Maduro intenta blindar farsa electoral del 21N con expulsión de observadores
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Con una prematura salida del país, el trabajo de los enviados europeos queda inconcluso aunque ya habían denunciado las deficientes condiciones del país para efectuar un proceso de votación limpio y justo.
Redacción | Primer Informe
El dictador Nicolás Maduro se apresura para intentar cerrar el capítulo de las cuestionadas elecciones en Venezuela celebradas el 21 de noviembre pasado.
Luego de acusarlos de ser «espías», Maduro sabotea el trabajo de los observadores de la Unión Europea. E intentando hacer el menor ruido posible ordena que abandonen el país.
El Ministerio de Relaciones Exteriores chavista está cancelando las visas de los integrantes de la misión de observación, informó Bloomberg
Analistas y otros integrantes del equipo europeo tienen que salir de Venezuela este fin de semana. Inicialmente, debían permanecer hasta el 13 de diciembre. Su trabajo queda inconcluso por ahora.
Mientras tanto, el dictador proclama sus candidatos victoriosos en un pomposo acto. También se reúne con gobernadores de otros partidos que resultaron electos al tiempo que furtivamente los despoja de competencias.
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También, el Tribunal Supremo que controla el chavismo, anuló la elección en el estado Barinas, en donde el chavismo perdió a pesar de considerarlo su bastión originario.
Observadores expulsados
La orden de salir del país llegó proveniente tanto de la Cancillería chavista como el Consejo Nacional Electoral, afirmó Bloomberg citando a una fuente conocedora de la situación.
La decisión no sorprende luego de que los observadores presentaran un informe preliminar en el que plasmaban lo evidente: En Venezuela no existen condiciones para celebrar elecciones limpias.
Falta de independencia judicial, no adherencia al estado de derecho, obstáculos la libertad de expresión y en el acceso a la información fueron algunas de las irregularidades denunciadas por los observadores y que provocaron su expulsión.
Toda estas condiciones ya eran conocidas de antemano. Por eso, desde Estados Unidos, el senador Bob Menéndez cuestionó la misión encargada por Josep Borrell, el alto representante de la Unión Europea para las Relaciones Exteriores.
«Una alternativa creíble al informe de Borrell sobre los fallos y manipulaciones en las elecciones de Venezuela debe ser preparada por una organización creíble», dijo Menéndez.
Hace apenas dos días, la misión europea había iniciado sus sesiones analíticas sobre el proceso electoral. La expulsión confirma la ausencia de democracia en el país suramericano.
La Unión Europea envió 130 personas para monitorear la votación. Era la primera vez que una delegación de este tipo visitaba el país suramericano en 15 años.
La mayoría de los observadores ya se fueron. Los que permanecían estaban realizando entrevistas, dando seguimiento a las objeciones al proceso electoral de candidatos y partidos. También recopilaban información para un reporte final que planean publicar a principios de febrero.
Con información de Bloomberg.
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