FBI usó una falsa aplicación de mensajería encriptada para capturar a 800 narcotraficantes europeos
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Gracias a un engaño perpetrado a las mafias del tráfico de narcóticos se lograron incautar toneladas de drogas, cientos de armas e incluso prevenir asesinado.
Redacción | Primer Informe
En Europa, la policía arrestó a unos 800 presuntos miembros del crimen organizado de 16 países. Bajo engaño, los delincuentes usaron teléfonos que incluían una aplicación de mensajería que consideraban era encriptada. En realidad, la plataforma era administrada en secreto por el FBI.
Europol, la oficina europea de policía explicó como funcionaba la aplicación llamada ANOM. El servicio permitía a los investigadores leer las conversaciones de los sospechosos.
Los criminales usaban la aplicación cándidamente, creían que todos sus mensajes estaban encriptados y protegidos contra el espionaje. Pero la policía llevaba registro de todo.
Durante meses, los organismos policiales recabaron información de millones de mensajes sobre el narcotráfico, el lavado de dinero e incluso asesinatos planeados.
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Los resultados son devastadores para el narcotráfico. Se interceptaron 27 millones de mensajes intercambiados entre los delincuentes durante un año y medio. La información sirvió para sustentar el registro de 700 domicilios y las detenciones de los 800 sospechosos.
Pero, al mismo tiempo, las policías de los países participantes incautaron 8 toneladas de cocaína, 22 toneladas de cannabis y su resina, 2 toneladas de anfetaminas y metanfetamina, 6 toneladas de precursores de drogas sintéticas. También se confiscaron 250 armas de fuego, 55 automóviles de lujo y unos 84 millones de dólares.
FBI a la cabeza
El FBI y la policía australiana asumieron el liderazgo de la operación. Contaron con el apoyo de las fuerzas de seguridad de Suecia, Países Bajos y Nueva Zelanda. La aplicación ANOM fue desarrolla por el FBI con la colaboración de sus colegas australianos.
Tras crear el instrumento informático, varios policías infiltrados se encargaron de ofrecer los móviles que incluían a los delincuentes. Los traficantes los usaron sin saber que se trataba de una trampa.
Más de 300 miembros de las bandas criminales, cuyas comunicaciones leían los agentes sin que ellos lo supieran, confiaban en su seguridad.
Entre estos delincuentes, había miembros de la mafia italiana, integrantes de las redes internacionales de narcotráfico y de blanqueo de dinero. También había otras organizaciones criminales.
La estrategia consistía en convencer a los líderes de los grupos para que usaran la aplicación. De esa manera generaron confianza entre los miembros de las organizaciones para que les imitaran. En la operación policial colaboraron de 16 países y de Europol.
El engaño a las mafias
El éxito de la plataforma ANOM se basa en que esta aplicación ofrecía el tipo de servicios de encriptación que buscan las redes delictivas para burlar la vigilancia de las autoridades.
La herramienta informática se presentaba a los delincuentes como un producto de un proveedor telefónico ficticio que contaba con su propia red, sin necesidad de conectarse a internet. Los “teléfonos que tenían esta aplicación gozaban de buena reputación en círculos ilegales”, explicó Jannine van den Berg, jefa de la policía holandesa.
La jefa policial ha añadido que los propios sospechosos promocionaban ANOM como una aplicación fiable. La mayor parte de los mensajes que se intercambiaban estaban en holandés, alemán y sueco.
Entre los méritos de esta gigantesca operación policial, Van der Berg recalca que se evitaron varias muertes.
Con información de El País.
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