Biden pone en ‘stand by’ las negociaciones petroleras con Maduro
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La presión política interna en Washington, hace que la administración Biden se encuentre reconsiderando el ofrecimiento para un relajamiento de sanciones petroleras a Maduro.
Redacción | Primer Informe
Tras las críticas de legisladores de ambos partidos al encuentro sostenido en Caracas entre representantes de la administración Biden y jerarcas del régimen de Nicolás Maduro, el gobierno estadounidense decidió poner en pausa las negociaciones petroleras con Venezuela.
Sin embargo, el posible acuerdo no se ha caído de la mesa, dijeron fuentes de Washington a El Nuevo Herald.
En EEUU los precios de la gasolina se dispararon. Por esto el gobierno busca alternativas de crudo después de las sanciones a Rusia por la invasión a Ucrania.
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Licencias y relajación de sanciones
Dos fuentes pertenecientes a la oposición venezolana, le dijeron al rotativo de la Florida que la administración habían avances hacia unas negociaciones petroleras. En la reunión realizada en Caracas el pasado 5 de marzo, emisarios de Biden plantearon otorgar a Chevron una licencia para reanudar sus actividades en Venezuela.
La licencia al gigante petrolero estadoundiense ya estaba lista para ser emitida, dijo una tercera fuente. El gobierno de Biden sólo espera el momento indicado para anunciarla.
Pero las fuertes críticas de legisladores, tanto republicanos como demócratas, han estado cambiando el mensaje de la Casa Blanca.
«Seguridad energética» y vuelta a México
Después del encuentro en Caracas, Jen Psaki, portavoz de la Casa Blanca, dijo, al igual que otros representantes del gobierno, que hubo una «gama de temas» a discutir con Maduro en el futuro, incluida la «seguridad energética».
Luego el miércoles, un alto funcionario de Biden dijo a periodistas que «no hay conversaciones entre nosotros y el régimen de Venezuela» sobre el reinicio de las ventas de petróleo.
«Viajamos allí para asegurar la liberación de los estadounidenses detenidos», dijo el alto funcionario.
El jueves, Psaki dijo sobre las conversaciones con Venezuela que «esta no es actualmente, en este momento, una conversación activa sobre las importaciones de su petróleo».
Katie Tobin, directora de Seguridad Transfronteriza del Consejo de Seguridad Nacional, igualmente negó el tema energético en las conversaciones con Maduro. La funcionaria dijo a los periodistas el viernes que «no había conexión» entre la suspensión de las importaciones de petróleo ruso y las negociaciones con Maduro.
Una funcionaria estadounidense negó categóricamente cualquier vínculo entre las discusiones sobre el petróleo y la liberación de presos estadounidenses detenidos en Venezuela. “Esto es absolutamente falso”, dijo Emily Horne, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional. “Hemos sido muy claros: la liberación de los estadounidenses detenidos fue producto de meses de trabajo preliminar del Departamento de Estado, especialmente del enviado especial Carstens, y no estuvo condicionada de ninguna manera a otros pasos que el gobierno de Estados Unidos podría tomar en otras áreas”.
Duras críticas
La reunión de los emisarios de Joe Biden con Nicolás Maduro tuvo una fuerte repercusión en los Estados Unidos. Duras críticas cayeron sobre el presidente demócrata por ordenar a los altos funcionarios de su administración visitar Caracas y encontrarse con el dictador y desarrollar negociaciones petroleras.
Las declaraciones del mismo Maduro acerca de esa reunión solo avivaron los cuestionamientos en contra del presidente demócrata.
Jen Psaki subrayó también el jueves que siguen sin reconocer a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
Por su parte, y tras conocer la existencia del encuentro en Caracas, el senador republicano Marco Rubio atacó a Biden. Cree que el presidente estadounidense y su administración están «usando la excusa de Rusia para proponer el acuerdo que siempre quiso hacer a Maduro».
Rubio dijo que «en lugar de producir más petróleo local, quieren reemplazar el petróleo que compraba a un dictador asesino (Putin, comprando a otro dictador y asesino (Maduro)», refiriéndose a las negociaciones petroleras con Venezuela.
Este último tema causó un alto nivel preocupación en un grupo de legisladores republicanos. Estos decidieron proponer un proyecto de ley para prohibir compras de petróleo y gas a Venezuela e Irán.
Entre los senadores estaban también Dan Sullivan, Steve Daines, Kevin Cramer, Roger Marshall, Thom Tillis, John Hoeven, Rick Scott y James Lankford. El proyecto de ley prohibiría la importación de petróleo crudo, petróleo, productos derivados del petróleo y gas natural licuado de Irán y Venezuela hasta los Estados Unidos.
Por su parte, el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis criticó con dureza el posible acuerdo energético que podría hacer la administración Biden con la dictadura de Maduro.
Acusó al gobierno estadounidense de «utilizar el aumento de los precios de la energía como pretexto para legitimar» a Maduro.
“Este régimen de Maduro no es un régimen que uno legitima. No es un régimen que apoya (…) Entonces dices que no quieres tratar con Putin porque es un dictador, pero entonces no te des la vuelta y vayas con Maduro”, dijo DeSantis
Incluso la jefa del Comando Sur, Laura Richardson mostró su preocupación por un posible acuerdo entre Biden y Maduro. En una comparecencia ante los miembros del Comité de Servicios Armados del Congreso, Richardson fue consultada, por el republicano Matt Gaetz, indagó sobre los riesgos que esa relación entraña tanto para los Estados Unidos como para la región.
«Estamos tomando decisiones políticas eso podría mover muchos recursos a Venezuela. Si su mayor preocupación sobre Venezuela es la cooperación militar rusa, ¿no es posible que si Venezuela terminara con mucho más dinero en efectivo lo usaría para comprar equipo militar ruso».
«Podría hacerlo», respondió Richardson. Agregó que también Maduro enfrenta una grave crisis humanitaria.
Ante ese comentario, Gaetz la interrumpió y aclaró que: «las cuestiones humanitarias nunca han sido tan importantes para Maduro como la actividad militar». «Eso es verdad» concedió la jefa del Comando Sur.
Por parte de los demócratas, la representante federal de la Florida Debbie Wasserman Schultz, copresidenta del Caucus de la Democracia de Venezuela, elogió el esfuerzo de la administración Biden para “aislar globalmente a Putin” para salvar vidas.
“Sin embargo, recompensar al régimen de Maduro en Venezuela intercambiando las importaciones de petróleo de un cleptócrata asesino por otro en nuestro propio hemisferio sería incorrecto y miope”, agregó refiriéndose a las ahora pausadas negociaciones petroleras.
Maduro reafirma apoyo ruso
Poco después de que los ministros de Exteriores de Ucrania y Rusia dialogaran en Turquía y no lograran acordar un alto al fuego, la vicepresidenta de Nicolás Maduro, Delcy Rodríguez, se reunió en privado en ese país, con el jefe de la diplomacia de Moscú, Sergei Lavrov.
El encuentro bilateral sucede días después de que una delegación del gobierno de EEUU visitara Caracas.
En la reunión de Rodríguez y Lavrov también estuvo el canciller madurista Félix Plasencia. Sin embargo y ni la vicepresidenta chavista ni el propio Plasencia informaron de la actividad en sus redes sociales, como siempre acostumbran. Fue la parte rusa la que inicialmente expuso en redes sociales la celebración de la reunión.
«Las partes señalaron el desarrollo dinámico de las relaciones bilaterales en línea con la asociación estratégica, confirmaron la identidad de los enfoques de Rusia y Venezuela sobre los problemas mundiales más apremiantes y condenaron las medidas coercitivas unilaterales ilegales utilizadas como instrumento de injerencia en los asuntos de los estados soberanos», escribió el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso en Telegram.
En referencia a las sanciones internacionales sobre Rusia, la funcionaria criticó a la actuación de los «poderes hegemónicos». Paradójicamente, defendió el derecho de los pueblos a la «soberanía» y la «autodeterminación» mientras las fuerzas invasoras rusas intensifican sus ataques sobre las ciudades ucranianas.
Esas declaraciones de Rodríguez se alejan mucho del lenguaje conciliador que mantuvo en días pasados, en medio de las negociaciones petroleras y humanitarias con EEUU.
En una actividad partidista dijo que “Venezuela suma su voz al diálogo, a que las resoluciones sean a través de mecanismos pacíficos. Nunca nos verán en las filas de la guerra en sí misma, o por la guerra. Siempre nos verán por los derechos del ser humano”, dijo durante el congreso del PSUV.
El número dos del chavismo, Diosdado Cabello, también se alejó de cualquier posición conciliadora con EEUU. Y descartó por completo cualquier distanciamiento con Moscú.
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