Reunión con Maduro es el primer intento de EEUU para reducir influencia rusa en Latinoamérica
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Altos funcionarios de EEUU viajan a Venezuela para reunirse con la cúpula del régimen de Caracas en un esfuerzo por socavar las alianzas rusas en América Latina.
Redacción | Primer Informe
La administración Biden intensifica los esfuerzos para separar a Rusia de sus aliados latinoamericanos, en medio de la invasión del gobierno de Vladimir Putin a Ucrania. Para esto un grupo de altos funcionarios estadounidenses viajaron a Venezuela este fin de semana para llevar a cabo una reunión con Nicolás Maduro.
La información la dio a conocer The New York Times, a través de fuentes dentro del actual gobierno estadounidense. Aún no se han develado más detalles sobre la comisión que viajó a Venezuela ni de las reuniones que sostendrían con jerarcas de la dictadura venezolana.
Algunas fuentes indicaron a Primer Informe que la delegación estadounidense podría estar coordinada por Juan González, director del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental del gobierno de EEUU.
La invasión rusa a Ucrania está llevando a los Estados Unidos a enfocarse en los aliados latinoamericanos del presidente Vladimir Putin. Washington ha reportado que estas colaboraciones podrían convertirse en amenazas a la seguridad si se profundiza el enfrentamiento con Rusia.
La economía rusa está sufriendo fuertes golpes gracias a las sanciones impuestas por EEUU y otro gran grupo de países del mundo. Esto lo quiere aprovechar la administración Biden para promover su agenda entre las autocracias latinoamericanas, que podrían ver a Putin como un aliado que podría debilitarse.
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Un viaje histórico
La visita de alto nivel de los funcionarios estadounidenses a una reunión Caracas, representa el establecimiento de un nuevo contacto en años. En 2019 Estados Unidos rompió relaciones diplomáticas con el régimen de Maduro y cerró su embajada en la capital venezolana ese mismo año.
Estados Unidos acusó al régimen venezolano de fraude electoral, por lo que no reconoció al gobierno que instaló Nicolás Maduro. La administración Trump intentó hacer a un lado la autocracia de Venezuela reconociendo a Juan Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y sancionando los negocios petroleros de la estatal venezolana PDVSA.
Maduro se apoyó en Rusia para conseguir ayuda económica y diplomática. Igualmente lo hizo con Irán y China.
Las empresas y bancos de energía rusos han sido claves para que el régimen de Maduro se mantenga a flote exportando petróleo. Además le han permitido operar otros negocios esquivando las sanciones estadounidenses.
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¿Cambio de posición?
La importancia de esta reunión estaría en conocer cuáles serían los incentivos estadounidenses para que Venezuela se aleje de Putin.
A esto hay que tomar en cuenta que esta semana Biden extendió la duración del decreto que califica al régimen de Maduro como una «amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional y para la política exterior de los Estados Unidos».
En una carta al Congreso de los Estados Unidos, Biden explicó la prórroga de la Orden Ejecutiva firmada el 8 de marzo de 2015 por el entonces presidente Barack Obama. “La sección 202(d) de la Ley de Emergencias Nacionales (50 U.S.C. 1622(d)) establece la terminación automática de una emergencia nacional a menos que, dentro de los 90 días anteriores a la fecha de aniversario de su declaración, el Presidente publique en el Registro Federal y transmita al Congreso un aviso que establezca que la emergencia continuará en efecto después de la fecha de aniversario”, señaló.
Al mismo tiempo, el llamado Grupo Internacional de Contacto (GIC) sobre Venezuela, celebró ayer 4 de febrero una reunión de alto nivel para debatir la situación en Venezuela.
En una nota de prensa sobre la reunión, realizaron tres peticiones al régimen de Maduro: La primera permitir el acceso a instituciones que prestan asistencia humanitaria. La segunda petición es reiniciar las negociaciones en Ciudad de México con los sectores opositores reconocidos por la comunidad internacional. Por último piden permitir reformas al sistema judicial y electoral.
Mariano de Alba, asesor venezolano en derecho internacional y diplomacia cree que la visita de los funcionarios estadounidenses para la reunión en Caracas «pone el énfasis en el presunto interés de poder sustituir parte del petróleo de Rusia con el de Venezuela en el mercado, pero hay otros dos asuntos claves para el gobierno de Biden».
Nota del @nytimes que revela la visita hoy a Caracas de altos funcionarios del gobierno de #EEUU pone el énfasis en el presunto interés de poder sustituir parte del petróleo de #Rusia con el de #Venezuela en el mercado, pero hay dos otros asuntos claves para el gobierno de Biden. https://t.co/1b7dtrRoNy
— Mariano de Alba (@marianodealba) March 5, 2022
Para de Alba, el gobierno estadounidense enfrenta una gran presión para hacer concesiones e intentar sacar del estancamiento la situación en Venezuela. «Lo piden: familiares de los estadounidenses arrestados arbitrariamente en Venezuela, Chevron para llegar a un acuerdo con PDVSA y la oposición para resucitar México».
Habría que preguntarse si Biden propondrá un relajamiento o anulación de algunas sanciones si Maduro le quita el apoyo a Putin. Sin embargo el viaje también puede representar una advertencia de más sanciones si por el contrario continúa el apoyo madurista a la invasión rusa en Ucrania.
Juan González, quien encabezaría la comisión de Washington en Caracas, dijo recientemente a VOA, que las sanciones estadounidenses contra 13 bancos rusos, afectarán «a cualquier gobierno o negocio que tenga comercio con esas instituciones».
“Venezuela va a comenzar a sentir esa presión, Nicaragua va a sentir esa presión, al igual que Cuba. Pero en fin, lo que nosotros queremos son salidas negociadas a la crisis en Venezuela, con una restauración del orden democrático en Nicaragua y queremos que sean los cubanos quienes determinen su futuro, y no una dictadura”, dijo González.
Por parte de Venezuela, Carlos Ron, viceministro para América del Norte del régimen madurista dijo que «como unos gangsters, EEUU amenaza la paz y la estabilidad de países con sus sanciones ilegales. Parece mentira que en política exterior, el gobierno de Biden no logre ser más que una mala copia de Trump. Sin la diplomacia, seguirán en el callejón sin salida del fracaso».
Llamadas desesperadas
Venezuela es uno de los pocos países que expresa un apoyo irrestricto a la decisión de Putin de invadir Ucrania.
Esta semana se conoció que el líder chavista realizó una llamada telefónica al presidente ruso. Según información oficial Maduro manifestó su apoyo a Rusia específicamente por las operaciones militares de invasión a Ucrania.
La movida de Caracas reafirma su dependencia hacia el Kremlin en momentos en que la agresión bélica rusa provoca críticas en todo el mundo. Incluso China, que se ha mantenido neutral en el conflicto, manifestó su «extrema preocupación» por el impacto en los civiles de las acciones militares rusas.
Sin embargo, salieron a relucir detalles específicos de la llamada entre Putin y Maduro. La llamada fue reportada inicialmente por la agencia de noticias rusa TASS y replicada por medios en todo el mundo. Moscú resaltó que fue el dictador venezolano quien inició el contacto telefónico.
Según reportó el ex directivo de PDVSA y consultor estratégico internacional, Pedro M. Burelli, el tema de fondo principal en la conversación no era la confirmación del apoyo chavista a Putin. El tema que preocupaba a Maduro era el destino del dinero que el régimen y los altos jerarcas chavistas tienen en la banca rusa.
Según reportaron fuentes a Burelli, Putin «no dio garantía sobre depósitos en bancos aduciendo que enfrenta guerra económica de Occidente». También le advirtió a Maduro que «habrá que asumir grandes pérdidas«.
Maduro también ofreció ayuda militar en la guerra contra Ucrania. En particular, habría ofrecido pilotos de aviones Sukhoi, los jets cazabombarderos de fabricación rusa que vuela la Aviación Miliar de Venezuela.
Después de sus advertencias por las pérdidas que afrontarán los corruptos chavistas por guardar su dinero en Moscú, «Putin puso fin a la llamada», contó Burelli.
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