Informe: El impacto de la compra-venta de dólares en la Cuba comunista
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Régimen cubano mantiene el control de todas las remesas y se financia a través de retenciones a ese dinero que nunca llega a las manos de los cubanos.
Redacción | Primer Informe
Cuba inauguró 72 tiendas MLC (en monedas libremente convertibles), o sea, en monedas extranjeras, especialmente el dólar estadounidense. En esos comercios están a la venta de productos de primera necesidad, sobre todo alimentos, además de productos de aseo y de ferretería.
Ya el año pasado, se habían abierto tiendas de este tipo, pero solo dedicadas a la venta de electrodomésticos, principalmente.
En las MLC se compra con una tarjeta de débito a precios en dólares. Al contrario de lo que sucede en el resto de la isla, en esas tiendas hay una abundante y variada oferta de productos para los cubanos que reciben dólares o euros a través de las remesas.
Soterradamente, las ofertas de venta de dólares americanos a elevados precios en sitios web de compra y venta, como Revolico, también ha aumentado. Y el precio del dólar también se ha incrementado. Si el año pasado se ofrecía a 0,87 pesos cubanos convertibles (CUC) hoy se cotizan entre 1.20 CUC y 1.95 CUC por cada dólar.
Esos intercambios no es legal. Pero se ha convertido en una opción para que los cubanos puedan manejar su dinero de la forma que mejor les convenga.
Control sobre los dólares
Todo el mercado compra venta de divisas, se sustenta en el excesivo control que ejerce sobre la moneda el régimen cubano. También, el sistema monetario de la isla funciona con tres monedas al mismo tiempo, lo que abre las posibilidades de mercados cambiarios paralelos.
Los nuevos productos disponibles en la MLC, han avivado también ese mercado de divisas. En esas tiendas, solo se puede pagar con tarjetas de débito. Los cubanos se agolparon en los bancos que las expiden las ya que no se admite el pago en efectivo. Las cuentas deben tener un respaldo en divisas que, sin embargo, no pueden extraerse.
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Emilio Morales, de The Havana Consulting Group, explicó que los dólares enviados por cubanos exiliados como remesas a sus familiares en la isla nunca han tocado suelo cubano.
“Se quedan en terceros países, lo mismo para comprar un contenedor de pollos que un cargamento de bicicletas o de colchones”, asegura. Las remesas quedan en manos de empresas intermediaras que están ubicadas en un tercer país. Una de estas empresas era Fincimex, sancionada por el gobierno de Estados Unidos.
Cimex, es en realidad una empresa privada registrada en Panamá y tiene una sucursal en La Habana. Morales recuerda quela original se estableció Panamá en 1978, para burlar el embargo comercial. La “sucursal” se abrió en La Habana en 1995. La Corporación CIMEX S.A, la empresa que más factura en Cuba (unos 2.600 millones de dólares anuales).
La ruta del dinero
El dinero de las remesas termina en otros países que pueden ser paraísos fiscales (como Islas Vírgenes, Islas Caimán y Curazao), y son manejadas por representantes de GAESA, el Grupo de Administración Empresarial, S.A.
Esa corporación está en manos de los militares cubanos y tiene a la cabeza al ex yerno de Raúl Castro, el general de brigada Luis Alberto Rodríguez López-Calleja. Con ese dinero sus agentes compran lo que pida La Habana para enviarlo en el plazo que les ordenen, explica Morales.
“No se presentan como agentes del gobierno cubano: solo compran a nombre de una de las firmas radicadas en cualquiera de esos paraísos fiscales”, dice.
Si el envío no pudiera hacerse directamente desde el punto de compra, pues muchas veces la compra se hace en los propios EEUU, los contenedores van a Panamá o a cualquier otro puerto de la región donde el gobierno cubano maneje o contrate agencias de carga.
Y luego van a a Cuba utilizando a la Melfi Marine Corporation S.A., de la propia Corporación CIMEX, u otras navieras que La Habana tiene registradas en Panamá y en varios paraísos fiscales, refiere el experto.
Con información de la Unión de Expresos Políticos Cubanos y Diario de Cuba.
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