El caso del sargento colombiano secuestrado por militares maduristas desde hace 4 meses
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El efectivo fue raptado mientras se encontraba fuera de servicio y desarmado cerca de la frontera con Venezuela.
Redacción | Primer Informe
Hace poco, el coronel del ejército Pedro Enrique Pérez Arciniegas despareció cerca de la frontera con Venezuela. No se sabe nada de él luego de que salió de su base militar en Saravena, en el departamento de Arauca. Eso es unos 60 km de donde las fuerzas de Maduro mantienen enfrentamientos con facciones de las FARC.
Pero no es el primer caso de un efectivo militar colombiano perdido en la frontera. El sargento Antonio Misse Ceballos fue secuestrado por fuerzas armadas de Venezuela. El hecho ocurrió el pasado 15 de diciembre de 2020.
Lo raptaron en una zona de frontera conocida como Villa del Rosario, en Norte de Santander. El sargento estaba de vacaciones y salió con su sobrino de 12 años a montar bicicleta.
Cuando pararon a tomarse fotos, manteniéndose del lado colombiano, unos hombres en una camioneta blanca los interceptaron.
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Los interrogaron y los llevaron a Venezuela. El sobrino fue devuelto un par de días después. Cuenta que los interrogaron y había uniformados y que le preguntaron a Misse Ceballos qué hacía en Colombia.
«Él les dice que trabaja en el ejército colombiano, que está de vacaciones. A mí me preguntaron muchas cosas, qué hacía, que por qué estábamos en esa zona», cuenta el sobrino, según reportó Caracol Radio.
Del sargento Misse Ceballos, que tiene familia en Colombia, no se sabe mucho más desde la semana del 20 de diciembre. Su esposa, Katerine Díaz, ha enviado derechos de petición a distintas entidades en Colombia, se ha comunicado con la cancillería y también con el Ejército.
Sin respuesta de Venezuela
La cancillería sabe que el sargento fue trasladado al DGCIM (Dirección General de Contrainteligencia Militar) venezolano. En otro correo, con fecha del 22 de diciembre, le cuentan que hay una información, no verificado, de que al sargento lo iban a acusar de espionaje, ataque el centinela y terrorismo.
Eso, al parecer, no ha ocurrido. El sargento, que está bien de salud, no ha sido formalmente acusado de ningún delito.
«La Cancillería conoce el caso y con el equipo de asesores jurídicos que tenemos en Caracas hemos estado atentos a la situación. Tan pronto se tenga información concreta, se comunicará a la familia», dice la diplomacia colombiana.
En un correo enviado a Katerine el 17 de marzo, el funcionario de la cancillería José Antonio Barrios le dice que los abogados no han logrado entrevistar al sargento. El militar recibe ayuda de la ONG Foro Penal.
El Ejército colombiano está coordinado con la Cancillería del país. Al sargento, que lleva 14 años de servicio, le siguen pagando su salario.
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