ANÁLISIS | La desesperada posición de la industria petrolera venezolana

Venezuela en los últimos cuatro años se ha precipitado lentamente al abismo. Esta espiral descendente se ha acelerado sin duda este año, ya que la administración de Estados Unidos ha sacudido a la administración venezolana al sancionar a los operadores de tanqueros que anteriormente facilitaban la exportación de petróleo venezolano, mientras que también hace increíblemente difícil que Venezuela importe el muy necesario combustible para el transporte. En este contexto Alphatanker, analizó ¿qué es lo próximo para el país y su industria petrolera?

Después de que cuatro tanqueros fueron puestos en la lista negra en junio, los armadores privados del sector se retiraron inmediatamente del transporte de crudo venezolano. De hecho, tal fue el efecto que para el gobierno de Estados Unidos hasta ahora no ha sido necesario sancionar a más buques y, por lo tanto, los mercados evitaron un nuevo escenario de COSCO Mk. La sensación que prevalece ahora es que los Estados Unidos no sancionarán retroactivamente a buque tanques involucrados en el transporte de petróleo venezolano.

Alphatanker había estimado previamente que 38 tanqueros (de VLCC a Panamax) estuvieron involucrados en la exportación directa o indirecta (vía STS) de crudo venezolano entre enero y junio de 2020. Por lo tanto, sólo considera que los tanqueros que participan en la exportación de crudo venezolano o que faciliten la importación de productos refinados a Venezuela desde junio corren ahora el riesgo de ser sancionados.

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¿Podrá PDVSA aumentar su flota?

Las posibilidades de renovación son escasas. A pesar de las ambiciones de PDVSA parece poco probable que puedan aumentar el tamaño de su flota mientras estén bajo sanción. Aunque la información es escasa, PDVSA probablemente buscaría comprar o fletar VLCCs antiguos.

Esto se basa en varios supuestos: en primer lugar, su perfil de cliente reciente, que en general es asiático y, por tanto, los grandes petroleros ofrecerían mejores economías de escala. La premisa de que se dirigirían a los petroleros más antiguos se basa en sus graves limitaciones de efectivo.

Ciertamente no se inclinarían por la compra de buques nuevos, ya que los tanqueros se necesitan con urgencia. A título indicativo, un gran petrolero de 15 años de antigüedad cuesta hoy en día unos US$32,5 millones, en comparación con los US$68 millones y US$46 millones de los buques de 5 y 10 años de antigüedad, respectivamente. Por su parte, un gran petrolero de nueva construcción entregado desde un astillero chino cuesta alrededor de US$87 millones y una reventa de nueva construcción alrededor de US$91 millones. Sin embargo, hay que superar varios obstáculos si PDVSA quiere expandir su flota de tanqueros de crudo.

Después del problema de acceso al capital (que posiblemente podría superarse con más acuerdos de préstamos a cambio de petróleo), el principal problema es el acceso al sistema bancario de los Estados Unidos y el hecho de que las sanciones estadounidenses prohíben que las empresas sean pagadas directamente por PDVSA. De hecho, es probable que esto impida a los armadores privados vender o fletar tonelaje a PDVSA.

Así, tal vez la única opción sería que PDVSA comprara o fletara tonelaje iraní más antiguo, aunque incluso esto parece descabellado si se tiene en cuenta que la mayor parte del tonelaje de NITC no utilizado para entregar su crudo ya está desplegado para el almacenamiento. Sin embargo, Irán es uno de los pocos socios comerciales que le quedan a Venezuela. Los datos de Alphatanker sugieren que el NITC tiene 12 VLCC que tienen actualmente 15 años o más que podrían llegar a ser candidatos para la venta.

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Un panorama sombrío

En conclusión, Alphatanker estima que mientras Estados Unidos continúe apretando las tuercas a Venezuela, la situación va a empeorar antes de mejorar y parece que PDVSA probablemente verá frustrados sus intentos de aumentar su flota. A su vez, esto hará que su producción de crudo y exportaciones disminuyan. Predecir cuándo Venezuela dará un giro es un negocio peligroso considerando que la última década ha demostrado ampliamente la resistencia del país.

Lo que está claro es que el cambio no será rápido, y no coincidirá con una avalancha de inversiones para impulsar la producción de petróleo. Para Alphatanker pasarán entre cinco a diez años antes de que la producción de crudo venezolano vuelva a superar los 2 mb/d.