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Análisis: Al descubierto la guerra secreta de China contra los Estados Unidos

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Análisis: Al descubierto la guerra secreta de China contra los Estados Unidos

Estrategias no convencionales empleadas por Beijing buscan una transformación cultural y económica pero son contrarrestadas por Occidente.

Redacción | Primer Informe

Durante décadas, la infiltración del Partido Comunista Chino en Estados Unidos ha logrado que agentes del gobierno de Beijing penetren todas los ámbitos de la vida de los estadounidenses.

Ninguna industria se ha escapado de esta infiltración silenciosa que durante décadas ha pasado desapercibida para el público norteamericano. Las consecuencias de todo ese trabajo de subversión son amplias.

El partido Comunista Chino ha usado en los Estados Unidos una estrategia militar conocida como «guerra sin restricciones». Lo poco convencional se ha convertido en el centro del enfoque del régimen comunista.

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Esa estrategia fue esbozada en el libro de 1999 «Guerra sin restricciones», escrito por dos coroneles de la fuerza aérea china, Qiao Liang y Wang Xiangsui.

COVID19 como un arma

Una última arma de ataque de Beijing es la pandemia. Así lo detecto la consultora Horizon Advisory y lo dio a conocer un informe publicado en marzo. Beijing, de acuerdo con ese reporte,  ha aprovechado la pandemia, que inició en Wuhan, China, para avanzar sus objetivos económicos.

«Beijing tiene la intención de utilizar el descontrol global y la recesión para atraer inversión extranjera, para aprovechar la cuota de mercado y los recursos estratégicos, especialmente aquellos que fuerzan la dependencia [en China]», indicó la consultora.

El grupo revisó las políticas y avisos recientes anunciados por agencias del gobierno central chino, gobiernos regionales e institutos de investigación.

«Fuentes chinas autorizadas declaran explícitamente que los estragos económicos y trastornos que la COVID-19 crean, le dan a China la oportunidad de expandir su dominio en los mercados globales y las cadenas de suministro, tanto en la economía real como en el dominio virtual», indica el informe Horizon Advisory.

También enfatizan que la crisis actual permitirá a Beijing revertir los esfuerzos de Estados Unidos para proteger sus sistemas y los de sus aliados, asegura el informe.

Pero esa estrategia, no está funcionando. Un número creciente de países ya ha expresado su enojo y frustración por el manejo fallido del brote por parte de Beijing.

Ese malestar se ha acrecentado por el encubrimiento de gran alcance. Una reacción violenta también está aumentando en contra de sus esfuerzos por marcarse como un líder mundial en la lucha contra la pandemia.

Beijing envió una gran cantidad de expertos médicos y suministros, como máscaras y respiradores, a países donde los necesitaban desesperadamente en un intento por mejorar su imagen.

Pero los productos que entregó a menudo resultaron ser defectuosos, dejando a los países otra opción que rechazarlos. Los Países Bajos, España, Turquía, Finlandia, Gran Bretaña e Irlanda son solo algunos de los países que recibieron suministros que se consideran inutilizables.

Ataques develados

Detrás de Huawei, ZTE, TikTok y Zoom está la mano del Partido Comunista Chino que  empuja e impone a estas empresas y sus productos en Occidente.

Huawei y ZTE,  fueron calificadas como amenazas a la seguridad nacional por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su siglas en inglés)  de los Estados Unidos, por su vínculos con el aparato militar del régimen comunista chino.

Xi Jinping y el fundador de Huawei, Ren Zhengfei. Huawei y ZTE tienen vínculos muy cercanos con el aparato militar chino. (Foto: MATTHEW LLOYD/AFP/Getty Images)

El presidente de la FCC, Ajit Pai, dijo que las dos empresas «están ampliamente sujetas a la ley china que les obliga a cooperar con los servicios de inteligencia del país». Ambas compañías niegan ese argumento.

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Recientemente se descubrió que TikTok, de propiedad china, estaba leyendo en secreto los datos del portapapeles de los usuarios. La aplicación ahora afirma que ha solucionado el problema. Preocupaciones similares sobre Zoom, ya que los investigadores descubrieron que las claves de cifrado se transmitían a los servidores en China.

Mientras que Estados Unidos está intensificando sus esfuerzos para contrarrestar las amenazas de Beijing, el régimen comunista está aumentando sus propios esfuerzos agresivos a través del Departamento de Trabajo del Frente Unido del PCCh.

Esta unidad coordina miles de grupos para llevar a cabo operaciones de influencia política extranjera, reprimir movimientos disidentes, reunir inteligencia y facilitar la transferencia de tecnología de otros países a China, según un informe de junio del Instituto de Política Estratégica de Australia.

Sus iniciativas de influencia política se dirigen a las élites extranjeras, incluidos políticos y ejecutivos de empresas, y a menudo son de naturaleza encubierta, según el informe. Las comunidades chinas en el extranjero también son objetivos clave, y el Partido busca cooptar y controlar grupos comunitarios, asociaciones comerciales y medios de comunicación en idioma chino.

Alex Joske, autor del informe, dijo que el trabajo del Frente Unido en el extranjero equivale a una «exportación del sistema político del PCCh». Su esfuerzo «socava la cohesión social, exacerba la tensión racial, influye en la política, perjudica la integridad de los medios, facilita el espionaje y aumenta la transferencia de tecnología sin supervisión», señala el informe.

Respuesta en todos los frentes

El PCCh ataca a los Estados Unidos porque es lo único que se opone a su intento de dominación global. La infiltración y el espionaje son temas recurrentes y China los emplea en diversos grados simultáneamente en múltiples sectores de la sociedad para socavar o influir en losr

Beijing usa una variedad de tácticas subversivas, que incluyen, entre otras, guerra de propaganda, guerra cultural, guerra memética, operaciones frontales, infiltración política, guerra tecnológica y de telecomunicaciones, guerra legal, espionaje económico, espionaje educativo, guerra cibernética y guerra de sanciones.

Si bien algunos ejemplos son más obvios, como la larga historia de robo de propiedad intelectual y prácticas comerciales desleales de China con Estados Unidos, otros que usan lo que llama «poder blando» son más difíciles de detectar.

El ataque de Beijing a las libertades en Hong Kong es una muestra más del deseo de expansión del régimen comunista chino.

Una de esas vías son sus Institutos Confucio que se infiltran y operan en los campus universitarios estadounidenses para impulsar la imagen del PCCh. También tiene como objetivo impulsar el posicionamiento del régimen chino como una superpotencia cultural.

El director del FBI, Christopher Wray, testificó en 2018 que la oficina estaba tratando de ver el peligro planteado por China «no solo como una amenaza de todo el gobierno, sino como una amenaza de toda la sociedad». Para contrarrestar la estrategia de China de manera efectiva, Wray dijo que Estados Unidos también debe emplear una «respuesta de toda la sociedad».

Con información de The Epoch Times.

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