Las políticas de Biden para que EEUU se someta al dominio del Partido Comunista Chino
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Enfrentarse a China ha sido un sello distintivo de la administración Trump que ha ejercido una política de presión diplomática, militar y económica sobre las ambiciones expansionistas del gigante asiático, lo que se detendría si la presidencia cambia de manos.
Redacción | Primer Informe
El Partido Comunista Chino (PCCh) está haciendo un gran esfuerzo para lograr que Joe Biden sea electo presidente. El demócrata se ha convertido en el mejor representante de los intereses de Beijing en los EE.UU.
Y es que Biden ha expresado su intención de volver al status quo anterior de la relación económica entre Estados Unidos y China. Además considera que los líderes del PCCh, “no son nuestro enemigo. Son buenas personas», según dijo en el último debate presidencial.
Esa intención de Biden significa eliminar los aranceles de Trump sobre los productos chinos. Eso funcionaría perfectamente para Xi Jinping, pero aceleraría el declive del sector manufacturero estadounidense.
Además implica una pérdida de independencia en cuanto a maquinaria y recursos críticos, desde suministros médicos hasta minerales de tierras raras.
Además, con respecto a su política hacia el virus del PCCh (nuevo coronavirus), Biden le ha dicho a Estados Unidos que, si es elegido, también se establecería cuarentenas y aislamientos obligatorios. Eso solo empeoraría el impacto económico sobre los trabajadores estadounidenses.
El candidato, además, exime del PCCh de toda responsabilidad en la grave crisis mundial generada por la pandemia del coronavirus. Tampoco está dispuesto a buscar alguna condena al liderazgo del PCCh por su papel fundamental en la pandemia y la destrucción económica que la acompañó.
Como resultado, una presidencia de Biden no solo debilitaría en gran medida la economía de Estados Unidos, sino que también empañaría el prestigio y el liderazgo moral de Estados Unidos en el mundo.
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Biden también ha evitado hablar de cuál sería su política hacia Hong Kong y Taiwán. Y no se ha referido a cómo manejaría la militarización del Mar de China Meridional por parte de China.
Al contrario de Trump, el candidato del partido Demócrata desestima la amenaza de China sobre EE.UU. Hasta ahora, el PCCh ha penetrando en medios de comunicación, sistema educativo, instituciones culturales, sectores financieros e incluso en los líderes políticos, como al mismo Biden y su familia.
Claro, es posible que el candidato presidencial demócrata solo haya mencionado restaurar la relación económica anterior, pero al hacerlo, socavará el aspecto estratégico que es un resultado directo de las políticas comerciales de Trump.
Resistir los esfuerzos del PCCh contra Estados Unidos requiere una respuesta integral, que desmiente la capacidad o intención de Biden de tratar con el PCCh.
Trump y su gente saben que el poder de Estados Unidos en el exterior, tanto en general como específicamente con respecto a China, depende de la fuerza económica estadounidense, que está respaldada por una amenaza militar creíble, que respalda los esfuerzos diplomáticos coordinados y efectivos de Estados Unidos.
Las intenciones de la política exterior son tan creíbles como la voluntad y la capacidad para respaldarlas.
Trump, entre otras cosas, eliminó el estatus comercial especial de Hong Kong y vendió miles de millones de dólares en equipos militares defensivos de alta calidad a Taiwán.
También ha reforzado la presencia naval de Estados Unidos en y alrededor del Mar de China Meridional, enfrentándose a la belicosidad china.
Con información de The Epoch Times.
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