Redes sociales fueron la alternativa para el tráfico de vida silvestre en Brasil durante la pandemia
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El operativo contra el tráfico de vida silvestre comenzó en mayo de 2019 luego de que la policía identificara a un grupo criminal organizado dedicado a estos negocios ilícitos.
Redacción | Primer Informe
En Brasil pusieron en marcha una serie de operativos contra el tráfico de vida silvestre que se promocionó a través de las redes sociales durante la pandemia de la COVID-19.
En Santa Catrina la policía desmanteló una red de tráfico de vida silvestre dedicada a la caza furtiva y la venta de cisnes de cuello negro.
La banda también traficaba con otras especies exóticas, según informó la agencia Globo.
Esta red generaba al menos 8 millones de reales que equivalen a 1.5 millones de dólares anuales,
Sus operaciones ilegales y ventas dependen en gran parte de aplicaciones como Whatsapp y Facebook.
A inicios del mes de diciembre se lanzó la segunda fase de la operación conjunta para desarticular una gran banda dedicada al tráfico de vida silvestres.
Este operativo dejó como resultados el rescate de 200 animales y 11 detenciones en São Paulo, Mato Grosso do Sul, Paraná y Pernambuco.
Entre los detenidos en la operación se encontraba “Zé do Bode”, considerado como uno de los más notorios traficantes de vida silvestre en el país.
Se cree que el criminal usaba las redes sociales para vender los especímenes.
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¿Cómo fue la investigación para saber cómo operaba esta red criminal?
El operativo contra el flagelo comenzó en mayo de 2019 luego de que la policía identificara a un grupo criminal organizado dedicado al tráfico de vida silvestre.
Las transacciones en el vibrante tráfico de vida silvestre en Brasil se producen principalmente por medio de WhatsApp. El fundador de la ONG brasileña RENCTAS (Rede Nacional de Combate ao Tráfico de Animais Silvestres), Dener Giovanini, declaró a Globo que la policía se encuentra monitoreando 800 grupos de WhatsApp con más de 3,5 millones de mensajes asociados al comercio ilegal de vida silvestre, reseña InSight Crime en su portal web.
No obstante, las autoridades brasileñas están colaborando con algunas organizaciones que usan el internet como herramienta para luchar contra el tráfico de flora y fauna.
RENCTAS es una de esas ONG que usan Whatsapp y Facebook para rastrear estas ventas ilegales y como se mueve la vida silvestre en las redes sociales.
La organización RENCTAS recaba la información y la pasa los datos sonre el tráfico de vida silvestre a los organismos con competencia.
Las redes sociales y el anonimato
Los grupos criminales que viven del tráfico de flora y fauna dependen de las redes sociales porque permiten permanecer en el anonimato.
Además entienden el alcance global y la baja inversión que sería el pago de internet.
RENCTAS durante 2019 denunció al menos 3.5 millones de ofertas vinculadas al comercio ilegal en las redes sociales.
Esto se incrementó en el 2020 con la llegada de la COVID-19 triplicando los números por las restricciones de salida ocasionadas por el nuevo coronavirus.
La situación fue aprovechada por los traficantes para bombardear con sus publicaciones en las redes sociales.
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La pérdida de empleo motivó a los brasileños a entrar en el negocio
Según InSight Crime, en septiembre el mercado ilícito de vida silvestre cambió durante la pandemia.
Cientos de personas perdieron sus trabajos y el Estado no provee la atención necesaria para que la gente no tuviera que buscar estas alternativas ilegales.
Muchos fueron tentados a ingresar en la actividad, con la venta ilegal de animales silvestres como fuente de ingresos alternativa. La accesibilidad de las redes sociales facilitó esto.
Más redes organizadas también han usado las plataformas en línea junto con su modus operandi existente para hacer sus ventas ilícitas.
Se sabe que redes con operaciones en todo Brasil falsifican anillos de identificación expedidos por el gobierno, que cuando se usan dan una apariencia de legalidad a la venta de animales traficados ilegalmente.
La red capturada recientemente en Santa Catarina había estado poniendo los anillos de identificación de animales muertos en aves capturadas ilegalmente.
Brasil no es el único país de la región donde el tráfico de vida silvestre está en auge.
Con los cierres por la pandemia, el tráfico de vida silvestre en Ecuador y Colombia se han trasladado en su mayoría a internet.
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