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De víctima a acusado ¿Por qué Pablo Iglesias puede terminar enjuiciado en España?

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De víctima a acusado ¿Por qué Pablo Iglesias puede terminar enjuiciado en España?

Una extraña trama de filtraciones internas en el “chavismo” español revelan trucos para manipular la justicia y la opinión pública.

Redacción | Primer Informe

Mientras el vicepresidente del gobierno español, Pablo Iglesias, apunta sus críticas contra la monarquía, la justicia española se prepara para intentar llevarlo al banquillo de los acusados.

El líder de Podemos resultó tocado por las declaraciones de su ex colaboradora Dina Bousselham, en una causa que se había abierto por un supuesto espionaje de sectores de las fuerzas de seguridad a ese partido político de la extrema izquierda.

Ahora, una jugada política que utilizaron para victimizarse ante la opinión pública en plena campaña electoral de 2019, se les ha vuelto en contra.

El caso Dina 

Bousselham sufrió el robo de su teléfono celular personal en noviembre de 2015, cuando trabajaba de forma estrecha con Iglesias quien entonces era representante de España en el Europarlamento.

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En el transcurso del año siguiente informaciones privadas que provenían de ese artefacto fueron publicadas en diferentes medios de comunicación.

 En 2017, la justicia española hizo un hallazgo inesperado en otra investigación sobre corrupción en el ministerio del Interior. Entonces se encontró en la casa del comisario José Manuel Villarejo, una copia de la memoria del celular de Buousselham.

Villarejo mantenía relación con varios de los medios que habían publicado información sensible de Podemos. Todo parecía claro.

Un par de años después, en 2019. Asuntos Internos de la Policía Nacional inicia una investigación por esos hechos y una causa judicial se inicia cargo del juez Manuel García Castellón. Iglesias aprovecha la causa para victimizarse en plena campaña política.

Para el hoy vicepresidente aquello era una guerra sucia, policial y mediática, que contra su agrupación política tenía el gobierno de Mariano Rajoy y su ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz.

Iglesias probablemente deberá dar muchas explicaciones a la justicia y a la opinión pública.

Iglesias que antes aparecía como víctima en esa investigación, ahora ha sido excluido de esa calificación. Cuando fue llamada a declarar, el pasado mes de mayo, por el juez Castellón, Bousselham reveló un hecho que nadie conocía hasta entonces.

Ella recuperó la memoria de su celular directamente de las manos del propio Pablo Iglesias, quien la tuvo en su poder durante 6 meses antes de devolvérsela inutilizada a su dueña.  

Por qué destruyó la tarjeta

De acuerdo con su testimonio, Iglesias habría recibido la tarjeta del Antonio Asensio, presidente del Grupo Z. Ese conglomerado es propietario de algunos de los medios que filtraron la información del celular de Bousselham.

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También  habrían sido periodistas de uno de esos medios los que entregaron copias de la información del celular al comisario Villarejo, hoy detenido y en situación de retiro.

Iglesias le escondió durante meses la posesión de la tarjeta a su ex asesora.  También escondió el hecho de que él había recuperado esa tarjeta incluso antes de que Villarejo filtrara informaciones a los medios .

Para complicarle más las cosas, Boussselham no reportó a la  justicia que había recibido esa tarjeta en el año 2016.

El juez supone que Iglesias podría haber comprobado que en la tarjeta del teléfono móvil había capturas de pantalla de mensajes que lo comprometerían si salieran a la luz pública y habría preferido destruirla.

Iglesias, y su ex asesora Bousselham, mantuvieron durante años en secreto que habían recuperado la tarjeta del celular robado a Bousselham en 2015.

Además, se ha conocido también que el fiscal que llevaba el caso de Villarejo, filtraba información confidencial de la causa a los integrantes de Podemos.

Bousselham no pudo atinar a dar ninguna explicación de por qué Iglesias tardó en entregarle la tarjeta o de por qué estaba dañada. «Habrá que preguntarle a él», le dijo al juez. 

Ahora, cualquier acusación contra Iglesias debe ir al Tribunal Supremo español debido a su alta investidura en el gobierno.

Con información de El Mundo.

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