FBI encubre escándalos sexuales que involucran a sus altos mandos
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A pesar de que las investigaciones corroboraron las acusaciones de conducta sexual inapropiada en su contra, los altos funcionarios del FBI siguen manteniendo sus pensiones y beneficios completos.
Redacción | Primer Informe
El Buró Federal de Investigaciones se ha visto envuelto en la polémica luego de que varios funcionarios de alto rango han renunciado por estar señalados en una investigación periodística que demostró que el FBI encubre escándalos sexuales de funcionarios con altos cargos.
Un subdirector del organismo se retiró después que lo acusaron por manosear a subordinada en una escalera mientras estaba ebria.
Otro funcionario de alto rango en el FBI tuvo que irse después que se se descubrió que había acosado sexualmente por lo menos a ocho empleados.
También un funcionario de alto rango se retiró del FBI al ser acusado de chantajear a otro joven empleado para mantener encuentros sexuales.
Una investigación ejecutada por Associated Press (AP) dijo que el FBI encubre escándalos sexuales.
El trabajo identificó al menos seis acusaciones de conducta sexual inapropiada en donde están involucrados altos funcionarios del FBI en los últimos cinco años.
Entre ellas se incluyen dos recientes denuncias presentadas por dos mujeres esta semana que aseguran haber sido agredidas sexualmente por agentes de alto rango.
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Las irregularidades que esconde el organismo
La investigación encontró una serie de irregularidades entre las que destaca a funcionarios acusados que evitaron ser procesados por indisciplina.
Estos agentes pidieron sus traslados o sus retiros silenciosamente.
A pesar de que las investigaciones corroboraron las acusaciones de conducta sexual inapropiada en su contra, siguen manteniendo sus pensiones y beneficios completos.
Más allá de eso, los funcionarios federales encargados de hacer cumplir la ley tienen el anonimato incluso después de que el proceso disciplinario sigue su curso.
Esto les permite aterrizar de pie en el sector privado o incluso permanecer en la aplicación de la ley, comenta la nota publicada por AP.
Habla una de las víctimas
Una exanalista del FBI, aseguró que el caso “lo están escondiendo bajo la alfombra».
Ésta alegó que un agente especial supervisor lamió su cara y la tocó en una fiesta en 2017.
Esta mujer dejó el FBI y tiene un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático.
«Es muy desalentador cuando permiten que personas que saben que son delincuentes se jubilen y sigan carreras en campos relacionados con la aplicación de la ley», dijo la mujer, que pidió ser identificada como Becky.
Esta investigación no incluyó el número creciente de supervisores de alto nivel del FBI que no han dicho los romances que mantienen con sus subordinados en los últimos años.
Este patrón encendió la alarma de los investigadores de la Oficina del Inspector General planteándose dudas sobre la política de la oficina.
El Congreso se pronuncia
La conducta sexual inapropiada recurrente ha llamado la atención del Congreso y de los grupos de defensa.
Ambos grupos pidieron protecciones a los denunciantes del FBI y que una entidad externa revise los casos disciplinarios de la oficina.
«Necesitan un momento #MeToo», dijo la representante Jackie Speier, una demócrata de California.
«Es repugnante y subraya el hecho de que el FBI y muchas de nuestras instituciones siguen siendo buenas redes de chicos», recalcó Speier.
«No me sorprende que, en términos de agresión sexual y acoso sexual, todavía estén en la Edad Media», dijo la representante.
¿Qué dice el FBI?
En un comunicado, el FBI dijo que «mantiene una política de tolerancia cero hacia el acoso sexual».
Las denuncias lograron la destitución de sus puestos mientras se investigan los casos.
Agregó que los casos severos pueden resultar en cargos criminales.
El proceso disciplinario evalúa «la credibilidad de las acusaciones, la gravedad de la conducta y el rango y posición de las personas involucradas», añaden.
La revisión que la agencia hizo identificó al menos seis acusaciones contra altos funcionarios.
Entre los señalados está incluido un subdirector y agentes especiales a cargo de oficinas de campo completas.
Las denuncias iban desde toques no deseados y avances sexuales, a la coacción.
Ninguno parece haber sido sancionado.
Sólo una acusación en la revisión de AP de un agente de base resultó en la pérdida de su autorización de seguridad.
El FBI, con más de 35.000 empleados, mantiene un estrecho control sobre tales acusaciones.
La última vez que realizaron una investigación exhaustiva de este tipo se registró 343 «delitos» de los años fiscales 2009 a 2012.
Entre las denuncias hay tres casos de «filmar en video a mujeres desnudas sin consentimiento».
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