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Venezuela petrolera a nivel de 1943 y sin taladros

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Venezuela petrolera a nivel de 1943 y sin taladros

El impacto de las sanciones de EE.UU. reduce a cero las actividades de extracción de crudo, mientras ya no hay más sitio para almacenar el crudo porque no hay cómo colocarlo.

Redacción | Primer Informe

Entre poco y nada está la producción petrolera venezolana. La firma consultora Refinitve Eikon, que hace seguimiento al tráfico del comercio marítimo, ubicó la  la exportación de crudo y productos refinados desde Venezuela en 379.000 barriles diarios.

La cifra que es bastante desalentadora, confirma una tendencia a la baja que se ve desde enero de 2020.  Respecto a mayo,  es un 18% menos.

Pero, cuando se ven las cifras que se reportan de la operación de los pozos petroleros el número es es mucho peor.

Analistas financieros se hicieron eco en Twitter de informaciones de fuentes vinculadas al mundo de las commodities, que reportaban una paralización de la producción petrolera venezolana.

Francisco Monaldi, profesor del IESA y director del Programa de Energía para Latinoamérica del Instituto Baker, con sede en Houston, citaba informaciones atribuidas a la contratista petrolera Baker Hughes, en los que se señala que ningún pozo petrolero operó en Venezuela durante el mes de junio.

Baker Hughes ya había reportado en mayo una situación igualmente crítica. De acuerdo con Bloomberg, esa contratista, una de las empresas de servicios más grandes del sector petrolero, solo informaba de un solo taladro petrolero funcionando en mayo. Otro más trabajaba en la extracción de gas, añadía el informe.

En el mediano plazo la situación será más difícil. Baker Hughes, al igual que otras contratistas como Halliburton y Schlumberger, tienen hasta el 1 de diciembre de este año para cesar sus operaciones con PDVSA. Ese día vence la tregua que el Departamento del Tesoro les dio para poder operar en Venezuela sin ser sujetos a sanciones.

La caída en la demanda de petróleo, producto de los encierros ocasionados por la pandemia del coronavirus, fueron como un tiro de gracia a PDVSA.

La empresa, ya en graves problemas por  los años de mala administración, falta de inversión, corrupción y pérdida de personal calificado, vio como su escasa producción llenaba los almacenamientos disponibles y las operaciones de extracción se han detenido.

El otro eje fundamental, ha sido las sanciones estadounidenses, que han reducido al mínimo la capacidad de comercializar la producción.

Las sanciones funcionan

De lo que Venezuela si pudo exportar en junio, sin violar las sanciones estadounidenses, se encuentran 130.000 barriles diarios enviados a Europa. Los envíos a Cuba, aumentaron a 82.300 barriles de petróleo diarios, 15.000 más que en mayo.

Las restricciones a las posibilidades de comercializar el petróleo producto de las sanciones del Departamento del Tesoro estadounidense han mermado las ya deprimidas ventas de PDVSA. El régimen de Maduro, languidece por falta de ingresos.

Se estima que alrededor de 18.1 millones de barriles de petróleo venezolano están atrapados en altamar. Comparado con los últimos niveles extracción reportados, esos representa dos meses enteros de producción del país suramericano.

Otros compradores, o transportistas, han detenido sus operaciones si creen que van a terminar vinculados en alguna transacción con PDVSA. Eso los haría entrar en el radar de las sanciones y su posible adición a la lista de nacionales especialmente designados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés).

Unas 16 naves se encuentran con ese cargamento que no pueden vender. Normalmente, los envíos se realizaban empleando transferencias del petróleo de barco a barco. De esa manera, el petróleo estaba siendo llevando a puertos, principalmente en China, en donde se vendía como petróleo proveniente de Malasia.

Los crudos extra pesados que se producen en Venezuela, como el grado llamado Merey, son muy buscados por las refinerías chinas, porque con su alto contenido de azufre, son ideales para la producción de asfalto.

Como parte de los estímulos a la economía que el Partido Comunista Chino para superar la crisis creada tras la pandemia, se encuentra un extenso plan de construcción de caminos. Muchos de ellos asociados a la iniciativa «Franja y Ruta», el ambicioso proyecto chino para conectar a China con Europa a través de una red de caminos por medio de Asia Central.

 

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