INFORME: Irán sostiene el negocio petrolero de Nicolás Maduro con una flota oscura en crecimiento
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Más de la mitad de los petroleros de PDVSA están inoperables, lo que lleva a Venezuela a depender de la flota de Irán para exportaciones cruciales de petróleo, principalmente a Asia.
Matthew Smith | Oil Price
Venezuela está desplegando un arma secreta para derrotar las estrictas sanciones estadounidenses destinadas a bloquear las exportaciones de petróleo crudo económicamente cruciales del miembro de la OPEP, una flota oscura de buques cisterna que utiliza una variedad de estrategias para ocultar su ubicación. Recientemente, la flota oscura que envía petróleo de Venezuela a clientes clave, principalmente en Asia, creció significativamente con la ayuda de Rusia e Irán. De hecho, a partir de 2020 el Irán autoritario emergió como un aliado estratégico clave que está apuntalando al régimen autocrático de Maduro. Teherán suministra a Venezuela no sólo un suministro constante de condensado para mezclarlo con el petróleo crudo extrapesado del país, sino también las piezas y los conocimientos técnicos necesarios para reconstruir la infraestructura petrolera vital. Esto incluye el acceso a la flota iraní de buques cisterna que envían el petróleo crudo de Venezuela a compradores, principalmente en Asia, generando ingresos duros que se necesitan con urgencia para una Caracas casi en quiebra.
La flota oscura es un término para la flotilla de petroleros y otros buques de transporte de productos químicos a granel que disfrazan su identidad, ubicación y origen mediante una variedad de técnicas. Entre ellas se incluyen ocultar la identidad del barco mediante el uso de múltiples banderas de conveniencia, apagar el sistema de identificación o utilizar el transpondedor del barco para falsificar su ubicación. Si bien los buques ocultan su identidad para que los cargamentos de petróleo crudo autorizados por Estados Unidos no puedan ser rastreados, también lo hacen para mantener una cobertura de seguro vital que para muchos buques es emitida por compañías con sede en Estados Unidos. Esas aseguradoras excluyen automáticamente la cobertura si los buques para los que han emitido pólizas participan en actividades que violan las sanciones estadounidenses.
Aparte del impacto de las estrictas sanciones de Washington a las exportaciones de petróleo de Venezuela, el extremadamente mal estado de la flota de petroleros de la petrolera nacional PDVSA está pesando mucho sobre la capacidad de Caracas para enviar petróleo crudo a sus clientes. Según un artículo reciente de Reuters, un informe de PDVSA declaró que más de la mitad de la flota de 22 buques cisterna de la compañía estaba tan deteriorada que prácticamente no funcionaba y requería reparaciones inmediatas o ser puesta fuera de servicio. El informe, citado por Reuters, afirmaba que años de mantenimiento pospuesto habían dejado a los buques en riesgo de sufrir fallas catastróficas como inundaciones, incendios o hundimientos. Todos esos acontecimientos tienen el potencial de causar calamitosos daños ambientales y de otro tipo.
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Para eludir esas limitaciones, Caracas utiliza regularmente una flotilla de buques cisterna iraníes para enviar exportaciones de petróleo crudo a Asia, que es el principal destino del petróleo venezolano sancionado por Estados Unidos. Es China, anteriormente un firme partidario del régimen de Maduro, la que recibe la mayor parte del petróleo crudo exportado por Venezuela. Para 2022, se estima que Beijing recibió 300.000 barriles diarios de petróleo venezolano mientras que para los primeros ocho meses de 2023 esa cifra ha crecido a 430.000 barriles diarios. El petróleo venezolano comprado por China suele etiquetarse como procedente de Malasia. Irán e India también reciben envíos de petróleo venezolano, mientras que Chevron, después de recibir la aprobación del Tesoro de Estados Unidos para reiniciar la extracción de petróleo en el miembro de la OPEP, está exportando el petróleo producido a instalaciones estadounidenses según los términos de su licencia.
Para impulsar aún más las exportaciones del petróleo sancionado, PDVSA y superar las limitaciones impuestas por su deteriorada flota de buques existente, ha reforzado los esfuerzos para comprar y arrendar buques tanque adicionales. Esto ha hecho que la compañía petrolera nacional de Venezuela pague significativamente más que la tasa del mercado al arrendar embarcaciones para transportar su petróleo sancionado por Estados Unidos. Según Reuters, PDVSA estaba pagando aproximadamente el doble de la tasa del mercado durante 2022 al arrendar buques cisterna, una carga financiera que una Caracas casi en quiebra no puede afrontar. Por esa razón, la petrolera nacional de Venezuela está enfocada en ampliar su flota mediante la adquisición de buques tanque adicionales. A principios de este año, PDVSA contrató a un astillero controlado por el estado iraní para construir dos nuevos petroleros Aframax, que tienen capacidad para transportar entre 500.000 y 800.000 barriles de petróleo.
El astillero Bushehr donde se construirán los buques es propiedad de Iran Marine Industrial Company, conocida por sus iniciales persas SADRA, una empresa controlada por la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Es la considerable asistencia prestada por Teherán, que también está estrictamente sancionada por Washington, la que no sólo permitió que el régimen autocrático de Maduro sobreviviera sino que PDVSA aumentara significativamente la producción de petróleo. La producción de petróleo de Venezuela ha aumentado desde un mínimo histórico de 500.000 barriles por día en 2020 a 730.000 barriles diarios durante agosto de 2023. Si bien PDVSA tiene poca o ninguna capacidad adicional, la capacidad de mantener los volúmenes de producción actuales depende no solo de que Irán mantenga un suministro de condensado. sino también limpiar los tanques de almacenamiento enviando los inventarios de petróleo existentes a compradores extranjeros. Por esa razón, es esencial que PDVSA continúe ampliando la flota oscura de camiones cisterna que son capaces de enviar petróleo sancionado por Estados Unidos desde Venezuela a mercados clave en Asia.
El informe original publicado por Oil Price, puede leerlo haciendo click aquí.
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