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Maduro insiste con unas elecciones que el mundo rechaza

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Maduro insiste con unas elecciones que el mundo rechaza

La comunidad internacional, encabezada por EE.UU., llama por un gobierno de transición y elecciones presidenciales.

Redacción | Primer Informe

Venezuela parece dirigida nuevamente al escenario electoral. Aunque parece improbable que los comicios se celebren el 6 de diciembre, como quiere Maduro.

La traba principal es que el chavismo parece incapaz de proveer condiciones realmente transparentes que convenzan a los principales actores de la comunidad internacional, sobre todo cuando Maduro se planta como una figura inamovible y algunos de los principales líderes de los sectores democráticos venezolanos, como Leopoldo López, siguen siendo perseguidos por el régimen.

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Aún así, importantes voces surgieron para pedir que los comicios se pospongan de manera que se garanticen condiciones justas para todos los participantes. Un grupo de exdirectivos del Consejo Nacional Electoral venezolano, y otras figuras notables, presentaron ante la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) chavista,  un recurso de amparo que pone la pelota en la cancha del régimen.

El dario El País, reportó que la iniciativa no persigue suspender los comicios, sino posponerlos.

Eglée González Lobato,  ex directora de la Escuela de Derecho de la Universidad Central de Venezuela,  y una de las que suscribió el pedido a la Juticia chavista, explicó que buscan crear un «evento político que pudiera permitir mayor inclusión y una mejora en las condiciones de la consulta”.

En la misma tónica, Luis Ugalde, ex rector de la Universidad Católica Andrés Bello, hizo un llamado alineado con esa propuesta: «Lo más conveniente parece ser organizar las elecciones (presidenciales y parlamentarias) para el primer semestre de 2021, una vez superada la pandemia y creadas las otras condiciones democráticas».

Ugalde reforzó también la posición de la Conferencia Episcopal Venezolana que en agosto declaró que como estrategia, la abstención no basta para conseguir un cambio.  

La propuesta resuena dentro del chavismo. Dentro del partido de Maduro, el PSUV, manejan la tesis de que sean unas mega elecciones. En esos comicios, los chavistas estarían dispuestos a elegir de todo, menos presidente. Así lo explicaba en Twitter el analista Piero Treppicione

Esa propuesta tienen sus problemas con los pedidos de la comunidad internacional que en agosto pidió a través de un comunicado: establecer un «gobierno de transición inclusivo que llevará al país a elecciones presidenciales libres y justas lo antes posible».

Escenario imposible para Maduro

Ese documento fue suscrito por los países del Grupo de Lima, el Grupo de Contacto Internacional y la Unión Europea. Y se adhirieron Estados Unidos y el Reino Unido, para pedir «Una transición rápida y pacífica a la democracia»

Mike Pompeo reforzó esa idea hoy frente a en unas declaraciones a los medios en los que también reiteró el rechazo a las elecciones convocadas para el próximo diciembre por el régimen pues no serán ni justas ni libres.

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Acosado por sanciones, el desconocimiento internacional y la caída de sus ingresos, el régimen de Nicolás Maduro lo intenta todo por sobrevivir.

Hoy dobló la apuesta cuando su canciller, Jorge Arreaza le envió una carta a Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, para invitar a ese bloque como observador de las elecciones parlamentarias.

Antes, el régimen había anunciado el cese de funciones de la asamblea constituyente ilegal, instalada por el chavismo en 2017.

Y esta semana, tomó la decisión de otorgar un supuesto indulto a 110 prisioneros y perseguidos políticos del régimen. Las medidas, aunque tengan efectos positivos no son suficientes para darle un fachada de demócrata a Maduro.

Una parte importante de la oposición, representada por Henrique Capriles y Stalin González, estuvo detrás de esas liberaciones. Lo que revela cómo Maduro no ha dejado de lanzar puentes a sectores opositores con la ayuda de sus socios internacionales, en este caso Turquía.

Pero Rusia también aprueba esos acercamientos, como demuestra la réplica que hizo el embajador ruso en Venezuela, del mensaje compartido en Twitter por Capriles y que hacía referencia a las conversaciones con  representantes de régimen auspiciadas por Ankara.

La aprobación que quiere Maduro para sus elecciones es difícil de conseguir. Los principales partidos opositores fueron despojados de su dirigencia natural por el Tribunal Supremo chavista. Otras figuras clave, como Leopoldo López, que no fue incluido en la lista de los indultados, seguiría descartado de participar en la actividad política.

El afán totalitario del chavismo no distingue a sus propios aliados. Agrupaciones que históricamente  han acompañado al chavismo, también fueran intervenidas por el TSJ madurista. Internamente, Maduro pone orden en sus filas a «sangre y fuego«.

También, hay dos problemas de fondo. Uno es que el CNE necesita 15.000 máquinas electorales para poder cubrir las elecciones. El otro es la pandemia, cuyo desenlace permanece como una incógnita en todo el mundo.

En Venezuela, desprovista de sistema de salud y de condiciones de salubridad mínima, no se conocen todavía los alcances reales de los contagios ni cuanto perdurará la circulación de la enfermedad en la población.

 

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