Estas son las fuerzas militares de EE.UU y países aliados que rodearán al Cartel Maduro-Farc
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El despliegue militar estadounidense incluye un grupo de destructores, aviones Awacs, una brigada del ejército, miles de marinos y unidades de operaciones especiales.
Jaime Garvett | @jaimegarvett
La operación antinarcóticos ampliada con la que el gobierno estadounidense busca, tal como dijo el asesor de seguridad de la Casa Blanca, Robert O’Brien, «reducir el soporte financiero para el narcotráfico que provee al régimen corrupto de Maduro en Venezuela y a otros actores perniciosos de los fondos necesarios para realizar sus actividades malignas», no es sólo retórica, tal como lo demuestran los poderosos barcos de guerra, las tropas y los aviones especializados en espionaje que cercan las costas de Venezuela.
Sin duda, lo más destacado de esta importante operación es el gran despliegue de fuerzas y tropas en la que participan miles de guardacostas, soldados de infantería, marinos y miembros del cuerpo de Marines y de la Fuerza Aérea de 22 naciones, sin dejar por fuera a Fuerzas de Operaciones Especiales.
La operación comenzó el miércoles pasado, cuando la Armada de los Estados Unidos ordenó sumar barcos de guerra procedentes del Comando Europeo y del Comando del Pacífico a las naves de la Flota Atlántica que salieron de Norfolk, Virginia y que ya se encontraban navegando por el Caribe.
Las embarcaciones de las que ha dispuesto Estados Unidos para esta operación son variadas y aquí las detallamos:
Barcos Guardacostas: La operación dispone de al menos 10 de éstos, con capacidades distintas y normalmente destinados a operaciones de seguridad marítima.
Buques de combate litoral: Estos barcos de guerra de última generación tienen una capacidad de respuesta óptima en operaciones cercanas a la costa. Su rapidez y agilidad, además de los sistemas de los que están dotados les permiten enfrentar amenazas como minas y submarinos de diésel. Suelen ser usados como transporte de fuerzas de asalto porque sirven de plataforma para vehículos acorazados, vehículos no tripulados y lanchas de desembarco. Además cuentan con un hangar para transportar hasta dos helicópteros MH-60 Seahawk. En el mundo militar se les considera a estas naves como las más efectivas para perseguir y capturar traficantes en alta mar.
Destructores: Son los más temidos pues poseen capacidades defensivas y ofensivas, sin limitaciones pueden participar en operaciones antiaéreas, antisubmarinos y antisuperficie. Ente sus sistemas de ataque cuentan con los temibles misiles Tomahawk. Ya fueron usados en Siria en 2017 cuando los destructores USS Porter y USS Ross lanzaron unos 50 misiles.
Tanto en los guardacostas, como en los destructores, Estados Unidos ya ha asegurado que desplegará helicópteros para apoyar las operaciones que tengan lugar.
Entre las aeronaves que el Ejército estadounidense ha destinado para esta operación que busca presionar a la narcotiranía caribeña encallada en Venezuela, se encuentran:
Aviones E-8 JStars: Se trata de una nave radar capaz de detectar, seguir y clasificar vehículos en tierra u otras aeronaves, descargando mapas tácticos y fotografías de las zonas observadas, en tiempo real. Su uso ya ha sido más que comprobado en las guerras de Afganistán, Irak y en la operación internacional sobre Libia en 2011.
Aviones P8: Se trata de una versión moderna pero con más funciones militares del Boeing 737. Están super equipaddos con un sistema de radares y sensores, con gran capacidad ofensiva que les permite lanzar misiles, torpedos y minas. Su dotación es especial para combates aire-mar y aire-tierra.
Aviones E-3 Awacs: Son inmensas aeronaves que llevan un gran radar rodatorio en su parte superior, constituyéndose en una herramienta avanzada en operaciones de vigilancia, comando, control y comunicaciones. Ofrecen una lectura completa y en tiempo real del espacio aéreo sobre un área de más de 310.000 kilómetros cuadrados. Detectan fácilmente aviones que vuelan a altitudes bajas y hacerle seguimiento simultáneo a objetivos en el aire y en el mar.
Francia, Holanda e Inglaterra también envían fuerzas al Caribe
El Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia dio a conocer a finales de la semana pasada que envió el buque de asalto anfibio de la clase Mistral Diximude, al Caribe para prestar asistencia a los territorios de Ultramar que aún posee esta nación, con la justificación de servir de apoyo para combatir la pandemia del Coronavirus.
Este buque cuenta con 70 camas y capacidad de cargar 4 helicópteros que puedan movilizarse, especialmente para evacuaciones médicas y con 120 toneladas de carga donde se llevan equipos médicos.
El Diximude estará por las Antillas Francesas y podría dirigirse a la Guyana si así se lo requiere.
Por su parte, Holanda mantiene estacionado cerca de Aruba el HNLMS Groningen, un barco de guerra marítima que participaría en el operativo antinarcóticos para bloquear el flujo de drogas por vía marítima y aérea del Cartel Maduro FARC, y de la cual dimos detalles previamente.
Mientras tanto, la Armada Británica emitió un comunicado informando que el RFA Argus fue desplegado en una misión en el Caribe para preparar ayuda a sus territorios en ultramar ante la próxima época de huracanes y por la actual pandemia del COVID-19.
«Entendemos que hay gente en territorios de Ultramar del Reino Unido que necesitan nuestra ayuda», indicó Terence Barke, capitán de la nave.
En esta misión participan Marines, personal auxiliar y de la Marina, junto a marineros y aviadores del Escuadrón Aéreo Naval 815, el Escuadrón Aéreo Naval 845 y el Escuadrón Aéreo Naval 1700. El buque lleva tiendas equipadas para reaccionar a eventos naturales, así como también materiales para reparar daños y despejar carreteras bloqueadas en apoyo de los servicios locales de emergencia.
Aunque las razones públicas que han dado estas tres potencias europeas tienen que ver con ayudas humanitarias, es bastante claro que apoyan el movimiento de tropas que hizo Estados Unidos a esa misma zona, para la operación antinarcóticos que espera limitar las operaciones del Cartel de Nicolás Maduro y toda la cúpula por cuyas cabezas hoy se ofrecen recompensas entre 10 y 15 millones de dólares.
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