New York Post: «Maduro es mucho peor de lo que imaginamos»
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(Editorial de New York Post)
El autoritario venezolano Nicolás Maduro es aún más malvado de lo que el mundo sabía: no solo está arruinando a su propio país, sino que aparentemente también es un capo mundial de las drogas.
La semana pasada, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Maduro y a cuatro de sus lugartenientes por cargos de tráfico de drogas, lavado de dinero y corrupción. También acusó a dos líderes del grupo revolucionario colombiano FARC por coludir con Maduro «para inundar los Estados Unidos con cocaína».
Como lo expresó el fiscal general William Barr: «Mientras el pueblo venezolano sufre, esta camarilla se llena los bolsillos con dinero de las drogas y el producto de su corrupción».
Los cargos apuntan a erradicar «la extensa corrupción dentro del gobierno venezolano: un sistema construido y controlado para enriquecer a aquellos en los niveles más altos del gobierno».
En respuesta, Maduro criticó al presidente Trump como un «vaquero racista» y nuevamente prometió luchar contra cualquier invasión estadounidense.
Está bien establecido que las FARC y la camarilla gobernante supuestamente populista de Venezuela están inmersas en el tráfico internacional de drogas, pero la participación personal de Maduro es noticia.
Qué cambia esto? Bueno, se ve aún más la escoria cuando te das cuenta de que es pura codicia, no un idealismo terriblemente mal colocado, lo que lo mueve a retener el poder incluso cuando su gobierno literalmente está destruyendo a Venezuela. La economía se ha derrumbado; la desnutrición y el hambre son rampantes; millones continúan huyendo del país.
Y los hospitales están abrumados ahora, cuando el clima cálido mantiene a raya el coronavirus. Con el hemisferio sur rumbo al invierno, una nueva pesadilla atrae.
Ninguna invasión estadounidense está en planificación, pero los vecinos de Venezuela pueden terminar interviniendo en defensa propia antes de que la nación se convierta en un virus del tamaño de un país.
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