Maduro se rinde y privatiza en secreto empresas expropiadas
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Una serie de privatizaciones hechas en estricto hermetismo comienzan a revertir la estatización de la economía venezolana.
Redacción | Primer Informe
Al menos 64 empresas expropiadas por el chavismo volvieron a manos privadas desde octubre del año pasado.
Usando la Ley Antibloqueo el régimen obtuvo los poderes necesarios para negociar en “secreto” con empresarios nacionales y extranjeros. Así lo afirma el El Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (CEDICE).
Cuatro de esas 64 empresas expropiadas que volvieron a manos de privados están en el occidente de Venezuela y pertenecen al sector agroindustrial y de telecomunicaciones.
Sin embargo, el que hayan pasado a manos privadas no ha tenido efecto en su productividad. Las cuatro siguen detenidas. No hay inversión de maquinaria ni de materia prima para producir.
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Empresarios iraníes
Cuatro plantas de la empresa Lácteos Los Andes, fueron traspasadas en calidad de comodato a final de 2020 a un «grupo iraní privado» para su administración. El grupo se llama Venilac.
Según el relato los trabajadores desconocen el nombre de los empresario. Tampoco se conocen proyectos de inversión y planes de producción.
Otra versión proviene de una investigación publicada por el portal Armando.info. Sostiene que quienes han asumido a estas empresas son son dos empresario libaneses, de nombres Majed Khalil Majzoub y Khaled Khalil Majzoub.
Ambos individuos han tenido nexos con el Gobierno desde 2003, llegando a recibir entre 2004 a 2012, unos 90 millones de dólares preferenciales Cadivi.
Privatización en las sombras
Miembros de CEDICE Libertad señalan que la privatización de estas empresas ha ocurrido a las sombras pues no se tiene información de cómo se llevó a cabo todo el proceso.
“Una de las características de las privatizaciones es que deben ser totalmente transparentes, para que la población se asegure que el adquirente sea el más idóneo y realice un pago justo”, señala Andrea Rondón, abogada de CEDICE Libertad.
La jurista señala que nada de eso ha ocurrido en las privatizaciones de Lácteos Los Andes. El mismo proceso se extiende a otras empresas. “Lo que tenemos son unas operaciones secretas donde el régimen se reserva toda la información”, afirma.
Explica que la Ley Antibloqueo viola la Ley de Privatizaciones creada en 1992. Allí se establece que un verdadero proceso de privatizaciones no puede menoscabar los derechos de los trabajadores y el nuevo patrono debe mantener intacta la nómina y los beneficios salariales.
Con información de La Prensa de Lara.
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