Tras fraude electoral en Bielorrusia la UE planea sancionar al dictador Lukashenko, un antiguo aliado del chavismo
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Represión a las protestas ha dejado un muerto, decenas de heridos, una candidata exiliada y al menos 300 detenidos por las fuerzas policiales del régimen bielorruso.
Redacción | Primer Informe
Aleksandr Lukashenko, reconocido como el último dictador de Europa, volvió a ganar unas viciadas elecciones en Bielorrusia, tal como ha sucedido en los últimos 26 años.
El fraude electoral generó protestas que sacudieron el país. La brutal represión desplegada por el régimen de Lukashenko contra los manifestantes terminó con los acercamientos entre Bielorrusia y la Unión Europea (UE).
La violencia también obligó la huida a Lituania de la líder de la oposición, Svetlana Tijanóvskaya.
“Las elecciones no han sido libres ni justas”, señaló este martes el Alto Representante de la política exterior de la UE, Josep Borrell. La declaración recoge el parecer de la mayoría de los socios comunitarios.
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En Latinoamérica, por el contrario, las dictaduras socialistas de la región se han apresurado a felicitar al dictador bielorruso.
La cancillería de Maduro se apresuró a reconocer a Lukashenko como el ganador de los comicios. El triunfo, según el chavismo, es «inobjetable». Maduro también felicitó el desempeño de las instituciones bielorrusas durante la elección.
Lo propio hizo la dictadura sandinista de Daniel Ortega en Nicaragua.
Lukashenko es un antiguo aliado del chavismo desde principios de los años 2.000. Durante la era de Chávez, los dos países establecieron diversos acuerdos de cooperación que poco significaron en la práctica para ambos países más allá de la retórica.
Posibles sanciones
La Unión Europea, sin embargo, ha sido firme en su declaración. El Alto Representante dijo que “se se revisarán «en profundidad» las relaciones con Bielorrusia debido a “la violencia desproporcionada e inaceptable» que se desplegó contra los ciudadanos.
Borrell advirtió también al régimen de Lukashenko de que no se descartan medidas contra los responsables de la violencia, las detenciones injustificadas y el falseamiento de los resultados electorales.
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Desde 2015, la UE ha suspendido la mayoría de las sanciones contra Bielorrusia, como señal de buena voluntad tras la liberación por parte del régimen bielorruso de todos los presos políticos. En 2016, UE dobló la ayuda financiera a Minsk, hasta 30 millones de euros al año.
La creciente tensión entre Lukashenko y Putin durante los últimos años alimentaba la posibilidad de atraer hacia la esfera comunitaria a Bielorrusia. Ese país tiene importantes relaciones con varios socios de la UE, en particular, Polonia, Lituania y Letonia.
Polonia y los países bálticos ya han reclamado un endurecimiento de las sanciones contra Bielorrusia, y Varsovia aspira a la convocatoria de una cumbre extraordinaria de la UE para analizar la situación en el vecino oriental.
Con información de El País.
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