no quede dudas de la culpabilidad de Carvajal.

Los documentos, que fueron introducidos ante la Audiencia Nacional de España para reforzar la petición de extradición de Washington, mencionan a testigos claves: el ex magistrado Eladio Aponte Aponte, que reveló que estuvo presente en una reunión en la cual el propio Hugo Chávez ordenó inundar de cocaína a Estados Unidos.

También menciona al ex guardaespalda de Diosdado Cabello, Leamsy Salazar, que testificó contra Carvajal y Cabello asegurando que conspiraron para traficar cocaína hacia Estados Unidos. En los documentos aparecen también Tarek El Aissami. Afirman que los acuerdos facilitados por

Carvajal, Cabello y El Aissami con las FARC para el tráfico de drogas era tan fluido que incluyeron detalles de cómo repartirse las ganancias del narcotráfico. Pensar que una carta va a ayudar a Carvajal, alias Hugo Peck, a lavarse de culpas resulta difícil.

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