Así defendió Gustavo Petro a las señaladas intermediaciones de Piedad Córdoba con las FARC
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El candidato presidencial de la ultra izquierda en Colombia dijo que la exsenadora cercana al chavismo «salvó vidas», argumento opuesto a lo dicho por el exasesor de Córdoba.
Redacción | Primer Informe
El candidato presidencial y el ex guerrillero del M-19, Gustavo Petro, salió en defensa de la exsenadora y actual candidata a legisladora, Piedad Córdoba. Sus palabras ocurren después de que fue señalada de buscar réditos políticos a costa de retrasar liberaciones de secuestrados por el grupo narcoterrorista FARC.
“Es indudable que la actividad de Piedad, que la ejerce por pedido del presidente Uribe, salvó vidas humanas. Fueron decenas de personas las que fueron liberadas cuando el Gobierno no quería ni siquiera saber de ellas”, indicó Petro, según publicó la revista Semana.
Petro sugirió que los ataques contra Córdoba ocurren justo después de que se uniera al llamado Pacto Histórico.
“Mi opinión personal es que Piedad estuvo tres años en silencio y nunca apareció nada, solo cuando se vuelve candidata es que vuelve a aparecer el ataque contra ella. Yo no puedo calificar negativa a positivamente porque no tengo elementos probatorios”, apuntó Petro.
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Impactantes revelaciones
Las revelaciones del exasesor de Piedad Córdoba, Andrés Vásquez, han hecho que salgan nuevas voces a denunciar cómo la exsenadora manipuló políticamente las liberaciones de secuestrados por las FARC para su beneficio propio.
Según la denuncia, también usó esas negociaciones para intentar ganar favores para el propio grupo terrorista y para su aliado Hugo Chávez.
Algunos de los secuestrados, quienes fueron afectados por las presuntas maniobras políticas, salieron a revelar sus experiencias en las liberaciones patrocinadas por Córdoba. Especialmente Ingrid Betancourt, quien es precandidata a la presidencia colombiana, salió a criticar con dureza las acciones de Córdoba.
Según relató Ingrid Betancourt, las fuerzas de seguridad de Colombia tenían clara la cercanía de Córdoba con las FARC. «Ellos daban por descontado que ‘Teodora’ era Piedad Córdoba, pero ya con el testimonio del exasesor de Piedad Córdoba esto queda ya comprobado”, asegura Betancourt.
En uno de esos correos, agregó Betancourt, dice: «‘No vayan a liberar a Íngrid, ella puede que sea flaca, pero ella siempre ha sido flaca’, ignorando la situación de salud extrema en la que me encontraba en ese momento”.
Cálculo político
Las demoras en la liberación de Betancourt se debían a un cálculo político. Era una forma de mantener al gobierno de Francia involucrado en el proceso. El esposo de Betancourt era de nacionalidad francesa. De la misma forma, Córdoba maniobraba para retrasar la liberación de tres estadounidenses porque quería intercambiarlos como prisioneros por cabecillas de las FARC presos en EEUU.
Para Betancourt, «la intencionalidad de que no me incluyeran en ese grupo, la responsabilidad es de Piedad Córdoba“. Y agrega: «no se me cruzó por la cabeza que Piedad hubiera podido actuar deliberadamente en impedir mi liberación”.
Por su parte, Piedad Córdoba respondió a los señalamientos. Dijo que le “duele mucho, yo arriesgué mucho. Yo tuve problemas en mi familia, porque la plata la sacaba de nuestras cuentas. Yo jamás he sido capaz de hacer negocio. Me la jugué por Íngrid. Es más, yo me acuerdo cuando estuve secuestrada por Castaño, que él me dijo que era íntimo amigo de ella [Betancourt]. Él me dijo que ella era la jefa política de él”, disparó Córdoba, en entrevista con Caracol Radio.
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