PDVSA llevó a la bancarrota a su filial en Bonaire
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Las instalaciones petroleras de la estatal venezolana en Bonaire podía almacenar unos 10 millones de barriles, y varios muelles de aguas profundas.
Redacción | Primer Informe
Petróleos de Venezuela (PDVSA) llevó a la bancarrota a la unidad de la estatal petrolera en la isla de Bonaire.
Según un comunicado emitido por la empresa, la filial en la isla caribeña colapsó económicamente debido a las sanciones de Estados Unidos.
En una presentación del 9 de marzo publicada la semana pasada por el Tribunal de Primera Instancia de Bonaire, Saint Eustatius y Saba, Bonaire Petroleum Corporation (Bopec), propiedad de PDVSA, dijo que no podía cumplir con sus compromisos económicos.
El texto justifica la situación diciendo que las sanciones estadounidenses le cortaron el «acceso al comercio internacional». «Así como efectivo en cuentas bancarias», según publicó Reuters.
El tribunal accedió a una solicitud de Bopec, de una moratoria sobre los pagos de los acreedores. La empresa dijo estar negociando con «una parte que pueda poner a disposición los activos líquidos necesarios» para permitir «satisfacer a sus acreedores preferidos y ofrezca un acuerdo a sus clientes y acreedores no garantizados».
La empresa que fue
En sus mejores tiempos, Bopec podía almacenar unos 10 millones de barriles de petróleo y sus instalaciones permitían cargar grandes embarcaciones en sus muelles de aguas profundas.
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El año pasado, la compañía recibió la orden de retirar el crudo almacenado, debido al riesgo de fugas en sus tanques.
La declaración de quiebra es el último golpe a la red de negocios petroleros de PDVSA en el Caribe. La empresa lucha por pagar sus deudas y mantener operaciones mínimas en Venezuela.
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