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Análisis: Bolivia, el modelo de Podemos para España

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Análisis: Bolivia, el modelo de Podemos para España

El «laboratorio» ideológico desplegado en el país andino busca balcanizarlo, arrojando al olvido sus raíces hispanas, para controlarlo mejor.

Ramón Pérez-Maura | ABC

Año 2006: en Bolivia se pone en marcha una operación de «ingeniería social», para cambiar su identidad nacional y dividirla en pequeñas provincias indígenas, fáciles de dominar y de manipular, con el fin de convertir a esa nación en un centro internacional de producción de cocaína. La maniobra requería empezar por mutilar los lazos de Bolivia con sus orígenes hispánicos y después crear un nuevo «Estado Plurinacional», donde la raza blanca y el idioma español fueran considerados como un simple grupo étnico más, entre muchos otros que conviven en su territorio. Íñigo Errejón y Pablo Iglesias jamás escondieron sus intenciones; por el contrario, publicaron su proyecto boliviano y manifestaron abiertamente su deseo de implementarlo en España. Para constatarlo, basta leer la tesis doctoral de Íñigo Errejón sobre Bolivia y el libro «Bolivia en movimiento» editado por Pablo Iglesias.

La tesis doctoral de Errejón

El Foro de Sao Paulo (FSP) busca cambiar las Constituciones y las estructuras estatales, para hacerlas a imagen y semejanza del dictador de turno; y por eso insisten siempre en legalizar la reelección indefinida. En su tesis doctoral, Errejón asegura que Iberoamérica ha sido para él «un laboratorio político en el que se producen procesos de transformación social», añadiendo que, en dicho laboratorio, se realizan «trabajos sobre el proceso constituyente y la reforma del Estado». Ciertamente, tanto en Bolivia, como en Ecuador y Venezuela, se convocaron Asambleas Constituyentes y se modificó la concepción de esos Estados.

Iñigo Errejón junto a Evo Morales.

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En su «laboratorio· –como él mismo lo llama– Errejón intenta desvincular a Bolivia de su legado hispánico e identificarla casi exclusivamente con los pueblos indígenas: «Basta pasar dos días en Bolivia para comprender que el sentimiento de pertenencia a América Latina es, en el mejor de los casos, solo una entre las muchas lealtades solapadas, generalmente por detrás de la nacional, la étnica, la local y la regional».

Es muy revelador que, siendo español, Errejón pretenda excluir la influencia de su propia cultura. Cabe preguntarse, si en las naciones iberoamericanas, los fundadores de Podemos han intentado arrancar a España del corazón de los pueblos, ¿cómo no lo van a hacer en España ahora que están en el poder? Según aseguró Errejón, su labor en Bolivia consistió en asesorar al partido de Evo Morales, el MAS, para defender las reformas del Estado y de la Constitución: «El Estado tenía que adaptarse a las diferentes formas de ser boliviano. El país real hablaba muchas lenguas y el país oficial hablaba una», declaró (Política Exterior, 16 de junio de 2015).

Es obvio que en Bolivia los pueblos indígenas hablan guaraní, aymara, quechua y hasta otros 33 dialectos; pero Errejón no explica que solo el idioma español permite a los bolivianos acceder al acervo cultural occidental, incluyendo el acceso a carreras en las más diversas especialidades en las universidades iberoamericanas. Los bolivianos no podrían graduarse de médicos, o de ingenieros, dominando solo la lengua aymara; ni estudiar filosofía conociendo únicamente el dialecto quechua. Es decir, el verdadero objetivo de Podemos al promover el indigenismo, no es defender los intereses de los aborígenes, quienes tienen todo el derecho de acceder a la cultura universal; lo que buscan es balcanizar Bolivia para dominarla. El único factor que realmente sale beneficiado de este modelo es el narcotráfico, como se comprueba con el incremento de la producción de cocaína durante la gestión de Evo Morales.

García Linera, el cerebro gris

Como ha confesado el propio Errejón, el inspirador de su tesis doctoral es Álvaro García Linera, quien fuera vicepresidente durante los gobiernos de Evo Morales. Este indigenista es un hombre blanco, perteneciente a la clase media de Cochabamba. Se auto identifica como un «marxista clásico» y su pensamiento se vio influenciado desde joven por Kant, Hegel, Nietzsche, Marx, Lenin y, por supuesto, Antonio Gramsci. En su juventud, García Linera formó parte del Ejército Guerrillero Túpac Katari, que llevó a cabo acciones armadas en la década de los noventa. Escribió diversos textos sobre indigenismo, los cuales, junto con los escritos de otros ideólogos, marxistas como él, fueron utilizados por diferentes grupos guerrilleros para justificar su lucha armada; entre ellos, el Movimiento Armado Quintín Lame (MAQL) en Colombia, el Movimiento Indio Peruano (MIP), el Ejército Guerrillero de los Pobres en Guatemala, y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en México.

Errejón y García Linera en un acto de promoción del libro que escribieron juntos.

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El binomio Evo Morales-García Linera funcionó muy bien para los intereses del Foro de Sao Paulo. El primero es un líder cocalero con fisonomía de indígena, que sirve para mostrar al mundo una figura representativa de los aborígenes bolivianos; y el segundo, el verdadero poder detrás del trono, es el custodio del proyecto marxista, cuya función es evitar que el proceso se salga de la vía. ¿Y cuál es esa vía? Íñigo Errejón la señala en su tesis doctoral: «es la de Bolivia como parte de un proyecto regional bolivariano, cuya locomotora sería Venezuela y su estación de llegada Cuba» (pág. 51).

El proyecto boliviano de Pablo Iglesias

En el año 2007, Pablo Iglesias y Jesús Espasandín publicaron un compendio de ensayos, titulado «Bolivia en movimiento: Acción colectiva y poder político», mediante el cual plantean cuál es su proyecto boliviano para el mundo. La presentación, escrita precisamente por Álvaro García Linera, expresa que existen coincidencias entre el modelo indigenista implementado en Bolivia –con la asistencia de Pablo Iglesias e Íñigo Errejón– y el proceso que se lleva a cabo en España «de la mano de estos mismos compañeros». Y por si quedara alguna duda de lo que Podemos quiere hacer en España, Pablo Iglesias afirma más adelante en el libro: «Creemos que es posible y deseable indianizar a la izquierda radical europea a través de lenguajes comunes como dispositivo estratégico de lucha global».

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España, ¿Estado Plurinacional? El 1 de marzo pasado, Iglesias expresó públicamente que la estrategia política de su partido para los próximos años está orientada a la construcción de una «república plurinacional y solidaria», mediante la puesta en marcha de procesos constituyentes. Ya antes, en junio de 2017, Iglesias declaró: «Quien identifica a España con un Estado asociado a un significante como la Monarquía, no entiende lo que es España. España no es solamente el Estado español, España no es la Monarquía, ni muchísimo menos. España es una realidad plurinacional enormemente compleja, donde conviven diferentes identidades, diferentes naciones». Queda claro que la Monarquía es un freno al objetivo del Estado plurinacional. Por lo tanto, hay que acabar con la Monarquía española.

Habiendo experimentado varios años en su «laboratorio político» iberoamericano, los dirigentes de Podemos pretenden repetir aquí los mismos métodos de ingeniería social, para modificar nuestra identidad y así someternos más fácilmente. Basta para ello cambiar Cataluña por pueblo aymara y País Vasco por pueblo quechua, y seguidamente proponer la creación del Estado Plurinacional español.

 

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