Así fue el gigante golpe militar que dio Colombia al ELN
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Expertos coinciden en que el golpe militar al ELN es muy relativo, pues este líder dado de baja por el Ejército era el encargado de propaganda, el tercero al mando y por quien el gobierno colombiano pagaba 500 millones de pesos de recompensa.
Redacción | Primer Informe
Este fin de semana, el Gobierno del presidente Iván Duque propinó uno de los golpes más duros que han recibido las organizaciones criminales en Colombia, tras efectuar una operación ejecutada por el Ejército denominada Odín, en conjunto con elementos de la Policía y la Fiscalía, con el que fue desarticulado el campamento del líder guerrillero Andrés Felipe Venegas Londoño, alías “Uriel”, cerca del municipio Nóvita, en el Chocó. El guerrillero, uno de los más buscados de Colombia, murió en el procedimiento.
Alias ‘Uriel’ se dio a conocer por haber incitado a la violencia urbana desatada en septiembre del año pasado en Bogotá con la quema de instalaciones policiales y por haber reivindicado al Ejército de Liberación Nacional (ELN) el ataque con un carro bomba a la Escuela de Policía General Santander, a principios del 2019, en dónde resultaron asesinados 22 cadetes.
El guerrillero de 45 años de edad y con más de 25 en el movimiento guerrillero izquierdista, cayó en la zona rural que servía como base de operaciones del Frente de Guerra Occidental del cual era miembro y que se extiende por el departamento del Chocó que limita con el Pacífico y en dónde el ELN ha crecido, pues tienen a la mano rentas ilegales provenientes de la minería, esencialmente, pero más que todo del narcotráfico, el secuestro y el control de rutas de distribución de productos legales e ilegales.
Alias “Uriel” siempre ha estado ligado a las actividades de internet y por ello se ha repetido en varias oportunidades, que en medio de la selva, logró montar una estrategia de propaganda y difusión con el objetivo de reclutar jóvenes y formar células urbanas, pero también para servir de vocero de ese grupo guerrillero.
Según las fotos disponibles, en su cuartel tenía un panel solar y antena satelital, un lujo en medio de las condiciones de extrema pobreza que padecen los habitantes de esa región, la más olvidada por el Estado y con mayor riqueza en biodiversidad del mundo, además de fuente de minerales, y por todo ello semillero para el reclutamiento forzado de menores, otro de los delitos de esa guerrilla y en el cual participaba activamente Venegas Londoño, reza la nota de ABC.
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Expertos coinciden en que el golpe militar al ELN es muy relativo, pues este líder era el encargado de propaganda, el tercero al mando y por quien el gobierno colombiano 500 millones de pesos de recompensa, que serán pagados “a quienes brindaron información eficaz para llegar a los puntos neurálgicos de inteligencia”, según el propio presidente Iván Duque.
“Sin duda la muerte de «Uriel» es un golpe para el ELN y un logro para el Gobierno en tanto que era, quizás, el hombre más mediático del ELN en los últimos seis años, luego de «Pablo Beltrán», quien lleva la vocería de la delegación de diálogo que permanece en Cuba. Un golpe a la estructura del Frente de Guerra Occidental, que pierde esa voz mediática, al igual que para el conjunto del ELN, que en «Uriel» tenían a un hombre que se metía al debate en medios y eso lo convirtió en un objetivo de alto valor para el gobierno, que hoy cobra su muerte. Pero el ELN asumirá este golpe y seguirá en su resistencia armada”, dijo a ABC Luis Eduardo Celis, investigador en temas de paz y conflicto y estudioso de las dinámicas de ese grupo guerrillero.
A pesar del golpe ejecutado por el Gobierno colombiano, la violencia continuará porque los grupos delictivos tienen el terreno abonado para hacerlo, según ABC. Con el retiro de los guerrilleros de las FARC, luego de la firma del Acuerdo de Paz en 2016, se esperaba que el entonces debilitado ELN aprovechara estos espacios y rentas para su crecimiento, por lo cual los expertos advirtieron la necesidad de una pronta y amplia llegada el Estado a estas zonas.
La respuesta del Estado no llegó, mientras las organizaciones delictivas como el Clan del Golfo y el ELN son más ágiles y rápidas para hacer presencia y control en el territorio.
Para unos la muerte de “Uriel” significa el cierre definitivo, en este gobierno, a cualquier posibilidad de negociación con el ELN, que sigue refugiado en Cuba luego de haberse levantado de la moribunda mesa de negociaciones en enero del año pasado, después del ataque a la escuela de cadetes de la policía.
Para otros, es la muerte de un comandante más, cuya caída frenta parcialmente la expansión del ELN en la región, pero que no se detendrá si con otros golpes tan certeros como este, esencialmente para que “los elenos” se siente finalmente en una mesa a negociar, cosa que ningún gobierno ha llegado a concretar.
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