Informe: Una red de corrupción militar sostiene a Maduro en el poder
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Dinero de fuentes ilícitas se ha hecho indispensable para garantizar la fidelidad de los altos mandos militares.
Redacción | Primer Informe
Sin apoyo popular, con una economía destruida y una crisis sanitaria que empieza a afectar incluso a altos jerarcas del régimen, Maduro mantiene el control del poder político en Venezuela gracias a un intrincado entramado de corrupción que le ha permitido mantener la fidelidad, principalmente, de los altos mandos militares.
Al mismo tiempo, Maduro ha configurado los poderes públicos para que estén controlados por sus aliados. Tribunal Supremo de Justicia, Fiscalía y Consejo Nacional Electoral están controlados por el chavismo.
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En informe de la consultora Janes Information Group, especializada en temas de seguridad y defensa, se explica cómo Maduro ha otorgado el control de actividades ilícitas y lucrativas a los altos mandos policiales y militares.
Esos funcionarios, indica el reporte, «han explotado estos sectores para beneficiarse del tráfico de drogas, el contrabando de combustible y la minería ilegal».
Los comandantes militares controlan servicios petroleros, los puertos y los aeropuertos. Desde esos espacios, cometen esos actos ilícitos, que además los enriquecen personalmente.
Ese entramado de corrupción se ha hecho indispensable para sostener el poder, al punto de que la consultora considera que en un eventual cambio de liderazgo a lo interno del chavismo, un hipotético sucesor de Maduro deberá tolerar todas esas actividades a cambio del apoyo incondicional del liderazgo militar.
«Es probable que este pequeño pero poderoso grupo dentro de las fuerzas armadas continúe bloqueando cambios sustanciales del gobierno o cualquier solución negociada con la oposición», dice al reporte de Janes.
La importancia de Saab
La red de actividades internas de corrupción se complementa internacionalmente a través de diversas redes que eran mantenidas por Alex Saab. Eso explica la urgencia con la que el régimen de Maduro y sus emisarios se han empeñado en lograr la libertad del llamado testaferro del chavismo.
Saab es fundamental en todos los mecanismos que permiten al régimen seguir obteniendo ingresos a pesar de las sanciones financieras internacionales. El empresario era capaz de movilizar furtivamente considerables sumas de dinero disfrazadas de programas humanitarios de intercambio de petróleo y oro por alimentos y medicinas.
Gran parte del dinero recabado por las gestiones de Saab iba a los bolsillos de los altos mandos militares, garantizando su fidelidad a la cúpula chavista.
Los militares descontentos tienen más probabilidades de desertar que de conspirar contra Maduro, sostiene el informe. Los esfuerzos de contrainteligencia cubanos contra los principales comandantes militares de Venezuela han servido como disuasivo.
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También, cualquier intento de oficiales de bajo rango de derrocar a Maduro se enfrentaría a la imposibilidad de mantener comunicaciones seguras para coordinar acciones. El acceso a armas y municiones también representaría un problema pues están controladas por comandantes y personal de seguridad leal a Maduro
Aún así, el informe evalúa como muy probable que se produzcan motines militares y policiales aislados de rango medio, incluso otra incursión armada de desertores o funcionarios retirados que se encuentran en el extranjero.
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