EEUU sanciona la estructura corrupta que financia al líder supremo del régimen iraní
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Una fundación creada a raíz de la Revolución Islámica ha sido empleada para confiscar y administrar propiedades, incluidas las que originalmente pertenecían a minorías religiosas para beneficiar al ayatolá y su círculo íntimo y financiar actividades terroristas.
Redacción | Primer Informe
Con nuevas sanciones, Estados Unidos apunta a desmantelar a una red de financiamiento clave para el líder supremo del régimen teocrático de Irán, el ayatolá Ali Jamenei.
La Fundación Revolución Islámica Bonyad Mostazafan, entró en la lista de entidades designadas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros, (OFAC, en inglés). Se trata de un inmenso conglomerado de unas 160 entidades con participación en sectores clave de la economía de Irán, como finanzas, energía, construcción y minería
Con una fachada de organización de caridad, Bonyad Mostazafan maneja activos que fueron expropiados al pueblo iraní. Los bienes están a completa disposición del ayatolá Jamenei para enriquecerse, recompensar a sus aliados políticos y perseguir a los enemigos del régimen.
La OFAC también sancionó al ministro de Inteligencia y Seguridad de Irán, Mahmoud Alavi, por su responsabilidad en la violación de derechos humanos.
El Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán ha desempeñado un papel central en los abusos de derechos humanos del régimen iraní contra ciudadanos iraníes, incluso durante las protestas de noviembre de 2019.
Mostazafan está presidida por el ex oficial del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) Parviz Fattah.
Las sanciones alcanzan a 50 empresas subsidiarias de la fundación en sectores clave como energía, minería, logística, tecnología de la información y servicios financieros, que colectivamente representan una parte sustancial del imperio económico multimillonario de la fundación.
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De acuerdo con el Departamento del Tesoro, todas esas empresas son organizaciones opacas y cuasi oficiales controladas por funcionarios y clérigos que responden directamente del Líder Supremo.
Esas entidades, además, reciben beneficios del gobierno iraní, incluidas exenciones fiscales, pero no están obligados a aprobar públicamente sus presupuestos.
A partir de 2020, según el presidente de Bonyad Mostazafan, Fattah, las propiedades de la Fundación han sido ocupadas por el IRGC, la marina iraní, el parlamento iraní (Majles) y el ex presidente Mahmoud Ahmadinejad, ninguno de los cuales paga para hacerlo.
Ahmadinejad basa su oficina en una propiedad de lujo perteneciente a la Fundación, con un valor de unos 50 millones de dólares en un barrio adinerado de Teherán.
Conocido por su lealtad al Líder Supremo, Fattah, el presidente de Mostazafan, también ha forjado vínculos con altos funcionarios del IRGC-Qods Force (IRGC-QF), organización sancionada por su actividades terroristas.
Según Fattah, el ex comandante del IRGC-QF, Qassem Soleimani, buscó la ayuda de Fattah para financiar la Brigada Fatemiyoun, una milicia dirigida por el IRGC-QF compuesta por migrantes afganos y refugiados en Irán obligados a luchar en Siria bajo amenaza de arresto o deportación.
Varios cientos de combatientes de la División de Fatemiyoun, incluidos niños de hasta 14 años, han muerto luchando por los intereses de Irán en la guerra civil de Siria.
Lea los detalles de las medidas en la web del Departamento del Tesoro.
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