Narcoavionetas del Cartel de los Soles en la mira de Honduras
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Agencias antidrogas de la nación centroamericana aseguran que la mayor parte de la cocaína que es transportada en esas aeronaves proviene de Venezuela.
Redacción | Primer Informe
El narcotráfico que opera en Venezuela ha cambiado las estrategias de comercio en todo el continente. Contrario a lo que ocurría hace años la mayoría de narcoavionetas que descargaban en Honduras eran de Colombia. Ahora la mayoría se originan de Venezuela.
Agencias antidrogas de la nación centroamericana aseguran que la mayor parte de la cocaína que es transportada en esas aeronaves es propiedad del Cártel de los Soles, el grupo criminal integrado por miembros corruptos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y por funcionarios del régimen de Nicolás Maduro, cuyo objetivo principal es el tráfico de cocaína hacia los Estados Unidos.
Las agencias antidrogas manejan información que señala que el Cártel de los Soles tiene su centro de operaciones en el departamento de Gracia de Dios, lugar que usan como plataforma para llevar la droga a México y Estados Unidos.
Claudio Sandoval, embajador del gobierno interino de Juan Guaidó en Honduras comentó durante una entrevista que esta “es una ruta que sale de Venezuela a Norteamérica, con parada en Centroamérica, específicamente en Honduras. Esta es la ruta ideal para el cartel de Los Soles”.
El aeroplano predilecto para el narcotráfico venezolano son los Cessna, que tiene capacidad para 500 kg de cocaína.
A través de intermediarios estas avionetas son compradas de segunda o tercera mano en los Estados Unidos. La inversión para los narcotraficantes está entre los 600.000 y 1.2 millones de dólares para adquirir estos aviones.
Luego que la avioneta cumple la función de llevar el cargamento hasta el punto elegido por los narcos, son abandonadas y nunca regresan a Venezuela, a diferencia del método de los colombianos, que era conservar las avionetas, sin embargo los expertos antidrogas señalan que el Cártel de los Soles cambió el procedimiento.
Autoridades hondureñas señalan que entre marzo y octubre de este año han sido interceptadas y custodiadas al menos 8 avionetas. La mayoría se han accidentado en los departamentos de Gracia de Dios, Olancho y Colón. En cuatro de ellas se han encontrado paquetes con droga y en dos de los vuelos murieron los tripulantes.
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Reforma de las leyes a favor del narco
Agentes antinarcóticos han señalado que la cantidad de narcoavionetas en cielo hondureño se ha disparado en los últimos cinco meses debido a la aprobación el pasado 15 de mayo de las reformas a la Ley de Protección de la Soberanía del Espacio Aéreo, que establece que las avionetas ya no se pueden derribar.
“Antes teníamos una ley que autorizaba el derribo, pero no teníamos quien diera las alertas. Ahora nos dan las alertas (el Comando Sur), pero no se pueden derribar», explica un agente hondureño.
«Debemos cumplir dos fases según la ley para obligarlos al aterrizaje o para hacer advertencias, pero el derribo ya no es opción”, explicó el antinarcóticos.
“No es que antes no venían aeronaves, sino que no se detectaban. Las pocas trazas (alertas) para ubicar la ruta de las avionetas nos la proporcionaba Guatemala. Ellos nos apoyaban con información. Nos decían que venía una avioneta en camino y nos daban las características y ruta. Entonces, en Honduras se alertaba a todos los sistemas antidrogas y eso ayudaba para la interdicción”, agregó el agente.
Un reportaje de La Prensa de Honduras, destaca que la mayoría de narcoavionetas que han caído en ese territorio tienen matrículas con registros de Colombia, Venezuela, Brasil y México, pero cuando se hace la investigación de rastreo para identificar a los dueños de los aparatos, se descubre que la mayoría de los registros son falsos.
“A esos vuelos se les llama vuelos negros porque son clandestinos, sin plan de vuelo, y en su mayoría las avionetas vienen con matrículas falsas. Los narcotraficantes buscan matrículas de aeronaves que ya no están en uso y las colocan en las avionetas, así no es fácil detectarlos”, informó uno de los investigadores al medio hondureño.
Los funcionarios pusieron como ejemplo la aeronave con matrícula N450JG, que cayó hace dos semanas en Guatemala, se detectó que era de un jet que desde el 2013 estaba desuso.
En tanto el Gobierno colombiano ratificó que la mayoría de los narcovuelos que van a Centroamérica y Estados Unidos salen de Venezuela.
El Ministro de Defensa de Colombia, Gabriel Silva, dijo que “desafortunadamente, la mayoría de las trazas detectadas y que terminan en Honduras pasan por territorio venezolano y eso nos preocupa”.
Sin embargo, la ayuda del Comando Sur de los Estados Unidos ahora es de gran ayuda. Los radares del comando ahora son los que están detectando las aeronaves clandestinas y alertan a las autoridades en Honduras sobre la ruta que llevan. El apoyo económico de los Estados Unidos a través del Comando Sur, también es fundamental.
“En el seguimiento a las aeronaves son las Fuerzas Armadas y la Agencia Técnica de Investigación Criminal (Atic), las que mediante acuerdos con agencias estadounidenses se encargan de estos operativos”, detalló el agente.
Cementerio de narcoavionetas en Honduras
Con la intención de no dejar rastros las avionetas son quemadas o su fuselaje es malogrado. Brus Laguna, en Gracias a Dios, es su punto de operaciones.
En cuanto a la mayoría de las avionetas que han caído en territorio hondureño en el 2020, la mayoría se han siniestrado. Ejemplo de ello es la avioneta con permiso de operación como ambulancia que tenía bandera colombiana, la cual se estrelló en marzo en Claura Arriba, una zona rural del municipio de Iriona en Colón. La aeronave chocó mientras intentaba tocar tierra en una pista clandestina cuando era esperada por hondureños.
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