Evo Morales se queda sin balas en Bolivia
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La policía boliviana decomisó un cargamento de balas que era enviado a la zona donde el expresidente exiliado estaría armando guerrillas urbanas.
Redacción | Primer Informe
“El día lunes una patrulla de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico hizo una requisa de un camión. En esa requisa se evidenció camuflada 126.000 balas calibre 22, transportadas hacia la ciudad de Santa Cruz (este) vía Chapare”, la zona cocalera donde Evo Morales emergió como líder, dijo el viceministro de Régimen Interior, Javier Issa, en rueda de prensa.
“Este es el decomiso más grande que se ha hecho en la historia de Bolivia”, agregó Issa, quien afirmó que, según las primeras investigaciones, el destinatario de las balas de fabricación mexicana era una persona ligada al Movimiento Al Socialismo (MAS) de Morales (2006-2019).
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Cargamento para matar
«Lo que llama poderosamente la atención es que la persona que habría sido propietaria de este cargamento letal es una persona partidaria del Movimiento Al Socialismo», dijo la autoridad, en conferencia de prensa.
Por su parte, el director nacional de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Iván Rojas, precisó que esta persona, identificada como Raúl P. M., envió el cargamento desde la ciudad de La Paz, tomando los servicios de una empresa de transporte y el mismo sujeto tenía que retirar la carga en la ciudad de Santa Cruz.
Ahora, esta persona se encuentra aprehendida, al igual que el conductor del camión que trasladaba las municiones, que fue interceptado el pasado 1 de septiembre, aproximadamente a las 02.00, en la localidad de Parotani, Cochabamba, en el momento en que se dirigía hacia Santa Cruz.
Las balas, en el interior del motorizado, estaban camufladas con otra mercadería y según el jefe policial, inicialmente se descubrieron 25 cajas con 125 mil municiones y luego otras mil fueron encontradas en un envoltorio de color negro.
«Es un cargamento muy grande destinado a matar, si bien estas municiones (de calibre 22) son de uso civil, tenemos que retrotraernos a noviembre del año pasado, cuando bolivianos han muerto víctimas por balas de (ese mismo) calibre», afirmó Issa.
«Por ende, estamos ante un movimiento subversivo (…), esto ya tiene tintes de terrorismo», alertó.
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