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Fuerzas democráticas venezolanas cambian estrategia para acudir al diálogo en México

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Fuerzas democráticas venezolanas cambian estrategia para acudir al diálogo en México

Sin apoyo popular, el régimen chavista mantiene su poder por la vía de los hechos lo que obliga a considerar estrategias a largo plazo para poder lograr que la democracia retorne a Venezuela.

Redacción | Primer Informe

El régimen de Nicolás Maduro y las fuerzas democráticas venezolanas organizadas alrededor de Juan Guaidó volverán a reunirse el próximo 3 de septiembre. El encuentro es la continuidad al diálogo iniciado en Ciudad de México con la mediación de Noruega.

Una análisis publicado en el diario colombiano El Tiempo plantea una serie de escenarios en los cuales se podría avanzar para devolver la democracia a Venezuela.

El análisis parte de la base de que el régimen de Maduro ha fortalecido su control del poder en Venezuela. Plantea que las demandas de las fuerzas democráticas venezolanas en el diálogo deben centrarse en factores humanitarios e institucionales. Y también apuntar a largo plazo a reconstruir un sistema político inclusivo.

«Jugar a largo plazo no será fácil, ya que requiere una oposición maltrecha para aceptar que las estrategias pasadas han fallado. Pero aferrarse al estancamiento actual solo los hará irrelevantes en el futuro» dice el análisis firmado por Maryhen Jiménez Morales, investigadora en el Centro Latinoamericano de la Universidad de Oxford.

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Pero, como es Maduro quien tiene el control, sobre él y sus aliados recae la mayor responsabilidad de a donde lleguen las negociaciones en México.

El dictador podría trabajar con sus adversarios para buscar reformas institucionales  y diseñar un sistema democrático. En ese escenario, el chavismo sería un participante más dentro de la arena política. Llegar a ese punto implicaría reformas de la ley electoral y el sistema judicial, advierte el análisis.

Y algunas cosas deberían cambiar de forma irreversible. Por ejemplo: poner fin a la reelección indefinida, fortalecer la descentralización y, sobre todo, tolerar a los opositores.

Y sí existen incentivos para que Maduro avance en esa dirección. Si el dictador se compromete con una apertura democrática, Estados Unidos y la Unión Europea replantearían sus sanciones al régimen.

Poder sin apoyo popular

La influencia que todavía tiene el sistema chavista para mantenerse no depende ya de su apoyo popular. Menos del 10% de los venezolanos apoya a Maduro, apunta la investigadora.

El sistema  chavista se sostiene sobre poderosas instituciones autoritarias, redes clientelistas y mecanismos de control social. También cuenta con intermediarios locales en todo el país y tiene vínculos con grupos armados.

Al mismo tiempo, el chavismo creó una nueva élite económica leal y tiene alianzas con actores internacionales poderosos y no democráticos.

«Nada de esto se puede desmantelar de la noche a la mañana. Estos elementos autoritarios condicionarán cualquier nuevo régimen emergente y automáticamente darían al chavismo algo de poder, incluso fuera del Gobierno», explica la analista.

La opción parece ir hacia tomar un camino más gradual.  La investigadora plantea participar en las elecciones de noviembre. Una decisión que  si bien no se cerraría con una victoria aplastante podría ayudar a restablecer o fortalecer los lazos con electores y movimientos sociales, asegura.

La salida electoral

Ese análisis parece marcar la ruta que seguirán las fuerzas democráticas venezolanas en el diálogo. La vía de a concertación fue reivindicada por Freddy Guevara, dirigente de Voluntad Popular, el partido de Juan Guaidó. Guevara llamó a lograr un acuerdo político que ponga fin a la crisis humanitaria venezolana.

En ese sentido, propuso acordar condiciones de convivencia política en Venezuela. El llamado de Guevara tiene mayor relevancia porque fue arrestado recientemente de forma arbitraria por el régimen de Maduro.

“A pesar de que esta dictadura me ha quitado muchos años de mi vida ,estoy absolutamente convencido de asumir que este círculo vicioso tiene que parar. Estoy absolutamente convencido que tenemos que pasar a un proceso de convivencia. Ya se acabó la época de creer que una fuerza política puede eliminar a la otra”, dijo.

Con información de El Tiempo.

 

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