Análisis

INFORME: El fraude de las gabarras de perforación de PDVSA

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INFORME: El fraude de las gabarras de perforación de PDVSA

Sin llevar a cabo la necesaria investigación sobre Petrosaudí o, peor aún, a sabiendas de que estaba tratando con unos especuladores financieros, Rafael Ramírez decidió promover la negociación con esa empresa.

Gustavo Coronel | EL NACIONAL

Entre los múltiples actos de vandalismo financiero ocurridos en la empresa Pdvsa durante los últimos 21 años destaca –tanto por su magnitud como por la impunidad con la cual fue ejecutado– el fraudulento arrendamiento de gabarras de perforación costa afuera a empresas carentes de credenciales. Nos referimos específicamente al arrendamiento de gabarras de perforación costa afuera llevada a cabo por Pdvsa a la empresa Petrosaudí Oil Services entre los años de 2009 a 2011, incluyendo una breve descripción de los eventos que antecedieron y condujeron a tal contratación.

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Antecedentes: primera gabarra de perforación costa afuera contratada por Pdvsa en 2008

Hacia finales de 2008 Pdvsa firmó un contrato de arrendamiento por cinco años con la empresa Petromarine, basada en Singapur, por una gabarra de perforación costa afuera llamada Aban Pearl, ver: (1), http://www.petroleumworldve.com/pdf/Memoria%20y%20Cuenta%20MENPET%202008.pdf.  Páginas 1005 y 1006.

El valor de este contrato fue de 1.300 millones de dólares, es decir, una tasa diaria de unos 721.000 dólares. Sin embargo, esta gabarra no era propiedad de la empresa Petromarine sino de la empresa india Aban Offshore Co., la cual dijo recibir 385.000 dólares al día, es decir, aproximadamente la mitad de la suma contratada, ver: (2). (http://www.aban.com/downloads/aolpresentation.pdf).

La empresa con la cual Pdvsa contrató, Petromarine, había sido registrada en Singapur en Agosto 2008, escasos meses antes de la firma del contrato y era subsidiaria de una empresa registrada en Panamá bajo el nombre de INVERSIONES MARÍTIMAS ISAPECO, con un capital de 10.000 dólares. Los dueños de esta empresa eran los señores Enoc Martínez y Hidalgo Socorro, ver: (3) (http://www.slideshare.net/kimba3/presentacin-corrupcion-costa-afuera-ii). Los Sres. Martínez y Socorro también poseían una empresa en Maracaibo, Astivenca, la cual era contratista de Pdvsa.

Aunque el contrato era por 5 años, la gabarra Aban Pearl se hundió en mayo de 2010, por lo cual el contrato solo duró aproximadamente 17 meses. El pago a la empresa intermediaria Petromarine se calcula en el orden de los 200 millones de dólares, incluyendo una factura aparentemente bastante inflada por concepto de movilización de la gabarra.

Los contratistas y gerentes de Pdvsa relacionados directamente con este contrato  incluyeron a Enoc Martínez, Hidalgo Socorro, Luis Vierma, Ricardo Coronado y Christian Schlaubitz, ver: (4,5)  http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2010/07/mi-entrevista-sobre-el-aban-pearl-en.html y http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2012/07/revisiting-aban-pearl-now-with-more.html. Sin embargo, todos los miembros de la junta directiva de esa época, quienes aprobaron el contrato,  son –a mi entender– legalmente corresponsables.

Petrosaudí Oil Services arrienda gabarras a Pdvsa

La empresa Petrosaudí hace su aparición como consecuencia del hundimiento de la gabarra Aban Pearl. Esta empresa fue fundada en 2005 por Tarek Essam Ahmad Obaid y Patrick Mahony, además del familiar de un jeque de la casa real saudí y desde su inicio fue una empresa orientada hacia la especulación financiera. La presencia del familiar de la casa real saudí en la empresa y el nombre seleccionado, Petrosaudí, les permitió establecer una aparente relación con la casa real saudí, la cual era ilusoria. La empresa carecía tanto de experiencia petrolera como de verdadero capital. Su entrada a Venezuela se produjo porque Mahony, experto en finanzas, advirtió que el hundimiento de la gabarra Aban Pearl en Venezuela abría la posibilidad de contratar con Pdvsa el reemplazo para la unidad. Al identificar esta oportunidad Petrosaudí procedió a identificarse ante Pdvsa como empresa de servicios petroleros, con equipos capaces de reemplazar al Aban Pearl. Alquilaron un lujoso yate por una semana e invitaron a ese yate al primer ministro de Malasia, Najib Razak, quien controlaba un fondo de desarrollo malasio llamado 1MBD y le vendieron la idea de aportar capital para el proyecto venezolano. El fondo controlado por el primer ministro, el cual daría origen a un inmenso fraude internacional de muchas ramificaciones y por el cual este funcionario está en prisión le entregó a Petrosaudí 200-300 millones de dólares para desarrollar sus proyectos, incluyendo el de Venezuela.

Petrosaudí le envió una carta a Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa y ministro de Petróleo (6), https://www.sarawakreport.org/2017/01/petrosaudis-1mdb-financed-venezuelan-adventure-and-the-money-it-didnt-make/ y, (7), http://lasarmasdecoronel.blogspot.com/2016/07/pdvsa-y-un-gigantesco-fraude-financiero.html, firmada por el miembro de la casa real, príncipe Turki bin Abdullah, la cual daba la sensación de que Petrosaudí tenía el respaldo del gobierno saudí, lo cual no era cierto. No solo convenció Petrosaudí al primer ministro de Malasia para darles el dinero que requerían para adquirir los equipos de perforación sino que le vendieron a Rafael Ramírez la ilusión de que estaba aliándose con la casa real saudí.

Por lo tanto, sin llevar a cabo la necesaria investigación (due diligence) de Petrosaudí o, peor aún, a sabiendas de que estaba tratando con unos especuladores financieros, Rafael Ramírez decidió promover la negociación con esa empresa para formar una empresa mixta, con mayoría de capital de Pdvsa, para adquirir dos gabarras de perforación costa afuera. Así lo anunció por la prensa dando a entender –falsamente– que la empresa sería una asociación de Estado a Estado, lo cual era imposible, ya que Petrosaudí no tenía relación formal alguna con el gobierno saudí.

En septiembre de 2010 Petrosaudí utilizó parte del dinero recibido del fondo malasio para adquirir de la empresa Songa Offshore la gabarra Saturn, de unos 20 años de construida, por 260 millones. También adquirió por unos 120 millones de dólares la gabarra Discoverer, de 34 años de antigüedad, de la empresa Jasper Investments. El 25 de noviembre de 2010, en El Universal de Caracas, Rafael Ramírez anunció que la empresa mixta Pdvsa-Petrosaudí proyectaba adquirir dos gabarras de perforación costa afuera y mencionó específicamente a las dos gabarras ya adquiridas por Petrosaudí. Y añadió: “Esta sociedad requerirá de una inversión de 2.500 millones de dólares”. Sin embargo, las dos gabarras fueron adquiridas por una suma total no mayor de 500 millones de dólares, lo cual ya indicaba la presencia de un posible fraude.

En el sitio virtual de Pdvsa se pudo leer a fines de 2010: “En noviembre de 2010 arribó a aguas venezolanas la unidad de perforación Petrosaudi Saturn, embarcación recientemente repotenciada y reacondicionada para la perforación costa afuera. Este equipo reemplaza la plataforma semisumergible Aban Pearl, fortaleciendo así la revolución gasífera de Petróleos de Venezuela Socialista (Pdvsa), dirigida principalmente a satisfacer la demanda de gas del mercado interno de nuestro país. Los buques Petrosaudi Saturn y Petrosaudi Discoverer (este último en operaciones desde 2008), formarán parte de la empresa mixta Pdvsa-Petrosaudi, en la que Pdvsa tendrá mayoría accionaria, y estarán en toda la actividad exploratoria relacionada con los proyectos de desarrollo de gas costa afuera: Mariscal Sucre, Plataforma Deltana, La Blanquilla y Golfo de Venezuela”.

La empresa mixta, que sepamos, nunca llegó a formarse pero lo que sí se formalizó en 2010 fue un contrato de arrendamiento de ambas gabarras por un período de siete años cada una, a una tasa diaria de arrendamiento de 490.000 dólares (Discoverer) y 485.000 dólares (Saturn), tasa bastante superior a la existente en el mercado. La junta directiva de Pdvsa aprobó este contrato de arrendamiento por adjudicación directa, basándose en el argumento de que no había otra oferta válida en el mercado. El director de Servicios de Pdvsa, José Luis Parada, así lo notificó al representante de Petrosaudí, David Wells. Ver carta arriba.

Hemos obtenido un borrador del contrato de arrendamiento de las dos gabarras el cual requirió para su formalización de un envío de 120 millones de dólares de Petrosaudí a Pdvsa, dinero cuyo destino final ignoramos.

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