ANÁLISIS | ¿Quién y por qué le temen a Raúl Isaías Baduel?
[jp_post_view]«Chávez, el principal beneficiario de la acción Baduel, esperó lo suficiente para comprobar que Baduel no era como Diosdado, quien comparaba el dedo de Chávez con el de Dios de la Capilla Sixtina o el Maduro que lloraba a moco tendido cuando a Chávez le daba gripe. La insolencia de Baduel debía ser castigada».
Orlando Ochoa Terán | [email protected]
Cuando el granuja de Pedro Carmona apareció en Miraflores con el doble rol de presidente y polichinela de Gustavo Cisneros, Venezuela devino por dos días en una subsidiaria de la Organización Cisneros. Bajo estas condiciones Carmona firmó un memo (o decreto, daba igual) mediante el cual removía a todos los representantes de los poderes públicos como si acabara de firmar una merger&acquisition con la corporación Venezuela, que de inmediato fue agregada al circuito empresarial de la Organización Cisneros.
Ante tal indecisión, el general Baduel se adelantó y los tomó por sorpresa. Rescató a Chávez de La Orchila, y restituyó el orden constitucional alterado por estos mercachifles, restableció al legítimo presidente en el lugar donde el pueblo lo había eligido al igual que gobernadores, magistrados y concejales. Diosdado se despojo de su disfraz de enfermera y poco a poco otros ministros y altos funcionarios fueron saliendo de sus escondites para declarasu fe inalterable en el comandante.
Sólo Baduel tuvo la osadía de decir que no lo había hecho por nadie en particular sino por el deber constitucional de reparar la violación a la Constitución. Por un tiempo Baduel fue un héroe para los gobierneros y una especie de monstro para opositores quienes, pese a la corta interrupción constitucional añoraban a la corporación Venezuela en el organigrama de la Organización Cisneros.
Mientras tanto Chávez, el principal beneficiario de la acción Baduel, esperó lo suficiente para comprobar que Baduel no era como Diosdado, quien comparaba el dedo de Chávez con el de Dios de la Capilla Sixtina o el Maduro que lloraba a moco tendido cuando a Chávez le daba gripe. La insolencia de Baduel debía ser castigada. Chávez no podía soportar deberle la vida a alguien tan insolente de asegurar que la prioridad fue el orden constitucional. A su tiempo arman un proceso con testigos del DIM, seleccionados por El Pollo y es condenado a prisión con el silencio cómplice, la conformidad o el regocijo de los líderes de la nueva oposición seducida por el avispado de Chávez y juntos proclaman una nueva era: ¡Dialogamos o nos matamos!
La “omisión” Baduel
Visto en retrospectiva el general Baduel hizo algo mucho más importante que lo descrito, excepcional diríamos, si consideramos nuestra tumultuosa historia política. Mejor dicho, no fue lo que hizo sino lo que dejó de hacer: ¡Tomar el poder! En ese momento el poder en Venezuela estaba en el suelo, bastaba con recogerlo. Baduel tenía bajo su mando las unidades con el mayor poder de fuego de la FAN, la IV división de blindados, la brigada de paracaidistas y la Infantería de la Marina. Si en vez de dirigirse a La Orchila a rescatar a Chávez, se hubiese dirigido a Miraflores habría recogido el poder del suelo donde Carmona lo había dejado en su apresurada carrera por las cañerías de Miraflores. Sin disparar un tiro. La historia hubiese sido otra si alguien le hubiera advertido a Baduel el nido de alacranes en el cual se encontraría.
Este gesto, como lo llamen, democrático, institucional, de desprendimiento, inconcebible en nuestra zona tórrida, ha sido condenado y maldecido por el gobierno y opositores hipócritas, que nos han hecho pagar a todos los venezolanos esta pesadilla colectiva; y al general Raúl Baduel más de 10 años de prisión y unos cuantos años para dos de sus hijos junto con el infierno en vida para toda su familia. “De esos polvos vienen estos vientos”.
Pasado años de encierro de Baduel, Chávez quiso indultarle la pena. El “indulto” es técnicamente un perdón por un delito cometido. Baduel no lo aceptó porque habría sido admitir el delito que Chávez usó como excusa para privarlo de libertad. ¿Dónde se ha visto tanta dignidad en estos 20 años de cobardías, traiciones y complicidades?
Rechazarle el indulto exacerbó el odio en Chávez y las penurias de Baduel se intensificaron. Siempre ha sido así. Los verdugos terminan con el alma raída por el odio al comprobar lo infinitamente pequeños que son frente a un gigante que desde su lóbrega celda exuda dignidad, mucha dignidad. Maduro informado que, en Ramo Verde, una prisión cuyos custodios son militares, aún le ofrecían al general Baduel el saludo militar, temeroso ordenó trasladarlo a la celda que llaman La Tumba, por su incomunicación y falta de luz. Los romanos llamaban ese elemento que emana de un hombre recio, autoritas.
¿En virtud de estas ejecutorias es Raúl Isaías Baduel un héroe? No en Venezuela. En la Alemania de Hitler, un coronel de nombre Claus von Stauffenberg, leal al Führer desde antes de su ascenso al poder en 1933, harto de sus injusticias, en junio de 1943 orquestó un fallido complot para asesinar a Hitler. El Ministerio de Defensa alemán de la post guerra le levantó una estatua en su patio principal. En un hipotético gobierno post bolivariano de oposición la estatua se la levantarían a Gustavo Cisneros. Quiso “salvar a la patria” incorporándola a sus libros contables.
¿Hemos aprendido la lección? Difícilmente. Después de estas trapisondas de empresarios jugando con el poder para hacerse más ricos pasamos a la era de ¡dialogamos o nos matamos! Cisneros siguió haciendo negocios con el gobierno aprovechándose del complejo de Chávez por sus orígenes pobre. Chávez nunca estuvo satisfecho con el poder acumulado y quiso hacerse rico sin parecer ladrón, una noción muy capitalista.
Esta ficción de ser rico pero parecer pobre se la desmontó Baduel quien, irreverente, le hacía saber a oficiales cercanos al “honesto” comandante de los pobres que, en sus primeros encuentros con Vladimir Putin, este, que lo tenía medido de cuerpo entero, sin consultarle le entregó directamente dos maletas con $10 millones de dólares cada una. Era la comisión negociada en apariencia para García Carneiro, relacionada con la compra de los miles de fusiles Kalashnikov. Putin sabía que Chávez pretendía no saber nada pero viajó de vuelta con dos maltas adicionales. Chávez quiso arrastrar a Baduel a su propio nivel. No pudo.
Después de liberar a 130 presos políticos, Maduro aún mantiene a Raúl Baduel en prisión. Nada raro, le corren corrientes heladas por el espinaso de sólo pensar que está libre ¿Cuánto tiempo más tiene que estar preso Raúl Isaías Baduel?
Muy probablemente hasta que el gobierno y la oposición cesen de temerle o el pueblo venezolano aprenda a distinguir entre mequetrefes políticos y hombres recios con dignidad.
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