INFORME: De qué se trata el sospechoso negocio de Maduro con la urea de Bolivia
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El régimen venezolano obtendría acceso a ingresos en dólares y a los mercados internacionales con la producción de un químico que se sospecha puede servir como precursor en la fabricación de cocaína.
Redacción | Primer Informe
Desde Bolivia, el gobierno del socialista Luis Arce, pupilo de Evo Morales, tiende un puente internacional a la dictadura de Nicolás Maduro. En el medio hay un sospechoso negocio con la urea boliviana que enciende alertas internacionales.
Las negociaciones entre Maduro y el boliviano Arce está casi listas. Cuando se culminen, el régimen de Caracas tomarán control de la Planta de Urea y Amoniaco de Bulo Bulo, (PAU) en Bolivia. Funcionarios venezolanos controlarán la producción y comercialización de los productos de dicha empresa, reportó el portal PanamPost.
De esta forma, el régimen de Maduro, a quien EEUU lo acusa de encabezar una organización narcotraficante internacional, obtendrá un activo agroindustrial en el exterior.
El que antes controlaba, Monómeros, quedó bajo el control del interinato de Guaidó. Y luego, bajo sospechas de corrupción, fue intervenido por las autoridades colombianas.
Las negociaciones para ceder la planta de urea a Maduro ocurrieron en Caracas. El hijo del propio presidente boliviano dirigió aquellos encuentros. En Bolivia, temen que el acuerdo impactaría en los 400 empleos directos y 3000 indirectos que genera la empresa.
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¿Qué puede aportar Venezuela?
En Bolivia no pasa desapercibido el mal estado en el que se encuentra Pequiven, que en teoría sería la que tomaría control de la boliviana planta de Bulo Bulo. Pequiven está al borde de la paralización por la falta de gas natural y su producción ronda el 5% de su capacidad. Y, además, formalmente sigue bajo control de la administración de Guaidó.
El estado de la planta boliviana tampoco es óptimo. La fábrica está asediada por irregularidades desde sus construcción. Retrasos y sospechas de sobreprecios proyectan una sombra sobre todo el complejo.
Un dato que llama la atención es el sueldo del Jefe de Planta de Amoniaco y Urea supera los 800.000 dólares anuales. Es decir duplica al sueldo del presidente de los Estado Unidos que sería de 400.000 dólares.
Arce, el presidente boliviano, apenas gana 42.000 dólares al año, mientras que algunos coordinadores en la sospechosa planta de urea ganan hasta 36.000 dólares por mes.
Cuál es el verdadero negocio con la urea
La fábrica de urea Bulo Bulo debería producir 2100 toneladas (t) por día. Solo llega a 1600. Pero es que todo el concepto de la planta es defectuoso. Su ubicación está lejos del puerto que le daría salida a la producción hasta Brasil, el país que más demanda el producto. A menos que sus clientes estén más cerca y dentro de la misma Bolivia.
Entre 2018 y 2019, la planta operó a una capacidad de entre el 10 y el 30% de su total. Entonces acumuló pérdidas de entre 10 y 13 millones de dólares, respectivamente según la consultora Gas Energy Latin America (GELA), citada por PanamPost.
De acuerdo con el gobierno de Arce, eso estaría por cambiar. Asegura que en 2022 alcanzarán los 290 millones de dólares porque esperan una cotización de 800 dólares por tonelada. Ese sería el mejor precio en los últimos 15 años. Y son esos ingresos los que llaman a Maduro a este negocio en Bolivia.
Pero la urea también tiene otro uso. Franklin Alcaraz, un médico y escritor boliviano que ha estudiado el fenómeno del narcotráfico en su país, lo explicó al diario Los Tiempos. Detallaba cómo se ha configurado esa industria ilegal en su país.
«…no hablamos de cárteles, de capos, sino de consolidar todas las condiciones de infraestructura para que esta factoría [de cocaína] tenga a disposición aeropuertos, tenga a su disposición el acceso a productos como el de la urea, entre otros”.
Explicaba que no se trataba de que Evo Morales esté comercializando droga. Sino que las políticas públicas están orientadas a convertir al país en un epicentro mundial del narcotráfico.
Para ello primero se sacó a la DEA del país, que funcionaba como un mecanismo de control independiente. Después, reorientaron el mercado hacia el sur y por último, convertir al Chapare en una factoría de cocaína denunciaba Alcaraz.
Ya desde 2020 existen denuncias de que la urea, en lugar de usarse como un fertilizante puede servir como precursor en la fabricación de clorhidrato de cocaína.
La denuncia apuntaba a la cercanía de la planta de Bulo Bulo, la que ahora quiere controlar Maduro, con la histórica región cocalera de El Chapare, en el centro de Bolivia.
Con información de PanamPost, Los Tiempos y EnerNews
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